Motivación existencial

Ricón para pequeñas reflexiones ahora que las puestas de sol se ven desde los cuarenta...
por Dondo Moreno




martes, 30 de noviembre de 2021

A tiros

 A tiros.

 Cerrando un parque como el de Fuente del Berro, durante tres horas. A perdigonazos.

 Seguimos en las mismas.

 Si hicieran lo mismo con todas las especies invasoras que registra Madrid, esto sería una masacre. Y como simpre pagan justos por pecadores, por qué no sancionan a quienes las trajeron hasta aquí, para adoptarlas como mascotas, y cuando se cansaron de ellas, terminaron soltándolas como siempre hacen los desalmados que se encaprichan con un animal como si fuera un juguete, y luego lo abandonan a su suerte.

Aunque sea en sentido figurado, como es obvio, que los cacen a ellos, Miserables.

 Cuándo entenderemos que más vale prevenir que curar. Que sancionen duramente a quienes abandonan animales, seguro que así nos ahorramos espectáculos tan lamentables como la batida de cazadores matando pajarillos inocentes e indefensos en un parque a plena luz de día.

 


lunes, 29 de noviembre de 2021

Almudena

 Te convertiste con los años en la voz de los olvidados, de muchos que yacen abandonados en cunetas, sin que consigamos darle salida a tan triste panorama, ochenta años después. 

 Sin embargo yo te recuerdo de tus primeros trabajos, aquellos que escandalizaron también a los muy conservadores, con la narración de los sueños eróticos de una mujer, Lulú cuya versión llevada al cine por Bigas Luna, subió los kilates del erotismo patrio,varios enteros.

 Lo tuyo no solo era narrar, contar historias y hacerlo con tu prosa rica y genorosa, también era levantar ampollas y alfombras llenas de polillas, provocar reacciones adversas, entre tantos que siempre ven todo mal y asumen un comportamiento recalcitrante  e intolerante, el suyo, como algo además de propio, mayoritario.

 Que la tierra te sea leve, esa que con tu ayuda lo será sin duda para aquellos cuyos despojos aún yacen en tumbas anónimas.  Hasta siempre Almudena

viernes, 26 de noviembre de 2021

La muralla

 Vivimos tiempos de medidas contundentes, nunca antes vistas, como el cierre de fronteras o de espacios aéreos por cuenta de la pandemia. Basta que una simple mutación, del virus ya definido, y sus posibles efectos contagiosos, para cerrar las comunicaciones y no permitir la entrada de ciudadanos de los lugares donde se ha encontrado.

 Murallas y fronteras en un mundo que presume de carecer de ellas.  Vuelta al pasado con medidas profilácticas tan sencillas como arcaicas, peajes de difícil asimilación, para unas cabezas habituadas a la libertad de movimientos. No es que todo vuelva, es que, según para qué, nada como recurrir a lo de siempre. Sosta fermata.

 Mundo de vaiveines que cincerlará nuevas mentes. Futuro inestable que nos hará convivir, con frenazos en seco puntuales, para evitar males mayores. Desde hace muchos años vivimos un periodo de transición, la covid es la guinda de ese pastel transicional. 


 

jueves, 25 de noviembre de 2021

Ratoncito Pérez

 Inquilino de la noche,

rinde visita a oscuras, 

y coge con sigilo

las piezas de esmalte

carentes de fuerza

y llenas de ternura.

Dientes de leche canjeables

como recompensa

siempre debajo de la almohada.

Aunque el coste de la vida, sube

incluso para este roedor de cambalaches

que antes permutaba por una simple moneda

y ahora lo hace por billetes de cinco euros,

 Ratoncito negociante

no cejes en tu labor,

de sacar sonrisas de los chiquitines

pese a los cambios conyunturales

del mundo de las finanzas.

 A fin de cuentas,

ver la cara alegre de un peque

al despertar

no tiene precio que suba o baje.

miércoles, 24 de noviembre de 2021

A las barricadas

 Imágenes que quedaron en la memoria hace cuarenta años, cuando la reconversión industrial de comienzos de los ochenta, promovida por los socialistas, puso en pie de guerra al norte industrial del país.

Esas imágenes han vuelto a copar los noticiarios, cambiando de ubicación en el tiempo, trasladando la zona de conflicto a la otra punta del país, a la Bahía de Cádiz. De los altos hornos a los astilleros. La misma mano de obra que sale a las calles y se enfrenta a los antidisturbios.

