Finiquito

 Otro año que se acaba, en este caso, una verdadera montaña rusa, llena de vaivenes y altibajos, de cambios y novedades, de grandes decepciones, de marchas y ausencias. 

 La vida sigue y la rueda gira con ella. A cada mal rato, otros muchos agradables lo han compensado, incluso alguno nos ha hecho infinitamente felices.

 Sin ningún género de dudas, de entre todas las cosas que han pasado, me quedo con la sorpresa del retorno de mi hermano expatriado, después de muchos años, en Colombia. Volver a tenerlo cerca con su mujer e hijas nacidas allí, de vuelta con él, es el regalo más grande que mi familia podía esperar.

 Así que le doy el finiquito al año con indemnización muy alta. Que 2024 nos sea tan proclive como este año que se va. Amén.

El rincón de la Alcarria

 Día de nostalgias y recuerdos que se agolpan. El chiringuito se cierra aunque siga abierto. Después de casi dicisiete años de desayunos, comidas y muchas cervezas, el bar que frecuento en mi trabajo cambia de manos. 

 Con el comienzo de año, cambiará todo sin cambiar prácticamente nada. La plana de empleados y camareros continúa, tan sólo se van los que hasta ahora han sido los dueños.

 A partir del próximo martes, seguiremos acudiendo como cada día que voy a la oficina, aunque ni Ángel ni Mariano, estén ya para servirnos.

 Esto no es un adiós, pues es muy obvio que mantendré el contacto con los dos, amigos después de tantos años y tantas batallitas vividas juntos; simplemente se hará muy raro no ver a ninguno de los dos detrás de la barra. Si había un cambio que no me esperaba, ni me imaginaba, era éste. La vida te da sorpresas.

 

Pollaboba

 No deja de ser curioso el valor connotativo de algunas palabras, especialmente en lo relativo a los insultos. El que refiere esta entrada es autócnono de las Islas Canarias y normalmente equivale al tradicional gilipollas, sólo que allí, en vez de ser un gili, eres simplemente bobo. Todo suma.

 Insultos de alto calado de género. Para todos los gustos. Me quedo con los que atañen a la condición masculina, porque la femenina sale normalmente peor parada cuando  de echar pestes por la boca, se trata. Cabrón, cornudo y así hasta el infinito y más allá.

 Cosas del Lenguaje. Ya lo decía Hobbes, cuando comentaba que prefería el lenguaje de las matemáticas por si signo unívoco, exento de posibles confusiones. Desgraciadamente no es el caso de nuestro medio de transmisión recurrente, en el que las palabras que se usan dicen mucho de quien las pronuncia y de cómo piensa. 

 Mentes cinceladas por el vocabulario, que abren un mundo de conocimiento, aquel al que se refiere Wittgenstein, cuando afirma que no existe aquello que traspasa nuestras palabras, imprecisas y variables segun las circunstancias.No hay filósofo más empático con la condición humana y sus miserias, desde luego. 

 

 

Jerarquía de aprecios

 Todos tenemos una jerarquía de sentimientos, de muestras de afecto, de aprecio, que son variables y no necesariamente están vinculadas a lazos de sangre o de parentesco. El cariño no obedece a cuestiones de índole genética.

 Mi lista cada vez es más enjuta, donde las ausencias son más sonadas que las incorporaciones, en la que, además, las entidades carentes de vida ganan peso por encima de los seres vivos.

 Siento amor infinito por mi sofá, cuya curvatura causada por mis largas horas de apoltronamiento se hace cada vez más acusada; a cada milímetro que cede, más me enamoro de él. 

 Amo a mi almohada, depositaria de la caja de grillos que adorna la azotea de mi cuerpo, que se recuesta en ella todas las noches, yogurtera de imágenes y ruidos de los que rara vez me acuerdo cuando duermo, pues mis sueños son como una película  en canal codificado. Cada vez que la veo la asocio a descanso, a poner punto y final a la etapa de consciencia,  ese momento mágico de cada día.

 Quiero, cada vez más a los gatos de mi hermana, Pumba y Timón, últimas  incorporaciones de la familia, por la ternura con la que se manifiestan cada vez que me ven; peluches con pilas que dan cariño sin pedir nada a cambio. Podían aprender otros.

 En fin, la lista seguiría con inquilinos de la especie humana, pero esa me la guardo para otro día. 

