Motivación existencial

Ricón para pequeñas reflexiones ahora que las puestas de sol se ven desde los cuarenta...
por Dondo Moreno




viernes, 15 de febrero de 2013

Nordacas

 Desde la futura Alemania y con cariño para todo el mundo. Se exporta mano de obra cualificada pero de baja autoestima. Se ofrece empeño, dedicación y ganas de trabajar en cualquier parte; si hay que aprender chino cantonés se aprende.

 No se trata de éxodos ni espantadas. Es un goteo lento, anónimo y constante. Nos vamos porque no nos quieren en casa, y nos vamos sin saber qué va a pasar en el futuro, sin idea alguna de si algún día volveremos o no.

 Colapsamos las oficinas de empleo, que es lo que son para nosotros de un tiempo a esta parte las cámaras de comercio y los consulados de aquellos estados que tienen representación diplomática en España. En la de Alemania hay que esperar turno pacientemente. Un mercado de abastos en hora punta tiene más tranquilidad que la sede comercial de la calle Pío XII en Madrid.

 Sacamos a flote nuestra tradicional gracia torera. No salimos fuera porque no tengamos oficio dentro. Exportamos mano de obra cualificada y con fecha de caducidad, porque volveremos, dice con gracia achispada la actriz del anuncio que regala salchichón al Fondo Monetario Internacional.

 Demos gracias a los canadienses por concedernos visados para estancias de búsqueda de empleo allende los atlánticos. Más cerca en la vieja perla del imperio germánico, afeamos las previsibles cortapisas aduaneras que los helvéticos nos plantean como obstáculo a la inmigración ibérica.

 Ya nos conocen en toda Europa:  nórdicos y teutones en particular, británicos y franceses en general.

 Me cuenta un hermano expatriado voluntariamente en tierras colombianas que el otro día cierto medio de comunicación local cifraba en más de noventa y cinco mil las almas patrias que han solicitado permiso de residencia en la tierra de García Márquez. Y a modo de comparativa recordaba el término despectivo que durante muchos años, a muchos de los latinoamericanos que llegaban a España por decenas de miles,
siempre por motivos económicos o políticos, les identificaba de un modo peyorativo: Sudacas, sin distinción de nacionalidad.

 Ahora comienza a extenderse por diversos países de América Latina en buena coyuntura económica el mismo concepto; porque las tornas han cambiado. Y donde las dan, las toman.

 Ahora los despreciados somos nosotros: Somos Nordacas.

miércoles, 6 de febrero de 2013

Criminal

 La imagen ha corrido como la pólvora a través de las redes sociales y de los medios, como si su divulgación fuese una bocanada de aliento necesaria tras sufrir un ataque de nervios provocado por  un hecho indignante. De una manera casi instantánea, la imagen de la representante de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca  (PAH)Ada Colau, llamando criminal al dirigente de la banca española por su resistencia a cambios en las normas sobre hipotecas y desahucios, anoche en el congreso en la comisión parlamentaria organizada con vista a debatir sobre el problema de las hipotecas, ha supuesto un grito unánime por parte de tantos y tantos ciudadanos que están afectados por el problema y por otros muchos que sin estarlo, o conocen a gente implicada o simplemente sienten escalofríos al ponerse en el pellejo de los demás, natural mecanismo de concienciación que durante mucho tiempo ha permanecido adormecido y que ahora, a cuenta de tanta desgracia y desatino, parece reverdecer devolviéndonos un poquito de humanidad.

 Dicen las crónicas de lo acaecido anoche en la Carrera de San Jerónimo, que excepto el representante de ICVJoan Coscubiela,  el resto de parlamentarios afearon con sus gestos el comentario; incluso el presidente de la comisión Santiago Lanzuela, le pidió que retirara lo dicho, negándose la interpelada a hacerlo.

  Somos seres humanos; o al menos eso es lo que siempre nos han vendido en tanto en cuanto somos falibles y usamos nuestras reacciones como mecanismos de defensa y desahogo; más aun si cabe cuando se vive una situación tan atenazante que solo puede derivarse en tensión y amargura ante la falta de respuestas y soluciones. Anoche la presidenta de esta asociación, de un modo un tanto vehemente, quiso significar su rechazo a la actitud siempre fría y calculadora de la banca que lejos de mostrarse compresiva con el problema generado, limitó su intervención en la comisión aduciendo que los desahucios han venido provocados por la crisis económica y no por el sistema hipotecario que es eficaz. Rodríguez Pellitero utilizó esas manifestaciones en clave de advertencia ante los previsibles cambios legislativos que sobre esta materia se están preparando. 

  Hoy no es mi intención hacerme eco de este debate, ni de cuales puedan ser las posibles opciones de solución al problema; las cartas están sobre la mesa hace tiempo y solo con un poco de voluntad llegarán a buen puerto cuantas iniciativas se consideren para dar cobertura a tan terrible problema; esto es simplemente un pequeño gesto de asentimiento, de reconocimiento de solidaridad gracias a  esa casi insignificante palabra que, en cambio, tiene una gran emotividad pronunciada en ese contexto; anoche fuimos muchos los que como Ada, soltamos la indignación con un simple criminal.





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viernes, 1 de febrero de 2013

¿De qué hablo hoy?