 Es una de las imágenes de mi última vista a Ferrol, cuando comencé la ruta del Camino inglés de Santiago, cuyo primer tramo siguiendo la ría te hace pasar delante de las instalaciones de Navantia. Allí colgados de una vieja reja, decenas de monos de trabajo de operarios, duermen el sueño de los justos a la intemperie, raídos por el frío, el sol y la lluvia, como muestra de la última gran protesta que en el sector se produjo. 

 Protestas que de siempre encontraban vía de escape en las calles y que de un tiempo a esta parte usan las redes sociales para echar bilis y soflamas protestas. Por eso no deja de ser una sorpresa ver de nuevo, a gente en las calles lanzando proclamas, un déjà vu refrescante  que despereza al encabronado de salón y redes.

 Ya va siendo hora que la calle vuelva a ganar protagonismo, y que volvamos a interactuar a la hora de protestar, aunque las algaradas tengas su parte peligrosa y negativa, frente a las tanquetas de la policía, y las bolas de goma de los antidisturbios. Sin pasión y fuerza, nunca hay solución.  

  Es muy probable que los acontecimientos de Cádiz, alejados de las elaboradas protestas de los CDR de la Cataluña desquiciada, vengan para quedarse, maxime si tienen lugar en zonas del país como está, que están literalmente desahuciadas, con tasas de paro que sonrojan cualquier estadística. El largo letargo y la sumisión por sistema abandonan el baúl de las polillas.

 

martes, 23 de noviembre de 2021

Curas

 Qué tendrán los curatos, que por muy lejos que anden los feligreses de ellos, ausentes de sus templos y sus homilías, en cambio anden pendientes de sus cuitas y devaneos.

 Por increíble que parezca llevan semanas los medios haciéndose eco de la renuncia a los hábitos de un antiguo obispo catalán, a quien los votos rendidos antaño han quedado en agua de borrajas por el amor de una mujer.   

 Amantes del morbo y de la carroña, esa que acumula horas de emisión en las tardes de todos los días de la semana. Con todas las consecuencias, máxime si con la iglesia hemos topado. Hay cosas que no cambirán nunca, en este páis de hipocritillas.

lunes, 22 de noviembre de 2021

Uno de los nuestros

Tarde de domingo, oportunidad de tener un rato de ocio y compañía y qué mejor modo de organizar un encuentro, que ir a algún bar. 

 Salvo que el recinto carezca de televisión, en casi todos los locales, el panorama es el mismo. Silencio en las mesas y ruido de fondo desde la pantalla, que muestra un tapete verde sobre el que rueda un esférico. Cuellos inclinados hacia atrás y mirada hacia arriba, allí donde suele estar instalado el aparato receptor;  murmullos de cuando en cuando, hasta que alguna incidencia ocurre y llegan los gritos, de alegría o frustación. 

 En las mesas hay grupos de todo tipo, predominando el género masculino a pesar de todo. No es infrecuente ver alguna mesa con un único inquilino, aunque cuando se trata de ver un partido de futbol, nadie está sólo.

 Me encanta la camaradería y complicidad que se crea en esa hora y media larga que dura un encuentro. Basta con compartir colores para que la conexión sea completa. Y se alimenta la virtud de estar a dos cosas a la vez: mirando la pantalla y hablando con el que tienes al lado, al que ni te molestas en mirar.  Si es un partido de liga, se gritará el clásico ¡Gol!, acompañado de una salva de aplausos que será más o menos intensa si el partido va franco o está comprometido en el resultado. La muestra de alegría llega al brinco con pirueta desde la silla, o abrazar con pasión al de al lado, si es un partido señalado. No hay Covid que contenga la muestra de alegría tan espontánea como sincera.

 Y se acaba el evento. Algunos comentarios por añadidura antes de pagar y abandonar el recinto. La parroquia vuelve a su redil y nos quedamos los que habíamos hecho acto de presencia para hablar, tomar una cerveza y oir música. Pasarán algunos minutos más hasta que la atmósfera del balompié se disipe del todo, al ritmo de choque de vasos y ruido de sillas que vuelven a su sitio después de que el camarero recoja los restos del otro partido, ese que se juega cada tarde en cada bar, y del que acabas formando parte tú, aún sin ir a verlo.