 Mapa de sentimientos de un cincuentón despegado, reflexiones descarnadas de un solitario de manual que cada vez está más convencido de que estando sólo, está haciendo lo correcto.

Propósitos

 El año agoniza, con él otra parte más de vida que busca hacer balance.

 El de este año nos lo podemos ahorrar y se emsambla con la propia lista de propósitos para el año que nos abordará en apenas cinco días.

 Cambio de hábitos que buscan incidir en materia de salud. El año nuevo vendrá cargado de un estilo de alimentación diferente y de alguna novedad en las actividades físicas y deportivas. 

 Ni dinero, ni amor. Dos mil veinticuatro será el año de la salud, que no se encuentra mal, pero que puede estar aún mejor, en aras de hacer bueno ese dicho de, más vale prevenir... 

 

Para ayer

Síndrome del vuelva usted mañana, que trae consecuencias estresantes. Las prisas del final que nunca se eliminan, pese haber tenido todo el tiempo del mundo. El reloj que no para y conduce ineludiblemente al final del año, aprieta y todo el mundo quiere llegar al final, esprintando con foto finish, cuando esta es una carrera de fondo de lo más sencilla. 

 Lo mejor de todo es que será después del dia primero, uno de los principales propósitos de enmienda, cuando todos sabemos que nada cambiará cuando estemos el año que viene por estas fechas. Hay cosas que pertenen a una especie de agujero negro administrativo, tan misterioso e inaccesible como aquellos que estudia la astrofísica y que tanto intrigan. 

Nieblas

 Kilómetros de un mar de humo, espeso por momentos, en zonas que no se caracterizan por su humedad, ni por la proximidad de zonas escarpadas, que suben el nivel de la altimetría. 

 Conducción solidaria, respeto de distancias de seguridad y compañía en la caravana. Seguir a un camión, tormento en condiciones normales, es la mejor referencia posible en medio de la nada blanca, las luces de gálibo que limitan la caja que porta la cabeza tractora, son la mejor referencia cuando se ve muy poco.

 Solo nos falta poder habilitar algún tipo de conexión que nos permitiera hablar; ya que viajamos juntos, hagamos por conocernos y charlar, que la vuelta al redil después de los días de Navidad siempre da material del que poder discurrir.

 Viajeros que son compañeros, aunque sean ocasionales. Juntos discurren decenas de kilómetros, hasta que la proximidad a Madrid, nos engulle y con nosotros a la niebla misma.

 Angeles de la guarda, la mejor compañía en momentos en que coger el volante se hace complejo. Suerte de deambular por una autopista y no por una carretera secundaria; en esos casos manejar un coche se convierte en una tarea casi titánica.

Tránsito

 Tarde de autopista, con sol de justicia pese a los carámbanos helados en forma de aire.  Procesión de motores cruzando la estepa manchega, llena de rectas eternas y páramos carentes de inclinación. Hasta que el juez  de despeñaperros cambie el paisaje por campos de olivos sin fin.

 Tiempo de reunir a la familia, descanso y abrazos. Nada más sencillo ni más reconfortante. Un año más. Otro regalo del corazón.

Luces

 Cuenta atrás.  Otra tanda de excesos que se anticipan de manera recurrente en las semanas previas. Nada nuevo bajo el sol. 

 Merece la pena ver el manto de luces de las calles, dando vida y brillo, como si fueran una gran excepción, en este tiempo de oscuridad cerril. Son una puerta a la alegría y a la desconexión. Hacen su magia. Cada vez más, la Navidad son sus luces, esas que nos faltan a quienes las colocan y a quienes las vemos. 

 

 

Lluvia horizontal

 Último libro del año, última reseña, a vuela pluma, con apenas veinticuatro horas de distancia desde que leí las últimas líneas. Ha querido la casualidad que esa postrera lectura sea para la primera novela de mi gran amiga Belén Valiente.

 Adicta a las letras, poetisa de batalla, con varios poemarios ya publicados, aunque entrega  sus poemas en recitales, talleres de escritura y encuentros formales o informales, por doquier, da un salto en su carrera creativa con la publicación de su primera novela: Lluvia horizontal.

 Escrita en formato de diario, juega con el subconsciente, intercalando situaciones reales con hechos aparecidos en sueños, logrando con ello un ritmo que da a la narración, frescura, agilidad  e intensidad, necesarios para seguir el hilo de la historia que transmite Erea, su protagonista, embarcada en un mundo de dudas y desazones provocadas por la dificultad que entrañan sus relaciones sentimentales.

