Motivación existencial

Ricón para pequeñas reflexiones ahora que las puestas de sol se ven desde los cuarenta...
por Dondo Moreno




viernes, 31 de diciembre de 2021

El pulso

 Llega a su fin. La noche más vieja del año, llegará a las casas para despedir un año que prometía, sin que casi ninguna de sus proyecciones positivas haya llegado a buen puerto. Mas bien, al contrario, lo terminamos con cifras de contagios muy preocupantes, rezando para que los hospitales no colapsen, como ocurrió cuando nubló nuestras vidas el confinamiento duro.

 Y a pesar de todo, seguimos saliendo a las calles, entrando en los supermercados, visitando los bares, caminando por unas calles que se resisten a volver a la mascarilla en todo lugar, dentro o fuera. El año nuevo nos mantendrán en pié de guerra, en aras de no perderle la cara a un conflicto de corte sanitario,  que afecta a nuestros bolsillos, rutinas de vida y mentes.

 Si sabemos qué nos deparará, y todos compartimos un mismo propósito, no perder la cara al problema. Nada une más que las miserias. 

jueves, 30 de diciembre de 2021

Campanada

 Nada como dar la campanada. Hasta majestuosa suena la frase para darle importancia al hecho que se alcanza, cuando se refiere por alguna cosa.

 Campanadas que este año vamos a dar casi de soslayo. Asustados por los contagios, el miedo y la prudencia llaman a quedarse en casa y a terminar el año en la intimidad. Nunca recogerse dio tanta seguridad.

 Apenas quedan treinta horas para terminar el año, para decir adiós a un dos mil ventiuno que apuntaba maneras y que, desgraciadamente se ha quedado en agua de borrajas. Nada peor que quedarse a medias. Frustración.

 No daremos la campanadas como siempre, que sean solo un preámbulo de contención ante un año nuevo que debe ser una carrera continúa. Amén.

   

miércoles, 29 de diciembre de 2021

Doce

 Doce libros, tantos como meses tiene el año. En estos días propios para hacer balance, ese ha sido mi paupérrimo bagaje lector.

 En realidad, son algunos más los que forman parte de la lista, aunque no acostumbro a contabilizar los que referentes a la filosofía, leo. Así, obras como la Ética de Spinoza, quedan fuera de esta personal estadística.

 Hecho de menos el uso del transporte público, esos trayectos de cuarenta minutos desde casa hasta la oficina, habitualmente considerados como tiempo perdido, que a mi me servían para amplificar mi número de horas de lectura. Ni el ruido, ni las incomodidades fueron nunca pretexto para desconcentrarme.

 Efecto colateral. Qué paradójico, que pasando tantas horas en casa, no encuentre más tiempo para mis lecturas ligeras. Primer propósito de enmienda para el año que se aproxima. 

martes, 28 de diciembre de 2021

El lince

 Vecinos de La Solana están a la que salta, inquietos por las frecuentes visitas de un lince, que de un tiempo a esta parte ha saqueado los corrales, dejando hasta doscientas víctimas en forma de gallinas.

 Qué dilema, qué hacer para alejar al avispado animal, que no busca comida en su entorno salvaje, sabedor de que tiene una inagotable despensa en un cercado cuidado por los humanos, su principal enemigo. Especie en peligro de extinción, su eliminación puede acarrear costes que dejan el valor de las doscientas gallinas en una anécdota.

 Piden los afectados granjeros compensaciones por las perdidas que el traviese gato viene dejando en sus terrenos. Todo sea por mantener vivo al espabilado bichejo, que no hace precisamente esfuerzos excelsos en buscar conejos, su habitual plato principal.

 ¿Supervivencia o gula? Lo que está claro es que listos y torpes, los hay en todas las especies.



lunes, 27 de diciembre de 2021

Recta final

 Apenas cinco días antes de echar el telón.

 Hacer mutis por el foro,

 a un año que prometía como pocos

 y que va a terminar con igual angustia

 a la de dos mil veinte.