 


viernes, 19 de noviembre de 2021

Folio en blanco

 Es un síndrome, el más temido por todos los que se animan a vomitar sobre una página en blanco, todo lo que les sale de dentro en forma de creación, sea de escritura, de música, o incluso de pintura. Es una forma de focalizar el problema. echando la culpa al receptor de la transacción creativa, en esa especie de duelo pugilisto en donde, frente a frente, te pones delante de un oponente implacable, que exige que le acometas, aunque no sepás qué tienes que ofrecerle.

 Todo un duelo, todo un problema, toda una frustración. Que los dos próximos días fuera de casa me iluminen para seguir escribiendo la semana que viene, a falta de musas, buenos sean los estímulos externos. Buen fin de semana.

jueves, 18 de noviembre de 2021

Mañana

 Y ya es mañana. A un rato de calentar los pies, en otra noche que amenaza helada.

 Mañana de luz, de sol y de viernes. Mañana de planes, de  una compañía, de intimidad compartida. 

 Buenas noches y buena espera. Lo merece, sin duda.

miércoles, 17 de noviembre de 2021

Simplezas

 Es alarmante el grado de simpleza que se percibe, de un tiempo a esta parte, en la forma de discurrir, de llegar a conclusiones sobre cosas que pasan.

 Todo un aviso para navegantes, para todos aquellos que consideran equivocada la cultura del esfuerzo. 

 No enseñes a dividir , si ya para eso están las calculadoras.

 No hagas memorizar datos, si ya para eso tenemos la Wikipedia

 Pero eso sí, si no enseñamos filosofía en las aulas, seremos todos carne de antidepresivos, como si no hicieran antes falta otras muchas cosas para evitar que una persona viva en estado de permanente deseliquibrio y zozobra. Debe ser más cómodo dejar en manos de Aristóteles lo que los padres y su entorno deberían asumir como obligación.

 Son cosas que trae el discurrir, el llegar a conclusiones simples, que se vuelven certezas, porque conducen al escenario en donde queremos movernos.

 Quizá sean las consecuencias de la postverdad, aquella que procede del consumo de todo aquello que nos apetece consumir, sin molestarnos en contrastarlo contra nada. Ya no hay verdades, sólo mi verdad. Soy feliz, y encima asevero. Con un par.

 Simples. Mas crédulos y más tontos. Dudo que haya pastillas para curar las nuevas enfermedades que se avecinan, fruto del estado de estupidez al que nos estamos abocando, nosotros solitos. Esto no se arregla con el socorrido Prozac, al que recurren todos los intelectualillos de medio pelo, para justificarse en sus pánfilas ocurrencias.

 Moraleja, es lo más fácil, drogarse, eah. Empezaré por empaparme del tema. Que Escohotado y su Historia  general de las drogas, me iluminen.

martes, 16 de noviembre de 2021

Lotería

 Otro año sin el calvo pululando por las pantallas, rodeados de copos de nieve y hechizos que se deslizan desde su mano. Esta vez, la suerte tiene poco de mágica y viene en forma de regalo misterioso, con el depósito de un décimo de loteria, que se acaba dejando en lugares insospechados, para que quien lo reciba se quede perplejo. Aunque para perplejidad, la que se le queda al que se sabe ganador de un décimo premiado. Cosas de los anuncios.

 Lo he dicho ya en alguna otra entrada de este blog y lo mantengo: es el momento más puro y honesto de estas fechas que se avecinan con el fin de año. Para espíritu de la Navidad, el de la alegría sincera, de quien no recibe premio alguno, pero se alegra de que le toque a gente a la que le hace falta. No nos vemos en otro arrebato de generosidad así en todo el año, slvo que alguna calamidad saque de nosotros, todo eso de bueno que llevamos dentro y que nos empecinamos en enterrar. 

 Desde hace años el Organismo de loterías se ha empeñado en comenzar el sorteo de la Loteria del veintidos de diciembre desde finales de junio, cuando se ponen a la venta los primeros billetes y números. En estas cuatro semanas que quedan para que los bombos empiecen a girar, se dispararán las compras para enganchar un pellizco de esa suerte, siempre tan esquiva.

lunes, 15 de noviembre de 2021

Transbordo en Moscú

Como ya hiciese en otros trabajos, como en La ciudad de los prodigios o Riña de Gatos, Eduardo Mendoza emplea argumentos históricos para elaborar una historia dónde sus característicos elementos de humor, se mantienen intactos.

