Los vencejos

Cinco y veintisiete de la mañana. Abro el ojo. Apenas si queda media hora para que suene el despertador y su toque de diana. En otras circunstancias me daría la vuelta para remolonear un poco más, a sabiendas de que no volveré a dormirme, pero esta vez, me levanto raudo. Voy a la cocina y me preparo un buen café antes de comenzar.No voy a esperar a la tarde, cuando vuelva de trabajar, para rematar la faena. Me pueden las ganas de saber qué pasa.

 Día treinta y uno de julio, al fin. Cuando apenas llevaba un tercio del libro allá por el mes de marzo, coincidiendo que el momento de lectura se ajustaba con la fecha precisa del calendario, decidí continuar la lectura del libro a capítulo por día, dejando que las hojas del amanaque fueran cayendo hasta la última entrada con fecha de la narración el día de hoy.

 Así escrita, como un diario, modo que he adoptado como referencia de lectura, con la tensión añadida de conocer por fin el desenlace de Los Vencejos, (Editorial Tusquets), he comenzado la mañana y la semana, terminando una trama intimista y profunda que narra la cuenta atrás de un profesor de filosofía de instituto, que decide poner punto y final a su anodina vida, con fecha fija en el calendario.

Ambientada en las calles de Madrid, en uno de sus barrios con más solera, el de La Guindalera, Fernando Aramburu, construye esta historia áspera, dura y anodina, en la que las dosis de realismo se suceden página tras página en la figura del protagonista, profesor trasnochado e indolente al que se le han terminado las ganas de vivir.

 Con la compañía de su gran amigo, marcado físicamente y mentalmente tras ser una de las víctimas del 11M, que le supuso la amputación de una pierna,la de su hijo, un adolescente taciturno y descarriado que pese a todo siente apego por su padre, marcando distancias con la madre, de una antigua novia, con la que coincide por el barrio, vieja solterona que nunca se olvidó de él y su perra, fiel y leal amiga, Aramburu contruye esta historia de reflexión existencial donde la vida se muestra en toda sus vertientes: familia, amistad, trabajo, expectativas, confluyen generando un crisol de posibilidades con el que sentirse identificado.

 Decía Aramburu que con la escritura de Los Vencejos, sentía que saldaba una deuda pendiente con Madrid. A fé que lo ha conseguido y de manera magistral. 

 

 

 

De segunda

 Escucho hoy en la radio que prácticamente la totalidad de la Isla de la Gomera, salvo el aeropuerto, el hospital y otras dependencias básicas, que funcionan con grupos electrógenos propios, diseñados para contingencias como ésta, están a oscuras desde hace más de un día. Un incendio en la central eléctrica de El Palmar, ha dejado inutilizadas la totalidad de las instalaciones, cortando de raíz el suministro de tan preciada energía.

 Horas y horas a oscuras, sin poder abrir negocios. Incontables las pérdidas materiales que harán mella en la siempre delicada economía de una isla pequeña. Resulta sorprendente comprobar que no haya un plan b para situaciones como ésta, que convierten a la isla y a sus habitantes en rehenes indefensos ante situaciones inesperadas.

 Sólo los que venimos de las islas entendemos la situación, esa sensación de desamparo, de sentirse de menos cuando acontecen cosas como éstas. La distancia con la península se hace por momentos más extensa, los traslados complican todo y hacen más difícil regenerar, reponer y activar cuanto antes la situación, ante un fenómeno imprevisto con consecuencias demoledoras.

 Sin menosprecio a nadie, los dos archipiélagos y Ceuta y Melilla tendrían que tener las instalaciones más completas, punteras y menos dependientes del país; las condiciones geográficas obligan a ello. Instalaciones que son de todos, puesto todo el que vaya de visita o viva allí puede hacer uso de las mismas. Sólo con ese sistema de competencias básicas, se eliminaría esa sensación eterna, de ser ciudadanos de segunda.

 

Climatología para legos

 Año de avispas, año de avispas y ventiscas, dicho que ningún profesional de la climatología aceptaría de buen grado, o no al menos como conclusión de una evaluación rigurosa. Hay quien con esta afirmación refranera augura un invierno difícil, que incluso puede anticiparse a lo largo del final de este próximo mes de agosto.

 Sigue gran parte de la comunidad científica en pie de guerra contra actitudes e informaciones como las que está proporcionando el joven, que está consiguiendo notariedad en redes sociales gracias a sus pronósticos sobre el clima, basados en la observación del comportamiento y hábitos de los insectos. Entomólogo aficionado por momentos, busca la manera de anticipar cómo va a desarrollarse el tiempo en las fechas venideras.

