Motivación existencial

Ricón para pequeñas reflexiones ahora que las puestas de sol se ven desde los cuarenta...
por Dondo Moreno




miércoles, 31 de octubre de 2012

Visperas del día de todos los santos

 Vísperas del 1 de Noviembre, festividad marcada en rojo en el calendario que hasta el momento se mantiene para todos, tal vez porque de todas las cosas que puedan unirnos, esta, la de la muerte, nos iguala como ninguna otra.

 Recuerdo en casa como mi madre encendía metidas en una pequeña taza con aceite un pequeño grupo de luminarias que permanecían prendidas toda la noche en algún punto de la casa, normalmente la cocina, donde improvisádamente organizabamos un sencillo altar doméstico; una pequeña vela flotante  por cada ser querido que ya no está entre nosotros. Con este pequeño gesto empezaba la ceremonia de homenaje que tenia su punto álgido en la visita a la mañana del día siguiente, ya primero de noviembre, al cementerio con el objeto de acudir a  las tumbas. Antes era imprescindible pasar por algún punto de venta de flores para adquirir un ramo que poder colocar en el nicho del difunto. El ritual incluía adecentar primero la lápida, colocar las flores en remojo en su correspondiente recipiente, y rezar delante de la tumba del finado como muestra de respeto y también de cariño.

  Siempre me parecía algo paradójico ver el gesto contrariado y el luto visible a través de los atuendos de los parientes dolientes, siempre acompañados por el  negro, más o menos riguroso, con los hermosos ramos de flores, adornados por un sin fin de diferentes flores , cuyos colores y belleza ponían ese punto de contraste casi inaudito en una tradición siempre silenciosa y marcada por la pena y el llanto.

 Mañana primero de noviembre los cementerios de este país vivirán una escena cuya composición y escenario será más o menos similar al que mi retina mantiene retenido en la memoria, aunque los tiempos sean otros y con ellos las costumbres se hayan relajado. A decir verdad, no recuedo cuántos años hace que no visito un cementerio y menos aún cuando fue la ultima vez que homenajee a un pariente fallecido en el día de todos los muertos. Mañana comenzará un puente de cuatro días que lejos de prácticas de homenaje o de recuerdo permitirá descansar a la mayoría en compañía de los parientes y amigos que están vivos. Antes no pocos aprovecharan la importada celebración de halloween para pasar una velada agradable asistiendo a alguna fiesta de disfraces.

 Víspera de día de los muertos, aunque cada vez parezca que nos acordamos menos de ellos. A buen seguro aquellos que tengan alguna pérdida no necesitaran concentrar su pena en un solo día, ni acudir a este repertorio de actos para homenajear a sus seres queridos malogrados. Cualquier recoveco de la intimidad de cada cual será suficiente para tener presentes y en la memoria a aquellos que aún nos importan, aunque ya no estén.






viernes, 26 de octubre de 2012

Tiempo de cambios


 Apenas quedan dos meses para que asistamos a la jornada electoral convocada en Cataluña, para elegir a un nuevo parlamento, casi dos años antes de lo previsto, como consecuencia de la convocataria anticipada de elecciones promovida por el ya presidente en funciones Mas. Desde la famosa manifestación de la Diada de Cataluña, el pasado 11 de septiembre los acontecimientos parecen apresurarse en una espiral vertiginosa que no para de generar portadas y remover conciencias. Ha transcurrido apenas un mes y medio, pero parece que ha pasado una eternidad a tenor del sin fin de consecuencias que se vienen derivando desde aquello.

 Es un hecho incuestionable que Cataluña anda en pie de guerra con el gobierno central y con los partidos de gobierno de este país a los que considera principales responsables de una situación política y económica casi insostenibles. La sentencia del Tribunal Constitucional, demorada durante demasiado tiempo y cuyo fallo contrario a la constitucionalidad de algunos artículos del nuevo estatut fue considerado como un insulto por no pocos tras ser aprobado por las Cortes Generales y el Parlament de Catalunya, y apoyado en referéndum por el pueblo tras consulta popular, ha sido el origen de este nuevo pulso y desencuentro entre el estado y uno de sus territorios.