 Seguimos como seguíamos,

 pendientes de ratios y números

 atentos a indicadores

 abastecidos de mascarillas.

 Qué gran negocio, por millones 

de unidades.

 Que venga la noche 

 más vieja del año,

 contenida,

 para variar.

 Pero que venga

 que más que nunca,

 sea vieja

 por todo el lastre que debemos

 soltar.


 

viernes, 24 de diciembre de 2021

Villancicos

 Mañana de lluvia y de villancincos, ganas de fiesta. Calles con sonido de panderetas y fanfarrias, bares de los que salen gritos y sonido de vasos. 
 
 Parabienes, muchos, y ganas de pasarlo bien. Vísperas de una nochebuena, que viene cargada de ilusión. Como no hacía en mucho tiempo.
 
 Para reflexionar; parece que nos tienen que venir mal dadas para recapacitar, para dar vía libre a la alegría, para recuperar la ilusión  y las ganas. Quizá es lo que nos hiciese falta. A veces hay que darse un buen traspiés para valorar lo que se tiene, y lo que es más importante, para disfrutarlo.
 
 Siguen las zambombas sonando, y gritos de alegría. Esta noche es nochebuena y mañana, Navidad. Esta vez, sí que sí.

jueves, 23 de diciembre de 2021

A turrón

 Vuelve olor más característico de las Navidades, el del turrón, al menos para mí, abonado como estoy de por vida al de chocolate. Goloso. 

 Este año sí, este año vuelve a oler a turrón; hay ganas de desquite, de abrazos, ganas de sentirse normal, otra vez.

 Por primera vez en mucho, unas navidades con ilusión, vuelven a llenar las calles, vuelven a oirse brindis en los bares de felicitaciones, críos pidiendo el aguinaldo, olor a buenos deseos, sazonado con castañas en tardes de cielo plomizo y lluvia. 

 No hay mascarilla que nos tape la nariz de eso, de todas esas sensaciones. Este año no, aunque enero vuelva a venir con cuesta añadida.

miércoles, 22 de diciembre de 2021

Mil euros

 Qué tendrá esto del sorteo de Navidad, que llevo más de dos horas con el soniquete de mil euros, como ruido de fondo, mientras aporreo las teclas de mi ordenador de trabajo.

 Como cada día 22. Con los décimos o papeletas que señalan la participación de algún número delante, revisando de cuando en cuando en las páginas de los periódicos por si alguno de los números que llevo ha caído en la pedrea.

 Pasan los años, pero no decae, ni un miserable ápice, la ilusión de soñar, con el qué se siente al saberte poseedor de un billete con un número premiado. Y lo que es mejor, descubrir en tu cuenta corriente una cifra curiosa con varios ceros a la derecha, adornando el saldo, habitualmente magro de la misma...

Vengo repitiéndolo con insistencia como idea, porque así la siento. La mañana del día veintidós, es el momento más mágico y especial de unas fiestas cada vez más depauperadas y alejadas, de esas navidades que de niño, recuerdo con nostalgia.

 



martes, 21 de diciembre de 2021

Castellano

 Castellano, publicada por Ediciones Destino, y escrita durante la pandemia, es la personal aportación de Lorenzo Silva a la conmemoración del quinto centenario de la Rebelión de los Comuneros, frente a la política de desidia y abusos del monarca y emperador Carlos I.  

 Intercalando pasajes con formato de novela histórica, contando los pormenores de cómo se fraguó ésta, con reflexiones personales, Silva hace un pequeño homenaje a la figura de Castilla y de sus hijos, de cuya impronta aún nos quedan muchos elementos reconocibles a día de hoy. Referente histórico que sirve de sustrato sobre el que se contruye buena parte de la España actual.