 Los que tenéis la paciencia de meteros en este sencillo blog que dentro de algunas fechas va a cumplir su primer año de vida y que, además de meteros en él tenéis la consideración de leer mis comentarios cada semana, habréis notado que si por algo se caracterizan mis entradas es por comentar temas de actualidad, centrando mis pequeñas reflexiones la mayor parte de las veces en temas que tienen relación con la política, de la que bien sabéis soy confeso apasionado por formación, vocación e intención. Desde bien pequeño sentí una especial atracción por esta práctica de cuyas acciones y buena praxis dependen en muy alta medida nuestras vidas; es por ello que me veo en la necesidad de consumir información referente a ello por cualquier medio  siendo con diferencia la principal fuente de información e ideas la prensa escrita.

 Es un tópico aducir el hartazgo y aburrimiento a la hora de leer informaciones al hecho de que cada vez más las noticias se repiten; si a eso le añadimos que además éstas suelen ser de signo negativo, más razones dan a todos aquellos que buscan alejarse de la actualidad como una manera de ausentarse de la realidad tan poco gratificante de un tiempo a esta parte.

 Confieso que es mi principal fuente de inspiración; abrir un periódico por vía digital o en su edición en papel y echar un vistazo a grandes rasgos buscando alguna noticia que me llame la atención; este cotidiano hábito  es el principal torrente de ideas que han propiciado buena parte de mis comentarios en este espacio virtual; de un modo u otro siempre encuentra uno el argumento necesario o la pista precisa para encender la mecha de un hilo narrativo que de pie a alguna de mis composiciones escritas en formato breve.

 Hoy, como tantos otros viernes, me he mantenido fiel a mi ritual de caza y captura de algún hecho del cual hacerme eco, y para mi sorpresa tras darle varias vueltas a varios de los medios locales y alguno foráneo me he quedado compuesto y sin noticia que comentar.

 Corrupción, más corrupción, nacionalización de algún banco europeo, mas comisiones de investigación por praxis inapropiadas en el mundo de la banca privada... Los teletipos parecen estar abonados a un sólo formato de noticias, siempre formuladas en clave económica y siempre cargadas con un tinte de oscura negatividad considerable.

  Siempre se ha considerado a los medios de comunicación como el cuarto poder, en alusión al único poder real que quedaría excluido fuera de las instituciones tal y como  el Barón de Montesquieu teorizó allá por el siglo XVII, justo cuando el autor de El Espíritu de las Leyes, estableció su famosa teoría de la separación de poderes, piedra angular  sobre la que se han sustentado las democracias representativas modernas. En aquella distribución de poder primigenia, nuestro aludido no contemplaba la posibilidad de que la agitación de estados de concenciencia a través de las noticias divulgadas en masa, pudiera no solo afectar a la opinión de los ciudadanos sobre la política sino que , incluso, pudieran llegar a poner en duda al mismo orden de cosas establecido.

  Que duda cabe eran otros tiempos. La información, se dice en forma de tópico, es poder, poder capaz de informar, de adoctrinar, de crear estados de opinión cuya manipulación se antoja harto vital para aquel que quiera controlar al soberano a quien gobierna porque éste ha depositado la acción de su soberanía a través del sufragio moderno. Si Maquiavelo hubiera conocido un poder tan brutal como el que las agencias de noticias tienen en la vida moderna, quizá hubiera elaborado una pléyade diferente de recomendaciones para un príncipe necesitado de argumentos con los que controlar a sus subordinados.

  Volviendo al origen de estas disquisiciones uno no puede dejar de plantearse ciertas dudas razonables. 
¿ Por qué todas las noticias van en la misma dirección?, ¿Están controlados los flujos de información hasta el punto de controlar y manipular la salida de esas noticias a través de los medios existentes? ¿ A qué este bombardeo constatante de noticias de alta carga negativa?

 El tema da para muchísmo, ni una entrada en  un blog, ni un libro...quizá hiciera falta toda una vida para reflexionar sobre la información y sus canales de distribución. Las aristas de la cuestión , así como la necesidad de documentarse al respecto evitan lanzar este pequeño dardo de un modo más ambicioso; la empresa requiere de medios, tiempo y energía de los cuales carezco.

 Recientemente leyendo a Michel Focault comentaba este en uno de sus artículos El sujeto y el poder, que este estaba interesado en controlar las subjetividades individuales configurando un ego colectivo que nos condujera en todas nuestras muestras de afectividad. Y para ello utilizaba indiscriminadamente el poder de los mass media controlando nuestras emociones con bombardeos masivos de información en un mismo sentido, que lejos de enervarnos, acaban por aplacarnos y apaciguarnos como tiernos corderitos a los que solo hay que conducir como meros rebaños gracias a la neutralización de nuestras reacciones. Hoy leyendo las primeras de los principales rotativos he sentido esa sensación de aplacamiento, de hartazgo completo por recibir siempre los mismos estímulos en las mismas direcciones. Hoy me he sentido bloqueado, hasta el punto de no saber a que dedicar esta entrada. Es por esto que hoy haya decidido hablar de... Nada. Quizá sea un primer síntoma de rebeldía por mi parte ante una realidad que tal y como se nos configura día a día resulta un asco.

 A quien corresponda, suponiendo que alguien se sienta interpelado: por favor, un respiro