 Un canto de vida, un alegato femenino lleno de espontaneidad, un baño de realidad, con situaciones con las que llega uno a identificarse; Lluvia horizontal es una oportunidad de acercarse al alma de mujer, perdidos por las calles de una ciudad, Santa Cruz, por donde transcurre este callejero de sentimientos.

 Como la bruma que provocan las nubes bajas cargadas de humedad, que hacen que caiga el agua gota a gota, como una lluvia destilada por un alambique natural, el título que hace alusión a este peculiar fenómeno atmosférico canario,  es el primero de los muchos aciertos de este trabajo, que comprime en esas dos palabras la vida de una persona con sus luces y sus miserias.    

 

Bajo cero

  Se ríe la enfermera de mi trabajo, cuando nos ve a todos llegar ateridos a la sede de la empresa, mientras ella fuma sonriente, a la entrada. 

- Si esto os parece frío, veníos cuando querais a mi país y vais entonces a saber lo que es estar a unos cuantos grados bajo cero. 

 Anca, que así se llama, es rumana. Cuando miro en el mapa las coordenadas y lo sistemas montañosos que bordean a su país, ahí arriba, entiendo sus comentarios. No me extraña que le parezca una broma lo que la climatología nos brinda aquí, en estos páramos mesetarios, más si cabe de un tiempo a esta parte, en los que, salvo sustos como el de Filomena, la tónica dominante son los meses de inviernos muy templados.

 Seguiremos deambulando por la semana más fría de todo el año, con mañanas gelidas y parques y coches llenos de escarcha. Frío que por muy incómodo que se nos muestre, es necesario y es lo que toca.

 

Remolón

 Parece que el viento apunta al frío contundente, al igual que la escarcha que empantana los parabrisas de los coches, ciegos por instantes, hasta que sus propietarios vierten el liquido caliente, que derrite los restos de las noches heladas. Como un nacimiento, con criaturas que tras el parto nacen a oscuras, pendientes de habituar sus ojos a la luz y claridad de la mañana.

 Como un ceremonial de iniciación, que hace que los arranques de día se hagan remolones, sin poder activarse al instante, como cuando el tiempo es más benigno y pone menos trabas al comienzo al despuntar del alba.

 Algo de poético tiene esa torpeza de la mañana, que hace del trantrán el ritmo de partida, que hace del frío el causante de una película con una moviola a cámara lenta. 

 

Olvidar

 Increíble la historia de Sylvie Fréchette, nadadora canadiense. A consecuencia de un hecho luctuoso que le provocó estrés postraumático severo: encontrar muerto en su casa a su prometido fallecido a causa de suicidio. Desde ese momento apagón de memoria rotundo, hasta el punto de no recordar cosas que hizo después de ocurrir tan macabro descubrimiento. Acudió a unos juegos olímpicos, los de Barcelona 92,  ganó y simplemente no lo recordó. Para hacer una película.

 Black out completo. Fundido a negro sin rastro de recuerdo alguno. Cosas de la cabeza y sus conexiones o mejor dicho, de sus desconexiones. Qué gran misterio.

 A veces la cabeza podría dejar controlarse y dar la oportunidad de poder desconectar, de poder decidir qué se quiere recordar y que no, sin que tenga que mediar un hecho tan tremendo como el aquí referido, a voluntad, sin más. Cuántas cosas ahorraría, en todos los sentidos.

Tercera Ley de Newton

 La escalada continúa; los dos grandes partidos siguen lejos de su acostumbrada moderación, manejados por los hilos de una cuerda tensa que cada vez, más los arrima hacia los extremos. No tienen el poder de facto, pero si manejan los argumentos de base del relato que ahora sostiene a cada cual, cada vez más extremo, menos orientado a contentar a una mayoría, tan sólo a una parte, a su parroquia.

  Abonados a la tercera ley de Newton, (toda acción genera una reacción de igual intensidad, pero en sentido opuesto). Es decir, siempre que un objeto ejerza una fuerza sobre otro, este último devolverá una fuerza de igual magnitud, pero en sentido opuesto al primero). 

 El problema es que estamos hablando de política, no de física. Somos personas con voluntad, no objetos.