 Amena, interesante, detallada en sus personajes, especialmente los tres capitanes sublevados, Bravo, Padilla y Maldonado, la lectura de Castellano es una magnífica oportunidad de aproximarse a un episodio de la historia, quizá no suficiéntemente valorado. Para curiosos y no iniciados, recomendable.







lunes, 20 de diciembre de 2021

Semana de autos

 Día veinte, comienzo de la semana más festiva del año. En apenas cuarenta y ocho horas, unos cuantos serán ricos, y en setenta y dos, ya habrá bandejas con mazapán y turrón en las mesas de cada casa. Este año hay voluntad y ganas de navidades, como las de siempre, aunque sigue con nosotros el virus, como viene siendo habitual desde hace dos años ya.

 Y ante la incidencia creciente, hay que extremar las medidas, vista la procedencia distinta de cada comensal a la mesa común y familiar. Nunca antes nos traía a cuenta saber que carga vírica traíamos en nuestros encuentros familiares. Y ahora hay que cenar con doble chaqueta y ventanas abiertas, amen de meterte el palitroque de antígenos por via nasal.

 Ya hay quien se atreve a poner fechas a todo este esperpento de limitaciones y   enfermedad. Hasta 2024 creen algunos que no lograremos convertir la epidemia en endémica. Mientras seguiremos abonados a tantas perrerías como crean convenientes, para evitar que no colapsen los sanitarios, empleados abnegados a tiempo completo como si fuera un castigo más que una obligación.

 Semana de autos, semana de aventuras. Semana de pasiones y de dolor. Que las estadísticas sigan hablando y decidiendo.



viernes, 17 de diciembre de 2021

Tatuajes

 Veo un partido de fútbol femenino por la televisión. Reconozco que cada vez lo hago con más asiduidad. Es sin duda un espectáculo creciente, que genera interés en proporción igual a la calidad que demuestran sus jugadoras sobre el terreno de juego. Las ganas de ver partidos son por tanto merecidas y justificadas.

 Amen de las jugadas y la calidad técnica de las contendientes, observo en comportamiento de las chicas, así como sus hábitos, que van más alla de vestir la camiseta y el patalón de los colores que defienden.

 Cómo llevan recogido el pelo, así como alguna pulsera de goma, toda vez que es peligroso llevar abalorios durante la batalla deportiva, inevitáblemente física y de contacto... Cada cual a su estilo y albedrío; unas más discretas que otras, todas activas en aras de ganar la contienda. 

 Pero de entre todas las cuestiones de imagen o estética, quizá la que me produzca más sorpresa es la de los tatuajes, que como ocurre en los chicos, no pocas veces se caracterizan por ocupar amplios espacios, en brazos y piernas, con dibujos de cruces, calaveras y elementos de lo más variopintos. Horas de trabajo sin duda, detrás de cada uno de ellos.

 Cosas de los tiempos. El tatuaje agromán o tipo camionero, ese que antes se ponían los de baja estopa o los malotes, y que mas bien despertaba más fobias y reparos que filias, ha adquirido un significado diferente, y tiene aceptación en los dos sexos.

 Equiparación a todos los niveles, incluidos los del mal gusto, aunque para gustos, ya se sabe, los colores. Lo importante es poder hacer, sin que el sexo sea un handicap determinante o excluyente. 

jueves, 16 de diciembre de 2021

El retrovisor

 Con qué insistencia hablan en las autoescuelas, cuando estás aprendiendo a manejar un vehículo, de la importancia de usar los retrovisores cuando se está conduciendo. Permiten ver todo lo que se acerca a tu vehículo por detrás y los lados, y te dan una visión de dónde te encuentras tú, por aquella calzada por la que transitas; y todo ello como acción complementaria y necesaria de la más elemental de todas: mirar hacia delante.

 Hoy escuchando las intervenciones en el pleno de la Asamblea de Madrid no he podido evitar acordarme de esto; no en vano aún tengo las enseñanzas recientes. Apenas si cumplo doce meses desde que me concedieron el apto en la D.G.T.

  Políticos que no complementan maniobras, y se olvidan de mirar hacia delante, siempre maniobrando con lo que ven por el retrovisor. Qué mala sensación es que te cojan la matrícula, sentir que ahí detrás, se aproxima alguien que puede dar algún volantazo y causarte algún daño. Pero peor aún es dar muestras de flaqueza, de temor a que te pasan por la derecha.