 A través de la historia de un joven catalán que hace carrera mediante un matrimonio de conveniencia con una rica heredera, Mendoza emplea la vida y milagros de Rufo Batalla, como basamento para construír un pequeño resumen de la historia del mundo, especialmente centrado en los últimos veinticinco años del siglo XX, marcados por la caída del Muro de Berlín y la desintegración de la Unión Soviética a nivel global, sin dejar de lado la historia de España y las diatribas de Cataluña en su encaje con el conjunto del Estado.

 Mordaz, hilarante, soprendente, y seria en sus reflexiones, Mendoza vuelve a ejercer su maestría narradora. Para los amantes de leer historia fuera de los libros de texto y las cauces académicos habituales. 

 


 

viernes, 12 de noviembre de 2021

Reactivos

 Acción- reacción, si recibo doy, si me castigan, castigo, si los demás son idiotas, yo doy por respuesta, volverme tan idiota como ellos.

 Puesto que hay radicales, mi panacea para eso es apostar por otra radicalidad que se contraponga. Esa es la solución.

 Estas son las reflexiones que se deducen de opiniones como las que vierten supuestos intelectuales, cuando declaran que entienden por qué crece la extrema derecha, como consecuencia de las decisiones, acciones y excesos que toman los del signo contrario.

 O como decía mi abuela, ¿Si te digo que te tires por un puente, tu vas y te tiras?

 Quizá es que no damos más de sí, y que somos mentes simples, incapacitadas para reflexionar, mínimamente.

   Efectivamente, en este país no cabe ni un tonto más. Tenemos el cupo completo.

jueves, 11 de noviembre de 2021

Política fálica

 Dice Mónica Oltra en una entrevista aparecida en El Diario con fecha de ayer, que su formación ha elegido otras formas de hacer política, más amables, más horizontales y menos fálicas, y todo ello haciéndose eco de las palabras de Yolanda Díaz, trabajando en la línea y con el objetivo de construir Matria.

 Feminismo de nuevo cuño, de matiz ecológico y social.

 Para reflexionar, como si aquí se sólo se hiciese política por huevos. 

 No se si es correcto aunar masculinidad con falismo. Hay un componente sexual que según los casos,veo fuera de lugar. Como si hubiera formas de hacer política que fuesen machistas por el simple hecho de que las decisiones las toman hombres.

 Lo encuentro excesivo, exagerado.  No a emplear un único rasero. Mi respeto para todas las iniciativas que traten de potenciar la presencia de la mujer en todos los ámbitos, no sólo lo encuentro justo, me parece necesario, pero sin que ello suponga menoscabar a nadie. Este lenguaje tan contundente, tan lineal, tan tópico, terminará por  ofender a quien no tiene porque sentirse así, porque es aliado inprescindible en la causa de la  igualdad, que es el objetivo último que persigue todo feminismo que se precie como tal.

  

 

 

miércoles, 10 de noviembre de 2021

Educación sentimental

 Nueva comparecencia del presidente del gobiero en el hemiciclo de la Carrera de San Jerómino, y nuevo debate bronco, lleno de reproches y acusaciones por parte de unos y otros. La lucha entre opuestos de la que siempre presumió Maquiavelo, adquiere en ocasiones tintes tabernarios en las instituciones representativas de la democracia española.

 De entre todas las argumentaciones que han aflorado esta mañana, llama poderósamente la atención la que ha comentado, a vueltas sobre la situación de la juventud en este país, el lider del partido verde con nombre de diccionario, para cuyos miembros, el actual ejecutivo tiene planes como la liberalización de la venta y consumo de la marihuana, o la intención de educar sexualmente en las aulas, sin educar sentimentalmente.

 Educación con valores. Parece de perogrullo que detrás de cualquier iniciativa de formación han de buscarse la prevalencia de unos valores que instruyan a los individuos en su condición de ciudadanos, pero esa ciudadanía, ¿También incluye a los sentimientos? 

 Creo que el debate da para mucho más que  una simple ocurrencia del señor Abascal, tan dado a lanzar máximas que calen entre su electorado. Sorprende en todo caso que afirmaciones de este calibre queden en agua de borrajas, como casi todo lo interesante que se dice en el Parlamento.