 Acabaremos harto de líneas rojas y cordones sanitarios, de exabruptos de ida y vuelta, aunque aún no sabemos cuándo. Qué bien se nos da meternos en nuestra trinchera. Guerracivilistas de cuna.

 

 

Aporía

 No todas las cosas evolucionan igual. Hay partes que se mantienen salubres por largo tiempo, mientras que otras sucumben al veredicto rotundo del paso del tiempo. Lo que por un lado es carcomudo por la herrumbre, por otro se mantiene lozano y casi esbelto.

 Partes de un todo, que por cómo se consumen, no parecen proceder del mismo lugar, como si la pasta de la que estuvieran hecha no fuera la misma en una zona que en la otra. Experimento puro que  busca hipotésis con las que comenzar a trabajar.

Buscar explicaciones a la podredumbre que corroe; siempre es más fácil hacer preguntas que encontrar respuestas, aunque hay quien no da ni para lo primero. Sin disposición, no hay planteamiento posible. 

  Dilemas. Los de siempre. Vida que es una continua aporía.

 

Piazzale Loreto

 Clásica plaza más pensada para el tráfico rodado que para el trasiego pedestre, ubicada en el noreste de la productiva capital de los lombardos. Hasta ella llegué infinidad de veces, caminando por la infinita Corso Buenos Aires, en paseos de escaparates continuos, intercalados con restaurantes de comida rápida.

 La primera vez que me aventuré a visitarla, iba con la intriga de saber si habría algún elemento que recordase lo que allí aconteció el veintiocho de abril de mil novecientos cuarenta y cinco. Escaldado de mi frustrante expeciencia en París, apenas un par de años antes,  cuando en el viaje de paso de ecuador de la carrera, obligué a mis compañeros de visita a parar en la estación de metro de La Bastilla, convencido de que vería algunos restos de la antigua prisión militar, tomada por el pueblo en la señalada fecha del catorce de julio de mil setecientos ochenta y nueve. Ingenuo, mi gozo en un pozo.

 Por eso esta vez hice bien en ir sin más expectativa que la de ver el emplazamiento urbano a donde trasladaron los cuerpos de Mussolini y su amante, Clara Petacci desde la aldea de Giulino di Mezzegra  donde, junto a la vía XXIV Maggio, y ante las puertas de Villa Belmonte, fueron fusilados.

 Colgados durante horas en el lugar donde se encontraba una gasolinera, fueron fruto de escarnio durante horas, permitiendo los soldados partisanos que la muchedumbre enfervorecida golpeara la cabeza del caido Duce hasta deformarla por completo. Celebración de la caída del dictador de la manera más salvaje y humillante. Contemplar las fotos que del evento están a la vista en cualquier parte, hace comprender porque Piazzale Loreto no tiene nada que recordar sobre este atroz desenlace. Ajusticiar así a un alimaña, sólo te pone a la altura del mismo.

 Recuerdos que afloran en estos días ahora que algún político local sugiere que el pueblo acabará colgando por los pies al actual presidente del gobierno, por cuenta de la Ley de Amnistía que hoy comienza su tramitación en el Congreso. Desconozco si quien la dijo tenía en mente el episodio final del fascismo en Italia, pero poco han tardado sus detractores en sacar a colación el linchamiento de la plaza milanesa, a modo de comparativa. Grotescos el uno y sus flemas y los otros abonados a la imagen fácil, ahora que lo prima es ser ingenioso en internet y no profundo y documentado en las reflexiones. Dan buena cuenta de cuál es el nivel político y cultural del momento. Para echarse a llorar. 

¡Libertad, carajo!

 Desde ayer, día diez de los corrientes, los argentinos tienen nuevo presidente, el histriónico y mal hablado Javier Milei. Como era de esperar, no siguió el guión clásico de las investiduras de su predecesores, saltándose la alocución antes la cámara de representantes, sustituida por un discurso en el exterior ante una masa enfervorizada de seguidores; al más puro estilo de los nuevos inquilinos de la Casa Blanca.

  Aunque no era nuevo el argumento, repetido hasta la saciedad durante la campaña y antes, el nuevo Presidente anunció la necesidad de un duro ajuste económico con un rotundo No hay plata.