 Hoy la presidenta Díaz Ayuso ha anunciado el voto de su grupo parlamentario en el debate sobre la derogación de las denominadas leyes LGTBI, una abstención que va a dar al traste las intenciones de los que detrás de la supuesta búsqueda de la igualdad, quieren imponer un modelo arcaico, obsoleto y de pretensiones moralistas en la sociedad. 

 Templanza y equidistancia calculadas, que sólo denotan cobardía, hasta el punto de prestarse a cambiar enunciados de unas normas que se aprobaron con su partido en el gobierno, bajo la batuta de la caída en desgracia, Cristina Cifuentes

 Es lo que tiene gobernar mirando por el retrovisor, más pendientes de quien se te acerca, que de seguir el rumbo y el camino rectos, como corresponde cuando se está al volante. De manual.

miércoles, 15 de diciembre de 2021

Un poquito de fe

 Pocas frases son más utilizadas, ni más universales. Nada como la fe. Algunos creen que puede mover montañas.

 No es menos cierto que el invento va por temporadas, especialmente cuando las cosas no se ven del todo claras; precisamente cuando hay miedo, y ese temor es, además de acusado, generalizado.

 Vivimos tiempos extraños, volátiles, cargados de variables dosis de incertidumbre. Con la marcha medio metida, atemperando el paso cuando hay ganas de correr, muchas.

 En tiempos así, posible preámbulo de una nueva etapa, es cuando más se recurre a la fe, a esas creencias a entes incorpóreos que otorgan, entre otras cosas, esperanza.

 Un poquito de fe, un muchito de esperanza, y un deseo colectivo: el de bonanza, esa que de un tiempo a esta parte anda en entredicho. Todos nos hacemos cargo de lo caprichosa que es la vida, pero antes, al menos, teníamos unas dosis de seguridad que ahora parecen haber desaparecido. Qué diria ahora Maquiavelo, al vernos en manos de la caprichosa Fortuna, cómo discurriría para contrarrestarla.

 Por lo divino o lo terrenal, que no nos falte, que nos la inoculen con el suero de anticuerpos, que quizá de esas vacunas, estemos más faltos. Sin placebos la vida se hace más dura y menos llevadera.

 Que no nos duela el alma, ese que se sufre en silencio, en soledad. Esa que lleva a algunos a poner el punto y final antes de tiempo. Quizá una fe colectiva, con un formato de valores renovado, amparada por un contrato social, ajeno a lo individualista, quizá con ello, pasáramos página realmente. Todo está inventado. Sólo falta fijarse. Sólo. Nada menos.


martes, 14 de diciembre de 2021

Casualidad o no

 Casualidad o no, es el título escogido por Tamara Pardo Blázquez para escribir una autobiografía autopublicada bajo el sello de la editorial Libros.com.

  Escrita como una cronología que abarca tantos años como tiene la protagonista, recoge infinidad de datos, anécdotas familiares y crónicas de viajes, a caballo entre las localidades de origen de sus respectivas familias, afincadas en las provincias de Avíla y Lugo, así como Alcorcón y Leganés, aquí en Madrid.

 Escrita con sencillez, naturalidad y precisión que deja patidifuso, la autora aprovecha la narración de cuantos datos biográficos considera compartir, con reflexiones sobre la vida, la política o la economía, haciéndose eco de acontencimientos acaecidos a lo largo de los años que refiere el libro.

 Consultora, interventora del Estado y política con escaño en la Asamblea de Madrid, el curriculum de Tamara es sencillamente brillante, sin apenas haber cumplido los cuarenta años. Todo un prodigio de trabajo, esfuerzo y fe en las posibilidades de sí misma, que han desembocado en la necesidad de contarlo en un libro como éste, otro de los proyectos perseguidos y alcanzados por una persona inquieta, curiosa y también ambiciosa, sin que ello le impida ser llana y sencilla.

