¿ A quién no le han perdido alguna vez una maleta en un aeropuerto? En mi caso fue en un vuelo doméstico, desde Madrid-Barajas a Tenerife Sur, en una de las primeras ocasiones que pisé la Terminal T4 del aeropuerto, que no llevaba mucho tiempo en funcionamiento.
En realidad no debería decir que me la perdieran, aunque ese sea el término que habitualmente utilizamos cuando nuestro equipaje no llega con nosotros a su destino. En mi caso, me dijeron que por un error en el sistema de handling, la maleta no había sido embarcada en la bodega de mi avión.
Pertrechado con mi neceser de cortesía con algunos productos de higiene y unas zapatillas de hotel, gentileza de la compañía aerea, pase la noche con lo puesto, hasta que al día siguiente me acercaron la maleta a la casa de mi hermano, donde me estaba hospedando.
Errores comprensibles e inevitables, si se para uno a pensar cuántas maletas pueden pasar por cualquier aeropuerto internacional del mundo. Fallos que se cometen a ciegas, sin sospechar el contenido que esos bultos de viaje llevan en su interior.
Es por eso que llame tanto la atención, noticias como esta, cuando el objeto perdido lleva en su interior material radioactivo. Un contenedor pequeño con forma de maleta llevaba en su interior cuatro fuentes radiactivas de selenio (Se75), cuya manipulación podría resultar muy peligrosa para una persona.Tras activarse la pertinente alerta, el bulto ha sido localizado en el mismo estado de embalaje con el que viajó en origen. Afortunadamente el extravío ha sido breve, para evitar psicosis generalizadas.
Historias de aeropuertos, donde cualquier cosa que uno pueda imaginar, se ha perdido.
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