  La manifestación del pasado septiembre solo ha sido la gota que ha colmado el vaso de una paciencia que parece no poder aliviarse de ninguna manera aparente. Se suceden casi a diario los sondeos de opinión que registran una mayoría más que holgada de personas que desean que se convoque una consulta sobre si Cataluña debe ser independiente o no. Este es la piedra angular sobre la que se justifica el adelanto electoral amparado por el presidente saliente, cuyo objetivo es obtener una mayoría absoluta desde la cual iniciar una hoja de ruta cuyos derroteros ahora parecen indefinibles.

 Dotar a Cataluña de instrumentos de estado, iniciar una nueva senda que lleve a Cataluña a constituirse en una nueva nación de Europa,  recuperar el respeto que desde España no se nos manifiesta... Son muchas las manifestaciones que en estos cuarenta y cinco días vienen salpicando a los medios cuyos espacios de opinión están prácticamente copados por la misma cuestión. Todo el mundo opina y habla de lo mismo en medio de un escenario dantesco que arroja datos como el de la última encuesta de población activa (EPA), que sitúa  el número de desempleados en torno a  los seis millones y la tasa de desocupados superando por primera vez en la historia el 25% del total.

 Corren tiempos de cambio en el escenario político español. La grave recesión que nos acompaña y acompañará en lo sucesivo durante un periodo de tiempo imprevisible requiere de respuestas y acciones. Es tiempo de plantearse cosas; tiempo de ejecutar cambios; tiempo de hacer reformas que vayan más allá del escenario estrictamente económico.

 El mapa autonómico español tuvo su origen con la concesión del Estatuto de Autonomía a los denominados territorios históricos ( Euskadi y Cataluña, a los que luego por riguroso orden cronológico habría que sumar otros como Galicia y Andalucía), en lo que ha pasado a los anales de la historia como el primer gesto de reconocimiento por parte del Estado central, de unos derechos sistemáticamente ninguneados por la legalidad franquista y ahora recuperados en el incipiente periodo democrático, iniciado en 1977 con las primeras elecciones libres y culminado con la aprobación de la carta magna en 1978. En Cataluña ese gesto estuvo personificado en la figura del retorno del President en el exilio, Josep Tarradellas, cuya célebre frase en la balconada del Palau de la Generalitat en la Plaça de Sant Jordi, "Ciutatans de Catalunya, Ja soc aqui", acabó por convertirse en todo un símbolo de la devolución a Cataluña de sus instituciones y por ende de su libertad.

  Mucho tiempo ha transcurrido desde aquello, nada menos que 35 años, tiempo suficiente para ver como un sistema de descentralización territorial, ya bosquejado en la II República con el Estado Integral de Azaña y posteriormente puesto en marcha con la doctrina del café para todos que nunca fue del agrado de algunos, y que aún así ha estado en marcha a lo largo de estos primeras décadas de democracia. A lo largo de estos años hemos visto como el procedimiento de cesión de competencias por parte del estado central ha ido consolidándose de manera gradual por parte de todos los territorios autonómicos constituidos en distintos periodos y velocidades.

 ¿Está agotado el proceso autonómico? Muchas son las opiniones que abogan por crear un nuevo orden territorial que pase por iniciar un nuevo periodo constituyente. Debatir hasta la saciedad en las Cortes cuantas reformas y mejoras se consideren necesarios con el objeto de fundar una federación de estados o estado federal que sea sustitutivo del modelo actual; pero, ¿Realmente tiene caso? A juzgar por el nivel competencial de que disponen nuestras autonomías, casi sería un simple barnizado de fachada el pasar de un modelo autonómico a otro federal. Dicho de otros modo, si los territorios actuales gozan de unos niveles competenciales equiparables a la de estados federales como la propia Alemania, superándolos en algunos casos, ( derechos históricos, regímenes forales, prácticas de derecho como los usatges, etc.); ¿Qué sentido tiene realizar una reforma que en esencia va a cambiar poco o nada?