 Con tanta rotundidad lo pronunció que acabó silenciando a los allí presentes, borrachos de euforia, que quizá esperaban unas palabras menos severas para tan marcada ocasión. La versión argentina del Sangre, esfuerzo, lágrimas y sudor de Churchill, caló hondo y dará que hablar y pensar en fechas venideras.

 Pocas nuevas administraciones serán más escrutadas con lupa como esta. Veremos a dónde van a parar las recetas ultraliberales del nuevo regidor del país del cono sur, si cumple su poco velada amenaza de reducir al mínimo el Estado en todas sus vertientes o la dolarización completa de la economía del país. 

 ¡Libertad carajo! Con esa consigna puso el punto y final de su primer discurso oficial, jaleada  y aclamada a grito pelado por los allí reunidos. Toda una declaración de intenciones y una muestra de por dónde van a ir los tiros. Que comience el espectáculo, aunque la vida de los cuarenta y cinco millones de argentinos no está para montajes escénicos. 

 

Cáparra

 Joyas que permanecen de pie y que son prácticamente desconocidas pese a tener un valor incalculable.

 En medio de la fértil y verde Extremadura del norte, en el límite de los términos municipales de Guijo de Granadilla y Oliva de Plasencia, se ubican los retos de lo que fue en su día, la antigua ciudad de Capera o Capara, (hoy denominada Cáparra), enclave urbanístico que nació al albur de la calzada romana que unía la importante ciudad Lusitana de Emerita, (actual Mérida) con Asturica, (actual Astorga), tramo central de la conocida como Vía de la plata, carril de comunicación vital entre sur y norte en esta parte del Imperio Romano, que ha estado activo hasta prácticamente el siglo XIX y a cuya vera se ha construído una carretera paralela y hermana, la Nacional 630.

 

 

 Desde luego tendrán la fortuna de disfrutar de su imponente y espartana belleza, los avezados peregrinos del Camino de Santiago, que en su ruta andando o en bicicleta, harán bueno el origen y razón de la existencia de la ciudad: el abastecimiento y reposo de viajeros hacia un lado y el otro, en esta zona llana pero verde, rodeada de olivos, por trancurrir desde éstas mismas ruinas históricas, la decimo-quinta etapa de la Ruta de la Plata, que termina sus sendas en el precioso pueblo de Baños de Montemayor.

 Perfiladas sus pocas pero nítidas calles, con planta rectangular que manifiestan el carácter romano, siempre práctico y ordenado, de sus construcciones, pueden adivinarse las estancias de muchas viviendas, así como el fin de algunos de sus edificios, siendo el más llamativo, el que albergaba las termas, lugar tan importante en la vida del cuidadano romano.

 Pero si hay una parte que destaca sobre todas las demás, no sólo por la altura de sus columnas, es el arco cuadrifonte, emplazado justo en el centro neurálgico de la urbe, haciendo inevitable el paso por alguna de sus cuatro caras para cruzar la ciudad. Único en su especie en toda la península ibérica, apenas si quedan ejemplos similares en otras partes de lo que fue el vasto territorio del Imperio en esta parte de occidente. Una joya cuyo cuidado y manutención son imprescindibles, así como su visita, para quien se anime a transitar por esta zona del sur del país.

 

Corrupción

 Cuando alguien oye o lee la palabra corrupto o corrupción, no puede menos que asociarla, ineludiblemente, a la política; demasiados precedentes nos contemplan en un país como éste, en donde siempre se ha visto la incorporación a la función pública como una forma de ganar prestigio y sobre todo, dinero. 

De hecho una de las entradas del diccionario de la RAE, en su definición, la recoge como tal: " En las organizaciones, especialmente en las públicas, práctica consistente en la utilización de las funciones y medios de aquellas en provecho, económico o de otra índole, de sus gestores."

 Sin embargo, hay muchas formas de corromperse, de ser deshonesto o moralmente malo y no tienen por qué afectar a las arcas del herario público, ni necesariamente han de tener relación con el dinero y su apropiación indebida.

 Veo con regularidad  anuncios de la más famosa cadena de hamburgueserías, que de un tiempo a esta parte recurre a personajes conocidos para la promoción de sus productos, personas que en redes sociales promueven hábitos alimenticios de otro tipo y aquí consumen hamburguesas con pan de cereal, pese a ser celíacos, por poner un ejemplo. Debe ser que la comida basura no es tan basura si te aflojan dinero y te dan visibilidad. 