 Financiado mediante un Crowdfunding, del que he sido partícipe comprando el libro anticipádamente, hasta que fue publicado, gracias al chivatazo que me dio su tía Obdulia, Casualidad o no es un libro que merecería salir de los canales de distribución propios y gozar de alguna edición más por cuenta de alguna editorial. Es una elección y una lectura, sin duda, acertadas. 

 

                          https://libros.com/comprar/casualidad-o-no/

 



 


lunes, 13 de diciembre de 2021

Verónica

 Esa sonrisa eterna plantada en tu rostro, preámbulo de esa voz aflautada e infantil, inspiradora de ternura infinita.

 Con qué poco cautivaste a tantas generaciones de espectadores, esos que han disfrutado de tu trabajo y presencia en estos sesenta y seis años de vida.

 Hoy te apagaste, para sorpresa y pesar de todos. Tu ida ha caído como una losa, en estos tiempos de tristeza y duda, donde cada marcha duele más, si cabe.

 Gracias por tu trabajo, por tu compañía, por tus creaciones, esas que te convertirán en una actriz perpetua en la historia del cine de este país, aunque no ha sido suficiente para alentarte a seguir, porque ya eras leyenda en vida.

 Dar y mostrar cariño, no dejar solos a nadie. Aviso para navegantes. Otros se irán como tú sin que comprendamos por qué. Porque por paradójico que resulte, cuanto más sabemos y en más sitios estamos, menos nos enteramos de las cosas, y de la gente que sufre y se va en silencio y soledad.

 Descansa en paz Verónica Forqué. Hasta siempre.

viernes, 10 de diciembre de 2021

Navidades diferentes

 Apenas quedan dos semanas para la noche más especial del año. La segunda Nochebuena de la era Covid, está a la vuelta de la esquina.

 Tenemos la espada de Damocles encima, otra vez, con el ritmo de contagios que ya nos sitúa en zona de alto riesgo, a cuenta de la última variante del bicho, esta de impronta africana. Por ahora la presión hospitalaria es asumible, el último de los indicadores que se mantiene desde que comenzó este estado de alerta sanitaria. Ese miedo primigenio que bloqueaba a muchos al comienzo, se ha ido diluyendo por el camino. No hay más que ver como están las calles, las tiendas, los bares. Nadie quiere quedarse en casa.

 Serán unas navidades diferentes. Esa es la consigina. Y parece que ha calado hondo el mensaje, a través de ese bombardeo constante de anuncios que en clave positiva, invitan a la alegría y el jolgorio para desquitarse de lo vivido. No al comedimiento.

 La realidad es que todos de algún modo hemos dilatado en el tiempo la preocupación por el virus y sus consecuencias.  Sí, puede que estas navidades sean diferentes, parecidas a las de siempre, aunque la cuesta de enero no será distinta a la de estos dos últimos años. Pero eso es ya otra historia, de otro año, para empezar.

  

 

jueves, 9 de diciembre de 2021

Subidas

 Y llega una empresa puntera del país que comunica que va a subir el sueldo a todos sus empleados, y es noticia. Aunque más que noticia, casi habría que hablar de milagro.

 No hay mejor ejemplo de la degradación que el mundo del trabajo sufre.

 Cuando la pérdida de poder adquisitivo se da por sentada, y a la gente sólo le preocupa una cosa, no perder su empleo, se da barra libre a los abusos, aquellos que ahora salen a relucir a cuenta de la inflación galopante.

 Seremos parte del primer mundo, si, pero a costa de pagar sueldos de mierda. Tanto que gustan algunos de mirar y de presumir de indicadores, que se molesten en mirar éste.

 Riqueza, dispersa, distante, y cada vez, más indigna.  No se trata de dar lo que no hay, simplemente de no guindar lo que corresponde. Ni más, ni menos.

 

miércoles, 8 de diciembre de 2021

Urgencias 24 horas

 Llamada nocturna, a eso de las once pasadas de la noche. Es mirar la pantalla y ver el nombre de tu hermana y apretarse el corazón. Nada a esas horas presagia buenas noticias.

