Motivación existencial

Ricón para pequeñas reflexiones ahora que las puestas de sol se ven desde los cuarenta...
por Dondo Moreno




viernes, 18 de octubre de 2013

Malos Hábitos Consistoriales

 A veces observa uno, no sin sorpresa, cómo determinadas noticias que nada tienen en apariencia en común, salvo cierto trasfondo que de un tiempo a esta parte parece atormentar los corazones y cabezas ya de por si maltratados por otras cuestiones en estos lares, caen como en cascada en periodos de tiempo escasos, generando una imprevisible cortina de opiniones que no hacen mas que alimentar el ya de por si caldeado ambiente político.

 En apenas unas horas tuvimos conocimiento de la decisión tomada por parte del Consistorio de Barcelona de eliminar de la cabecera de una muestra fotográfica la foto de un torero tratando de colocarse la montera en la cabeza. Acto seguido salió a colación la entrevista realizada a un cantautor catalán de corte subversivo e inclasificable, en la que soltaba alguna suerte de exabrupto en contra de la patria grande,siendo el mismo motivo de cancelación por parte del Consistorio de Gijón, de la actuación que iba a realizar allí en esas fechas.

 En apenas unas horas, casi habría que decir unos minutos, a tenor del escaso periodo de tiempo transcurrido entre la divulgación de una y otra noticia, por internet, cuya capacidad de generar noticias en tiempo real convierte a quien pretende estar informado en un auténtico ludópata del teclado y del ADSL, ambas noticias se hicieron hueco entre las controvertidas consecuencias del desbloqueo del presupuesto de la administración americana y otras bagatelas con que la actualidad tiene a mal obsequiarnos de un tiempo a esta parte; y es que el tema catalán no solo levanta pasiones si no que, vende como pocas cosas lo hacen ahora, hasta el punto de copar portadas, generar argumentos a todo tipo de tertulias y estar en boca de casi todos en la calle.

 Sin embargo no es del tema catalán del que toca hablar en esta entrada, sino de ciertos hábitos adoptados por políticos de distinto signo y ubicación a la hora de hacer frente al hecho de encontrarse con algo que no es del gusto de los mismos.  Tanto unos como otros han optado por quitarse el problema de en medio eliminando la foto en uno de los casos y cancelando la  actuación programada en el segundo de los mismos. Ante tales reacciones se me ocurren algunas reflexiones.


1. ¿Piensa el político encargado de decidir en el gusto u opinión de aquel a quien representa? No deja de ser sorprendente la actitud cada vez mas descarada de buena parte de nuestros dirigentes de erigirse en portavoces de nuestros intereses y cuando les conviene escurrir el bulto a toda costa. Ese cierto torno paternalista de decirnos qué debemos y qué no debemos ver no sólo extralimita sus competencias políticas si no que sale incluso de sus responsabilidades cívicas.

2.- ¿Es legitimo que en virtud de las competencias establecidas por los cargos a los que se accede tras conseguir el acta de edil de un consistorio, se pueda eliminar, poner o quitar iniciativas que tienen por objeto divulgar una forma de ver una ciudad a través de unas fotografías, con la que bien se puede no estar de acuerdo, o eliminar de la cartelera un concierto de música según las opiniones expresadas por el autor del mismo?


 Lo cierto es que se han edulcorado ambas iniciativas culturales, porque música y fotografía son cultura; Que un alcalde considere que una fotografía no se corresponde con la cultura de su ciudad o que las declaraciones de un músico son un desprecio a sus ideas, a las de todos, no son suficientes argumentos para justificar las cancelaciones de ambas manifestaciones. Todo es discutible pero no hasta el punto de utilizar el mandato que se ha recibido para poner y quitar según convenga al que ocupa el mando en el consistorio. Ambos actos son actos de censura y de menosprecio hacia una ciudadanía a la que no se debe tutelar y si dejar expresar con su opinión lo que ambas manifestaciones significan, siendo ellos mismos los que deben juzgarlas, asistiendo o no a las mismas y declarando si han sido de su gusto o no.

 Bien harían los políticos de nuestros municipios en dedicarse a realizar aquello para lo que les han elegido los ciudadanos y que en el caso de la política municipal no es otra que ocuparse de los problemas reales de una ciudades que en este país son un quebradero de cabeza a tenor de los elevadísimos niveles de deuda y los altos índices de corruptelas institucionalizadas. Otro signo más de la necesidad de una renovación que va mucho más allá de cambiar unos dirigentes por otros.

viernes, 11 de octubre de 2013

Necesidad de gestos

 Comentaba hoy Felipe de Borbón y Grecia, Príncipe de Asturias y a la sazón  heredero a la Corona del Reino, en un foro de emprendedores celebrado en Madrid, en lo que parece un intento de transmitir un mensaje de optimismo y confianza, que es necesario no esperar que otros nos resuelvan los problemas que tenemos delante.

 No es mi intención cebarme con mis comentarios en la otrora mejor institución valorada del Estado y ahora convertida en casi la más denostada; sería un gesto que sin duda podría ser considerado de oportunista, demagogo y demasiado fácil a tenor de la cascada de comentarios críticos que la familia real despierta de un tiempo a esta parte. Sin lugar a dudas la figura del heredero va aumentando a pasos agigantados como consecuencia de la cada vez más frágil salud del Jefe de Estado, cuyo lento declinar no solo viene propiciado por su avanzada edad. Un sin fin de pequeños escándalos de índole doméstico han socavado la credibilidad de una figura que hace bien poco parecía intocable.

 Desconozco cual puede ser la estrategia adoptada por la Casa Real y su pléyade de asesores encargados de orientar al monarca en sus decisiones a corto y medio plazo. Tratar de hacer más transparente la institución en sí, con la publicación de más datos relativos a las cuentas que la sustentan, así como no entorpecer las iniciativas que desde el arco parlamentario vienen sosteniendo la necesidad de regular la figura del sucesor a la corona, no siempre con éxito, son un buen punto de apoyo con el que iniciar el camino.

 Con los debidos respetos tales iniciativas son muy insuficientes. Más aún a tenor de los resultados que la investigación del Caso Noos está deparando. A grandes males siempre dijo el refrán que había que oponer grandes soluciones y eso es precisamente lo que está demandando el país en aras de alcanzar una estabilidad institucional que sirva de soporte y apoyo a la recuperación en otros ámbitos, especialmente el económico.

 Como decía, es la hora de los gestos, de los grandes gestos. Haría bien el monarca en anticiparse en sus acciones a las conclusiones que puedan deducirse de la investigación judicial que afecta de lleno a su familia. La renuncia a los derechos dinásticos de la hija casi imputada por los tribunales, y por extensión de todos los integrantes de la llamada Familia Real, solo reversibles en caso de necesidad institucional, la derogación de la norma que da prevalencia al varón en los derechos de sucesión, así como la presentación de un plan de transición que acabase con la renuncia al trono en favor de su hijo Felipe VI, podrían entrar en esa suerte de grandes gestos que permitirían a la Monarquía en España asegurar su permanencia.
 
  Habla el heredero de no esperar a que nadie nos saque las castañas del fuego, como diría el vulgo. Que empiece por aplicarse él mismo y en especial su ínclito padre, el cuento. Cuanto antes comience a resolver los suyos propios antes volverá a recuperar la autoridad que sus actos y decisiones parecen haber perdido, sirviendo de referente a un país que necesita de esos apoyos para volver a tener estabilidad.