 Deportistas de élite que son embajadores de casas de apuestas, "enalteciendo los valores del deporte" con la peligrosísima costumbre de recurrir a este tipo de lugares en busca de un dinero fácil, que conduce directamente a la ludopatía. La lista se amplía con nombres de presentadores de televisión o actores, a los que frecuentemente se ve fotografiados en campamentos de refugiados como embajadores de alguna ONG. Serán cosas de tratar de compensar el karma.

 Alguien denominará a este tipo de cosas, simplemente incoherencia, pero son corrupción de costumbres, de uso diario, píldoras que se aplica cada cual con objeto de alcanzar un beneficio, del tipo que sea.  Difícil materia es esa de predicar con el ejemplo.

 

 

Valdemoro. Año I

 Tal día como, a estas horas fui convocado en el piso piloto para la recogida de llaves, en un pequeño acto en el que la promotora nos iba reuniendo a los vecinos de cinco en cinco, para contarnos el funcionamiento de la comunidad y el uso de las zonas comunes. 

 Como en las veces anteriores, vine con el GPS puesto en el coche, sin estar del todo habituado a la zona y a sus accesos. Venía el Ford Fiesta cargado hasta las trancas con cosas que ya iba a dejar en el que iba a ser mi nuevo piso. Había que aprovechar el viaje.

 A la mudanza, a trozos, se sumó la llegada de los muebles y electrodomésticos nuevos, el alta de los suministros, familiarizarme con mi plaza de garaje y su pertinente columna...Poco a poco fui completando la experiencia de estrenar un piso completamente nuevo, algo que hasta entonces me era completamente ajeno. 

 Con todo ya organizado y en marcha, hoy escribo estas líneas desde el salón, sentado en mi sofá, en una tarde de cielos plomizos y lluvia intermitente, al abrigo de mi manta a cuadros, feliz de haber dado, por fin, un paso que había procrastinado largo tiempo, el de cambiar de domicilio.

 Vecino de Valdemoro, donde ya estoy empadronado, apurando las últimas fechas de uno año que se nos va, sin idea de cuánto tiempo durará mi estancia aquí, aunque tampoco me preocupa en exceso. El cambio ha sido un acierto. Feliz.

 

 

¿ Dónde están las llaves?

 Dónde están las llaves, matarile, rile, rile, rile;  dónde están las llaves, matarile, rile, ron, chimpón.

¿ En el fondo del mar? Nooo, están de vuelta y de milagro en mi bolsillo, después de extraviarlas sin querer, ayer por la tarde. 

 Resulta que en el mismo manojo llevaba la llave del coche, ( la única copia que tiene mi viejo Ford Fiesta y la de mi piso, de la que tengo más copias,  pero todas están dentro de la casa). Metido como estaba en uno de los bolsillos de mi abrigo, al sacar el móvil se fueron al suelo, sin que yo me percatara de ello. Seguí caminando hasta la casa de Israel para darle su clase de todos los martes, cuando de repente, me di cuenta de que no las llevaba encima.

 Pánico total, al verme sin forma de acceder de nuevo al coche, sin copia alguna de la llave de mi casa; llamadas por hacer, a un cerrajero y al seguro del coche para ver cómo proceder a abrir las puertas de la casa y del vehículo en el que, para más inri, estaba mi ordenador portátil del trabajo.

 Fue entonces cuando decidí volver sobre mis pasos, escudriñando el suelo palmo a palmo, confiando en verlas aún tiradas en el suelo sin que nadie las cogiese; después de dar dos vueltas, me acerqué a un taller de coches, donde tampoco supieron darme noticia alguna de las mismas. Cuando la angustia ya daba paso a la resignación, uno de los mecánicos me dijo: 

- Pregunta al conserje de ese edificio de oficinas, igual él sabe algo. 

 Y se hizo el milagro, según me acerqué a la recepción y le pregunté, sacó el juego de llaves y me dijo:

 - Las ha encontrado una chica al salir de aquí, me las dejó por si alguien venía a reclamarlas...

 Ángel de la guarda. Desconocida benefactora, gracias por recogerlas y depositarlas en un sitio donde reclamarlas. Un buen pellizco de gastos en abrir puertas que me he ahorrado gracias a tu gesto y gentileza. 

 Soy un tipo siempre con mucha suerte en estas cosas. No es la primera vez que he encontrado cosas perdidas, incluso con días de margen. No deja de acompañarme mi buena estrella.