 Van los cuatro, camino de la clínica veterinaria. Han localizado una abierta las veinticuatro horas en la zona de Los Boliches, en Fuengirola. Van farfullando cosas de fondo en el coche, mientras mi hermana me pone al corriente: Laika echa sangre por la boca, mucha, está muy debil y apenas si levanta la cabeza del asiento trasero donde va recostada.

 Está asustada y se teme lo peor, ¿Por qué no hay mas clínicas abiertas las veintricuatro horas?, me dice en medio de su congoja, emplazándome a contarme qué le dicen en la clínica, cuando por fin atiendan al animal. Cuelgo.

 Me meto en la cama y espero a oscuras, a que suene el teléfono, ya sea vía llamada o mensaje de whatsapp.  El silencio se me hace pesado y pongo la radio para que haga ruido y compañía. Por más que hablan a gritos en la emisora, y de fútbol, no consigo abstraerme. Afortunadamente no tardo mucho en recibir noticias.

 Unos bultos en el cielo de la boca, que supuran sangre y pus, fruto de una infección, son los culpables de la hemorragia. Antibiótico y descanso. Respiramos aliviados. Al tiempo que Laika vuelve a su cama, machacada de cansancio y débil, terminamos por dorminos nosotros, resoplando de alivio al ver que sólo  ha sido un susto, aunque también sea una advertencia más.

 Quizá sean las últimas navidades que pase con nosotros. Después de catorce años de correteos, juegos, alegría y compañía infinita. El simple hecho de imaginarse un futuro inmediato sin su presencia, ya se nos hace bola, aunque sea ley de vida.

 Que repose mucho, que no haga muchas caminatas y que reciba muchos mimos, que ella sabe que aún no le ha llegado el momento. Con esas palabras del veterinario nos quedamos anoche como esperanza, la misma que nos permitió coger un sueño dulce y profundo, ese que poco abunda a medida que cumple uno años. Cosas de dormir tranquilos.

martes, 7 de diciembre de 2021

Omicrón

 Siempre con letra de alfabeto griego, siguiendo una misma pauta, como hacen los que ponen nombre a las operaciones policiales, o los que nombran a los fenómenos meteorológicos.

 Omicrón dista bastate de ser la última letra del abecedario heleno. Confiemos en que eso no sea un presagio, y que la mitad en donde se encuentra sea un camino mucho más allanado y lejano en la realidad del abecedario de nuestras vidas corrientes.

 Es una pequeña losa, que está ahí, de la que todos tratamos de desentendernos, quizá porque nos da más miedo que contraer el virus, vivir paralizados por él.

 Vacunados contra Delta y sus precedentes, esperamos resignados, la llegada de un nuevo jeringazo. Quién sabe cuantos más necesitará nuestro sistema inmunológico para hacerse fuerte y volar solo, sin ayudas.

 Y así vamos, viendo la vida pasar a fuerza de oleadas, a fuerza de fármacos, a cuenta de restricciones, sin tener claro cómo hacer planes, más volatiles y confusos que nunca.

  Aunque sea al trantrán, la vida sigue, y con ella, la necesidad de hacer cosas, dentro o fuera; no en vano no hay bicho que nos pare, por muy difícil que pueda llegar a poner las cosas.

 En vísperas de comernos el turrón, y como anticipo de los deseos propios de la época final del año, que esta nueva variante sea la última que está en boca y mente de todos, y que su virus, se diluya en un suero de anticuerpos, que sean tan corrientes como los de una gripe convencial. Amén.

 

lunes, 6 de diciembre de 2021

6D

 Un nuevo seis de diciembre en el calendario, y van cuarenta y tres.

 En otra mañana fría, aunque soleada de actos solemnes, en la parlamentaria sede de la Carrera de San Jerónimo madrileña.

 Día festivo, día de recuerdo, de regocijo: más de cuatro décadas de democracia, con ese punto de anclaje que es este texto legal, sobre el cual construímos la base de nuestra aún reciente democracia.