 En mi opinión las aulas no están para enseñar a la gente a querer, y menos aún a hacerlo como pretenden los miembros de la bancada conservadora, empecinados en divulgar sus postulados clásicos como punto de referencia comunitario. Una cosa es defender el derecho a la familia tradicional o reivindicarla como elemento sobre el que se sustenta una sociedad, y otra muy distinta es proclamarla como la única realmente válida y, por lo tanto, recomendada y enseñada en las aulas. Ya que andan tan preocupados por los sentimientos, les diría que pensasen en todos aquellos que no ven la vida como ellos, y que tienen todo el derecho del mundo a tener una visión de la familia y de la vida íntima ajena a los estándares tradicionales. Deberían andar más preocupados de que, en la enseñanza se enseñaran otros valores como, por ejemplo, el respeto. Sólo desde el respeto pueden ensalzarse los sentimientos, y todo lo que de ello se deriva.

 

martes, 9 de noviembre de 2021

Andata e ritorno

 Otros cuatro días fuera. Fruto de un puente desacompasado. En vez de muertos, celebramos la Almudena

 Cuatro días de asueto, con doce horas de coche  y más  de mil kilómetros  de autopista. Me voy soltando en estas artes conductoras.

 Cuatro días de descanso, y vuelvo más cansado de lo que estaba, como ocurre  en todas mis vacaciones. Pero la vuelta es de reseteo puro, con la cabeza despejada y nueva. Pilas cargadas para el tramo final de año, hasta que las cansinas navidades vuelvan a cargarlo todo. 

lunes, 8 de noviembre de 2021

Carnaza

 Migrantes que son carnaza, arrojados a su suerte en mitad de la nada, perdidos en medio de la fría frontera entre Bielorrusia y Polonia.  Mecanismo de presión para evitar sanciones económicas, última ocurrencia del dictador Lukashenko

 Como ya hicieran en Marruecos y Turquía, personas que pasan a la primera línea de fuego, usados como medio de presión y chantaje. Otra forma de hacer política, eso sí miserable.

 Volverán las imágenes de niños muertos de frío, abandonados a su suerte junto a sus familias, buscando cobijo en la tierra de las oportunidades que menos oportunidades  da a los de fuera.

 Espectáculos del primer mundo. A veces uno se pregunta si de verdad no estamos en el tercero.

viernes, 5 de noviembre de 2021

Un grado

 Un solo grado

 Panel a oscuras, 

lleno de luces.

 Todas se van

Menos la del símbolo de escarcha.

 Frío intenso que cala los huesos 

y congela motores.

 Ni a sesenta grados

 revoluciona  en autopista,

más allá  de Pueto Lápice,

¡Buen trecho es!

Sea Dana,sea episodio de frío polar

Sea lo que sea,

 El frío ya está aquí,

Y ha llegado para quedarse.

 Cuatro meses quedan de oscuridad,

y bajas temperaturas.

Habrá que agenciarse lumbre. Habrá.

jueves, 4 de noviembre de 2021

Multas progresivas

 ... Y a vueltas con la Ley Mordaza, a la que también pretende sustituirse como la que auspició la reforma laboral de 2012, los partidos de la coalición gubernamental han pactado en la nueva Ley de Seguridad Ciudadana que, entre otras cosas contempla la progresividad de las sanciones, que se deriven de ella, o dicho de otro modo: a igual acción punible, se pagará una cantidad u otra como sanción en función del poder adquisitivo del que disponga cada cual.

 ¿Esto es legal?, ¿ No conculca algún principio fundamental?  Corren tiempos de leer a especialistas y leguleyos, para informarse y terminar de formarse una opinión. Y que hable la ley.

 

 

 

miércoles, 3 de noviembre de 2021

Paranoias colectivas

 Nuevos episodios de acopio de alimentos básicos, entre los que no falta el siempre presente papel higiénico, (no deja de ser sorprendente la importancia que le damos a limpiarnos el culo, da para que estudios científicos analicen el caso), vienen registrándose en los últimos días. Motivados, tal y como era de esperar, por nuevos rumores que acrecientan el temor de la gente. El ultimo viene motivado por los supuestos indicios que apuntan a la posibilidad de que se registre un apagón masivo, que deje nuestras vidas a oscuras, con todo lo que eso conlleva.

  No hay nada más humano que el temor, como ocurre también con la duda  y tantas otras características/debilidades que ponen sobre la palestra esa falibilidad que nos caracteriza como seres humanos. No por ser vulnerables dejamos de ser menos hombres, y reconocerlo no sólo nos engrandece, sino que es el primer paso para superar obstáculos; sin miedos no hay espíritu de superación, ni cambios que redunden en mejoras. Sólo de las miserias vienen los avances, allí donde hay oscuridad, se da el primer paso para que venga luz.