 Otras iniciativas hablan de implantar un modelo de federalismo asimétrico, dando preponderancia a aquellos territorios que como Cataluña tienen especificidades propias. Desde luego habría que perfilarlo muy bien y denominarlo de otro modo porque el federalismo, por principio, es simétrico. Crear un estado cantonal, una confederación de estados con el referente del modelo helvético, crear un estado dentro de España para Cataluña pero sin independizarse... Seguramente en adelante surgirán todavía más iniciativas que pretendan dar una nueva vuelta de tuerca al momento actual que vivimos. Y todo ello dentro de este marco común que nos ampara que es Europa y en donde parecen no tener sentido ni cabida reivindicaciones que tengan como conclusión la creación de un estado nuevo.

  Entre las decisiones adoptadas por el consejo de ministros de este viernes, destaca sin lugar a dudas, la iniciativa de  iniciar la "reforma integral" de las administraciones públicas, con la creación de una comisión y cuatro subcomisiones, de manera que se simplifique y adelgace su estructura y se evite cualquier tipo de duplicidad entre ellas. Esta iniciativa, cuyas conclusiones no deberían estar terminadas mas tarde de junio del año próximo es una buena piedra de inicio para allanar un camino de reformas que solo puede tener como meta el eliminar la profunda esclerosis burocrática de un estado cuya administración en conjunto es poco eficiente y costosa en exceso. Este ha de ser un paso inexcusable en aras de alcanzar un proyecto integrador de estado que recoja inquietudes y necesidades a la par que sea consecuente con su historia y entorno.

   Mucho se puede y se debe hablar de ahora en adelante, independientemente del veredicto que reflejen las urnas y de la composición de un parlamento que, en la linea de lo ocurrido en Euskadi, arrojará casi con toda seguridad una mayoría amplia de voto catalanista, sea de la índole que sea. Tacto, carácter conciliador y sentido de estado con una idea de España clara e integradora son ahora más necesarias que nunca para un gobierno que no debe ceder a las tentaciones autoritarias de unos o a provocaciones independentistas de otros a la hora de elaborar una hoja de ruta que nos lleve a un nuevo modelo de estado, eficiente y eficaz.

  Vivimos un momento sin duda histórico en la singladura de este país. El tiempo dirá si este gobierno supo estar a la altura del envite.




lunes, 15 de octubre de 2012

Españolizar Cataluña

 En su comparecencia ante el pleno del Congreso de los Diputados del pasado jueves, José Ignacio Wert, Ministro de Educación, sorprendió al hemiciclo con unas polémicas declaraciones en las que insistía en la necesidad de españolizar a los alumnos catalanes con el fin de que sientan tan orgullosos de ser españoles como catalanes.

 Es este un nuevo episodio que hay que enmarcar en el proyecto de reforma auspiciado por su ministerio que pretende alterar las cuotas de decisión en el mecanismo de reparto de los contenidos académicos, aumentando los que decide el gobierno central frente a los que son potestad de las administraciones autonómicas. El objetivo último sería acabar con la dispersión de contenidos que solo redundan en la mediocridad de los resultados finales de los alumnos, tal y como a menudo se encargan de recordarnos diferentes estudios comparativos ( Informe PISA, entre otros), que sitúan con regularidad insistente al alumnado español en el vagón de cola de Europa en cuanto a resultados  en materias tan significativas como lengua o matemáticas.

 En plena pre-campaña electoral en Cataluña cuyo telón de fondo sigue representado por el sistema de financiación y la posibilidad de realizar un referéndum sobre la soberanía política del territorio afectado, estas declaraciones han generado una reacción en cascada  procedente de todo el espectro político representado
en el Parlamento. Adicto a las polémicas a raíz de sus declaraciones,  el ministro Wert pasa por ser una de las grandes estrellas mediáticas de la Administración Rajoy. Sus iniciativas,actos y sobretodo, declaraciones, no dejan indiferente a casi nadie en este país. Consecuente con su pasado profesional, durante dos década ha estado muy vinculado al mundo de la sociología, los análisis de audiencia y los encuestas de opinión 
( es fundador de Demoscopia), todas sus intervenciones y medidas aparecen en las cotas más altas de una audiencia que le reprende y alienta sin deja de seguirlo en ninguno de los casos.
 