 

Eva negra

 Apasionante el mundo de la antropología, el estudio del hombre desde todas sus vertientes, especialmente en lo que atañe a la rama que toca la biología.

 De cómo cambió la concepción del hombre desde que Darwin puso patas arriba el modelo vigente hasta ese momento, mucho se ha hablado y escrito a lo largo de todos estos años y es especialmente interesante la reacción del mundo de la religión, cuando alguien se aventuró a refutar la teoría de la creación, aquella que dice que todos somos hijos de Eva y Adán. 

 Argumentos de ciencia que combaten las creencias, sin base argumentativa real; pero no conformes con eso, había además que explicar por qué si todos somos hijos de unos mismos padres, unos tenemos la piel de un color y otros de otra. 

 A grandes males, grandes soluciones, la más original, la de nominar una pareja de procreadores por continente, para así justificar la diferencia en la pigmentación cutánea.     

 De cómo hemos mutado, genéticamente, para ir configurando las características de nuestra especie, dan buena cuenta nutridos estudios al respecto; ahora resulta que no sólo descendemos de los primates en un primer instante, además como homínidos, también tenemos un tronco común, todos procedemos de una misma madre.

 Negros, amarillos y blancos partimos de una misma raíz, somos hijos de una misma Eva, posíblemente de color negro, probablemente autóctona de alguna región africana; golpe en la línea de flotación de los supremacistas blancos.

 No hace mucho a alguien se le ocurrió mostrar un Jesucristo con una fisonomía que no casaba con el modelo blanco impoluto acostumbrado; ya teníamos con ello el escándalo garantizado. Nada peor que tratar de cuestionar elementos que se consideran inamovibles, para que te condenen por herético.

 Pasan los años y la cuestion de la raza sigue siendo un elemento discriminador. Increíble. Prejucios que no se reducen.

   Lo cierto es que nada es más sintomático de ser portador de una profunda ignorancia que el mostrarse racista, en cualquier de las múltiples maneras en que puede manifestarse; basta con informarse, un poquito, tan sólo eso. Cómo un paso tan pequeño puede costar tanto.

  

Susto

 Y si no esperamos al susto, para vivir como queremos vivir... Eso dice un anuncio de una compañía de seguros.

  Filosofía existencial como estrategia de marketing. 

 La importancia del susto, como punto de inflexión. Detrás del mal rato, hay una fuente de inspiración, una opción de reinventarse, a veces una segunda oportunidad. El abanico de posibilidades puede ser muy extenso.

 Cuestión de perspertiva. Una cuesta es una cuesta, pero tu decides si la ves cuesta arriba o cuesta abajo. 

 Es la virtud de un mal momento, que implica reflexión, interiorización y ejecución. Como un torrente, tras el acontecimiento, vienen las consecuencias, que discurren por donde deban.Arroyo vital de experiencias propias. Hacer del defecto, virtud.  O no. Simple albedrío.

 

 

 

Milagros

 Todos los días ocurren milagros, a raíz de sucesos en los que, pudiendo ocurrir una desgracia, todo queda en un susto; la clásica vivencia que con el correr del tiempo se transforma casi en una anécdota.

 Hoy por la mañana eran visibles en el cielo de Madrid diferentes aparatos de vuelo, por cuenta de un evento que IFEMA celebra dedicado al sector de la aviación. Uno de esos aparatos, un helicóptero amarillo, ha terminado siniestrado en la siempre concurridísima carretera de circunvalación M-40. 

 La pericia extraordinaria del piloto que ha logrado dejar el tetráptero ubicado en la mediana de reducidas dimensiones, ha limitado las consecuencias del percance:  los daños personales han sido mínimos, (apenas una fractura de fémur y un traumatismo craneoencefálico leve), y los materiales casi testimoniales, tan sólo un vehículo afectado en la parte posterior del chasis.

 Quien conoce la zona o vea imágenes del lugar del impacto, no podrá menos que sorprenderse, al comprobar que el episodio no haya tenido consecuencias fatales. Cuesta creerlo.

 Son esos pequeños milagros que ocurren todos los días y es que en ocasiones, la suerte está de nuestro lado, tan caprichosa como es, en variar la orientación de aquel a quien beneficia. Para afrontar con buen sabor de boca, este comienzo de fin de semana y víspera de puente.