 La historia de la humanidad es la historia de sus temores, fundados o no, procedentes de causas objetivas o alimentados como bulos a conveniencia. No hay evolución posible que deje atrás este elemento como causa principal, como agente forjador.

 Somos lo que el miedo hace de nosotros, y cómo lo gestionamos. Páginas en blanco por escribir, dependientes de pulsión, pura y dura.   

 Ayer fue el temor a una guerra que se globalizase, hoy vendrá a cuenta de un posible apagón, y mañana será por otra razón o causa.  Siempre habrá argumentos que alimenten nuestras paranoias colectivas, esas que se hacen bola y generan aludes de los que es difícil salir indemnes o aislarse. Hasta que se aprende a vivir con ellas, y de ese modo, pasan a fase olvido, más pronto que tarde. Y a otra cosa. Punto y seguido.

martes, 2 de noviembre de 2021

Mascaradas

 Ahora sí, ahora no. El acuerdo que parecía lejanísimo hace apenas unas horas, ahora es un hecho incuestionable, y  las trifulcas y roces de días pasados dejan paso a otra muestra de unidad. La derogación de la reforma laboral de 2012, ya está en marcha, aunque queda por ver en qué términos y circunstancias. Seguimos apuntados al sistema de lanzar el órdago sin mostrar las cartas. Puro marketing.

 Y así todo. Y lo que nos queda. La coalición de gobierno sigue con sus habituales teatrillos, para dejar satisfechos a sus respectivas masas electorales, que no terminan de fiarse del otro, pero aceptan de buen grado la cohabitación, en aras de dejar la poltrona de La Moncloa lejos de las posaderas de la derecha rancia.

 Están en su derecho. A fin de cuentas la política es ante todo, estrategia. Pero de todo se cansa uno, hasta de tener miedo a que venga la ultraderecha, principal elemento valedor de la coalición de gobierno vigente.

lunes, 1 de noviembre de 2021

Pandemia

 Lleva cerca de dos años en ciscurlación, desde que fuera publicado, durante el mismo mes de marzo de 2020, en medio del inicio de todo el tinglado.

Leerlo con casi año y medio de distancia, le da al texto una perspectiva interesante, una proyección que permite analizar muchos elementos de la crisis sanitaria en que nos hayamos aun inmersos.

 Hay en las páginas de Pandemia, de Slavok Zizek, (Nuevos cuadernos Anagrama), un canto desesperado, una especie de alerta a modo de S.O.S. lanzado en los peores días, llenos de incertidumbre, donde hasta la crisis de suministros más básicos, dejaba en el aire todo. Las dudas sobre el alcance real del virus, la satiración de las asistencias sanitarias, y la adopcion de medidas drásticas nunca antes vistas como la de confinar a la gente en sus casas, generaban un clima de pesadumbre, pesimismo y tristeza, mucha tristeza.

 En su afán de poner nombre a las cosas y de tratar de buscar soluciones, Zizek, apuesta por instalar una especie de comunismo de estado, motivado por las circunstancias, donde las tradicionales reglas de mercado queden suspendidas sine die, en aras de alcanzar un grado de colaboración necesario y decisivo para hacer frente a la crisis y sus consecuencias.

 Parte de ese ideario se ha puesto en marcha con la implementación de los ERTES que han permitido a muchas personas burlar las colas del paro, amortiguando en la medida de lo posible las consecuencias económicas del cambio forzado de hábitos, que como bien dice el autor, han desmontado a industrias como la turística, pero otras en cambio como la cesión de las vacunas a los estados para su distribucion masiva, sin contar con las compras necesarias a los laboratorios que las han elaborado, han ido por un camino muy distinto del que sugiere su autor, y es que las nuevas relaciones de solidaridad desde las que construir la nueva realidad, parecen haber tomado caminos muy diferentes.

  Seguro que si Zizek escribiera esta misma obra en estos momentos, manifestaría puntos de vista un tanto diferentes, aunque muy probablemente insistiera en el argumento de que algo tendremos que aprender de lo vivido estos meses. Sólo falta saber el qué, tan dados como somos a apuntarnos a lo de la memoria de pez.