 Es obvio que las declaraciones de las que nos venimos haciendo eco no son fruto de un arrebato; tal y como el propio interpelado ha reconocido al declararse poco adicto a la improvisación. Forman parte de la estrategia  seguida por su partido, metido formalmente en tres frentes electorales en apenas dos meses de tiempo en los cuales el Partido Popular se juega el gobierno de Galicia, el mantenimiento del status en Euskadi y la capacidad de influir en el Gobierno de Cataluña; declararse  defensor único de los sentimientos patrios y  apropiarse de un potencial espectro de voto "españolista" siempre compartido con el PSOE en las autonomías históricas es lo que está en juego; no en vano algunos sondeos vaticinan la movilización de determinados sectores de población tradicionalmente abstencionistas en las elecciones autonómicas y que en este caso pueden apostar por decidirse a ir a votar en un momento en que parece resquebrajarse la voluntad  de seguir construyendo un proyecto de convivencia común.

  Habla Wert de españolizar Cataluña  empleando en su argumento las posibles mejoras a implantar en el sistema educativo como raíz para atacar la política educativa de algunos territorios, el catalán para más señas, con su sistema de inmersión lingüística a raíz de la asignación del catalán como lengua vehicular. Pero la realidad es más bien otra y solo puede interpretarse en clave electoral; como buen experto en estudios demoscópicos su labor solo consiste en agitar el debate político con vistas a analizar los resultados del mismo y la posible cosecha que se deduzca en la intención de voto, a tenor de los argumentos expuestos por unos y otros. Debilitar a la sucursal del partido socialista en Cataluña es el objetivo último, vista la situación de debilidad interna en que se encuentra, cada vez mas fraccionado en cuestiones ideológicas vitales y falto de un liderazgo claro y sostenido.

  Y mientras, ¿ No hablabamos de educación en esta entrada al blog? ¿Algún día será un tema lo suficiente sólido para los políticos de este país hasta el punto de ser solo tema de consensos y no de disputas? ¿ Dejará de ser un arma arrojadiza para la confrontación? ¿ Alguna vez habrá voluntad de formalizar un sistema solido que permita a nuestros menores adquirir los conocimientos que son vitales para el futuro?

 Es una paradoja. La educación, lejos de formar y enriquecer solo sirve para embrutecer e idiotizar en este país.



viernes, 5 de octubre de 2012

Erasmus


 Mentiría si dijese cuando fue la primera vez que oí hablar de las becas Erasmus; menos aún en que momento pasó a convertirse en un tema recurrente en mi vida académica, hasta el punto de interesarme por una de esas becas y acabar disfrutando de una de ellas.Tal vez fuera a través de algún compañero o mediante alguno de los miles de carteles que anunciando cosas podías encontrarte a lo largo y ancho de toda la facultad; lo único que tengo claro como recuerdo es mi asistencia a una de las sesiones informativas sobre las becas y el proceso de acabar optando por una de ellas.

 Fui estudiante Erasmus ( o Erasmus a secas que es como se suele denominar a los estudiantes becados) por un periodo de 9 meses, comprendido entre octubre de 1995 y julio de 1996. Mi ciudad de destino fue Milán. No era mi primera opción, ya que hubiese preferido hacerlo en Bolonia, pero en aquella época esta era una ciudad muy demandada por su marcado carácter universitario. En cualquier caso siempre hubiese acabado en una ciudad italiana puesto que no pedían conocimientos profundos de italiano y mi paupérrimo inglés no hubiera permitido optar por una plaza en otro país.