 Seguramente es el día más importante del año, aunque aquí seamos siempre reacios a las efemérides solemnes, especialmente si implican considerarlas colectivas. Lo del todos a una, casa mal con el carácter patrio.

 Así que para la mayoría pasará el día de puntillas, sin más intereés que el levantarse tarde, mirar al cielo y buscar el mejor acomodo de ocio, con cualquiera de las actividades que un lunes normal no pueden realizarse, por cuenta de las obligaciones laborales. 

 Demócratas de soslayo, alérgicos a las celebraciones comunitarias, que al menos en manos del vino y la cerveza, cualesquiera de los españolitos de a pié, tengan a bien tomarse una a la salud de La Constitución, principal valedora de la convivencia y del periodo más estable y próspero de la historia reciente de este país de camarillas.

 

 

 

viernes, 3 de diciembre de 2021

Cosas

 Ha costado pero ya es una realidad: Los animales han dejado de ser cosas, por ley.

 Su cuidado y manutención y la persecución y penalización de su maltrato, forman ya parte de las obligaciones que con respecto a los otros seres vivos tenemos todos. Una iniciativa que nos pone a la vanguardia de derechos en el mundo.

 Dejarán de formar parte de las pólizas de seguro de hogar, donde por una cantidad, igual que te cubren una gotera al vecino, te ofrecen un seguro de responsabilidad civil por cuenta del comportamiento de un animal que conviva contigo. Desde ahora un perro y un sofá ya no son la misma cosa. Afortunadamente.

 Es el futuro, el respeto hacia el mundo animal y el entorno. No hay nada más  avanzado y progresista que respaldar políticas que tengan por objeto respetar el  medio ambiente. Nos jugamos mucho. Sin nuestro ecosistema y nuestro hábitat, no somos nada, no somos nadie.


 

jueves, 2 de diciembre de 2021

Donde están las llaves

 ¿Dónde  están las  llaves?

Las que abren la puerta

Al mar azul de carpetas

Aplicaciones y ficheros,

Que sirven para dar salida

A la faena de todos días.

 Tic tac,

Corre el tiempo que se las pela.

Más de siete horas de espera 

Y con la incertidumbre,

De ver que nada se ha perdido.

Gajes del oficio. 


miércoles, 1 de diciembre de 2021

Las flores no se arrancan

 Es el segundo trabajo que ve la luz, autoeditado, fidedigna continuación de la opera prima Nudismo, de la que tuve la fortuna de participar escribiendo su prólogo.

 En ella Belén Valiente da un paso adelante. Si en Nudismo, sus versos deambuleamban fríos y escualidos, esqueléticos, por un mundo de rudeza e incomprensiones, en Las flores no se arrancan, ( Ediciones idea), caminan por una senda de luz y de vida, sometidas a los contratiempos de la existencia, pero sin que pierdan por ello la esperanza a sobrevivir, esa que en modo de metáfora se refleja en este poemario a través de las flores, tan llenas de vida como nosotros, seres sufrientes, débiles y posibles, con sus raíces. Pura sustancia.

 Un paso más, un nuevo grado de madurez notoria, que se cincela poemario a poemario, en las manos de esta poetisa, tan sensible como grande.

 

 


Extracto de la sipnosis:

«Las flores necesitan aire, sol, agua y tierra. Las mujeres también. Y la poesía. Todas necesitan respirar y a veces, incluso, cuidados específicos. Existen flores diminutas, extrañas, enormes, delicadas y hasta en peligro de extinción. Acariciar sus pétalos y observar fijamente su belleza es lo más parecido a la ternura.

Las flores no se arrancan es una invitación a la sensibilidad, a la compasión con uno mismo y con el otro, a permitir que las semillas germinen a su debido tiempo; las que tenemos cerca y las que tenemos dentro. También es un grito silencioso que suplica respeto y humanidad. Para las flores, las mujeres y la poesía. Ninguna de ellas se pisotea. Ni se arranca.»