  Aquel año nos fuimos unos cuantos fuera, mi amigo Oscar que acabo en Newcastle, Marta que se vino a Milán con nosotros... Aún tengo nítido el recuerdo de mi primer día allí bajándome del avión en Linate; mientras nos acercaban a la terminal para recoger el equipaje en la cinta transportadora, paso delante de nuestra lanzadera un tren articulado con un cargamento enorme de plátanos de Canarias. Una sonrisa y un pequeño golpe de nostalgia  me rondaron inevitablemente.

 Cuatro de las seis asignaturas que tenía programadas para mi quinto año de licenciatura cursé en la Universitá degli Studi di Milano, la statale como solían llamarla entonces para recalcar su carácter público y distinguirla de otros centros de estudio técnicos o privados. En Via Pantano justo al lado del conservatorio de música donde tomábamos unos capuccinos increíblemente deliciosos, estaba ubicada mi Facoltá de Scienze Politiche, un vetusto pero enorme edificio cuyo patio interior tenía una luz y vida sorprendentes.

 Cómo olvidar mis convocatorias de examen o appello en forma de exámenes orales y las notas anotadas en el libretto de calificaciones que en Italia tiene valor legal como el del carné de conducir o la carta de identidad. 

 Son casi imposibles de archivar los recuerdos que entorno a la universidad me quedaron de aquella experiencia ( la visita de Mijhail Gorbachov a mi facultad y la impartición de una clase magistral en el aula magna, el curso de italiano impartido por alumnos del ISU, mi estancia durante el primer mes en pensionato de Via Modena, las fiestas erasmus y no erasmus sin importar día y hora, las visitas y excursiones a otras ciudades aprovechando la red de contactos con otros estudiantes españoles en otras ciudades: Pavía, Padova, Venezia, Roma...)

 Después de casi una década sin regresar, tuve la oportunidad de visitar la ciudad en un par de ocasiones. Fue una sensación increíble, como volver a casa; no en vano nueve meses dan para mucho y aquellas calles ubicadas en una especie de triángulo entre El Duomo, Viale dei Mille y la Stazione Centrale que era por donde me desenvolvía, forman parte de mi vida vaya donde vaya y esté donde esté. No en vano, buena parte de mis mejores amigos los conocí en aquella ciudad y aquellas circunstancias: Jorge y Agustín, Marta y Raquel... Otros muchos han ido difuminándose poco a poco hasta el punto de perderles la pista en no pocos casos, pero aún con todo siguen presente en un sin fin de recuerdos y anécdotas de aquella experiencia que en cierto sentido marcó nuestras existencias.

 Una beca Erasmus es algo más que una beca de estudios, su asignación económica, casi testimonial, pasa por incluir las tasas académicas y de matrícula y una pequeña cantidad mensual que apenas si puede sufraguar los gastos de estancia; pero con esa pequeña suma, se está dando un empujoncito para que un estudiante, una persona en proyecto, en fase de formación, tenga a su alcance la posibilidad de vivir durante un espacio corto de tiempo en otro país. Aprendizaje de un idioma, conocimiento del modo de vivir de otros fuera de aquí, aprender a desenvolverse en un entorno distinto... la experiencia Erasmus es más bien una beca de conocimiento y mejora en la vida.

  En una etapa tan crítica como la que vivimos ahora, en un momento de carestía en que apenas si hay dinero y en la que los recortes presupuestarios afectan a partidas sensibles en otro tiempo intocables los fondos de asignación para estas becas también se ven afectadas; su costes anual es de 450 millones de euros al año y apenas si se han pagado en lo que va de curso el 70% de las asignaciones comprometidas por parte de la Comisión europea).

  El programa Erasmus, acrónimo de siglas en inglés EuRopean Community Action Scheme for the Mobility of University Students,  fue creado en 1987. En estos veinticinco años casi tres millones de alumnos universitarios han estudiado todo o parte de un curso académico en otro país del continente. España es uno de los países que más alumnos envía y a su vez recibe en toda Europa. En un momento como este en que es difícil promocionar la contratación entre el grupo de población más joven, se antoja casi imprescindible mantener la vigencia de un programa que permita a nuestros jóvenes formarse en el exterior y encontrar posibilidades de trabajo fuera de nuestras fronteras.