 A mi todo esto me retrotae al pasado. Me recuerda a muchos días de domingo con mis abuelos, días como hoy, en que llenábamos la nevera con hielos y bebida, al tiempo que en una bolsa de hule metíamos las viandas que nos iban a servir de sustento en la jornada. Días largos de mesa plegable, partidos  con la pelota interminables y excursiones por el río para bañarnos y buscar culebras.

 No era infrecuente encontrar en muchas de esas excursiones a gentes del campo,pastores con su rebaño, cuya sabiduría, ajena a cualquier libro, era capaz de anticipar cómo iba a desarrollarse el tiempo el resto del día; bastaba con ver la dirección que traía el viento o mirar al cielo para asegurar si habría sol en toda la jornada o deberíamos guarecernos en el coche a salvo de un posible aguacero.

 Sabiduría ancestral que siempre ha tenido mi respeto, por cierta y, lo que es más importante, ajena a cualquier tipo de notoriedad, como acontece hoy en día con este mundo narcisista en el que las redes dan voz y eco a quien no necesariamente hace méritos para ello. 

 Dicen que Jorge Rey, así se llama el protagonista de esta historia, supo anticipar a Filomena hace hoy algo más de dos años, cuando aún estabamos saliendo de los descalabros de la pandemía en sus peores momentos.  Tiene mis simpatías pero con límite. La sabiduría sobre el terreno, puede ser un aporte adicional, pero no puede sustituir en ningún caso a la información que un satélite meteorológico puede proporcionar desde las alturas. A fin de cuentas se trata de que la correcta interpretación de los datos, nos de las pistas necesarias para antiparnos a lo que pueda venir y en climatología, con todos sus medios, eso no es tan obvio como pueda parecer.

 

Tía Felisa

 Hoy toca darse una vuelta por el pasado, en tono de nostalgia. Gracias a la magia de Youtube, y tras ver en un periódico una mención a una actriz española de los años sesenta, de forma aleatoria han dado mis pasos con el famoso anuncio de Dash, protagonizado por Laly Soldevila.

 En él la enérgica Tía Felisa, interpretada por la malograda actriz catalana, muestra las bondades del detergente a su sobrina, limpiado unas colchas de cama.Por espacio de un minuto, lo que equivaldría hoy en día a un publireportaje, (los anuncios estandar son de veinte segundos), se cuenta al espectador cómo usar el producto correctamente con un tono cómico y decidido que hace la reproducción del anuncio, en blanco y negro, una delicia.

 No deja de ser curioso que una actriz polivalente y versátil, capaz de compaginar papeles de comedia con interpretaciones de tinte drámático, con esas tablas que da el haberse curtido en el teatro, alcanzando la nada desdeñable cifra de cerca de cincuenta películas en su filmografía, haya alcanzado la gloria del recuerdo por un papel corto de anuncio de televisión.

 Con apenas cuarenta y seis años, un cáncer se la llevó, dejándonos huérfanos de esa voz dulce y aflautada que con tanta frecuencia asoció a papeles amables y secundarios, pero llenos de gracia y cariño, tal y como el gran público supo, sabe y sabrá reconocerle.

Anuncio de DASH:

 https://www.youtube.com/watch?v=S-YyU0aj_YI 

El sueño de los justos

 Quien me conoce sabe que soy un librófilo compulsivo, apasionado del libro en papel, que almaceno con mimo y cariño, hasta el punto de que me duele en el alma ver un ejemplar con la portada doblada o las hojas arrugadas. Muchas de mis últimas adquisiones, tras ser leídas, duermen el sueño de los justos en las estanterías de mi biblioteca, si bien podrían volver al estante de la librería donde fueron comprados, ya que no se nota que nadie los haya manoseado o pasado sus páginas. 

 Como si fueran seres vivos, a los que hay que tratar con mimo y cuidado, así me manejo yo con mis libros.

 Hoy aprovechando las horas libres que la empresa me da los viernes, he bajado al trastero en busca de material que incorporar a mi nuevo chamizo, que poco a poco va adquiriendo el formato de un hogar en toda regla. Paso cada vez más horas en él fruto del teletrabajo y la necesidad de irlo poniendo a mi gusto termina por hacer el resto.

 Hoy de las cajas que quedan en el sótano del edificio, he rescatado otra joya que lleva más de veinte años esperando ocupar un lugar destacado en mi casa. Un papiro regalo de mi amigo Juan, en su visita a El Cairo, que tiene las horas de espera contadas. En un rato me acercaré a una tienda cercana a comprarle un buen marco y ocupará un lugar destacado en la decoración de la casa. 

 A veces me sorprenden un poco estas cosas, cómo llegamos a guardar durante mucho tiempo, objetos que no terminan de encontrar su sitio en nuestra vida, hasta que eso cambia en un momento dado y no necesariamente fruto de una decisión meditada. Quien sabe si ese papiro ha permanecido guardado todos estos años hasta hoy porque ese era su destino: envejecer y volverse añejo, a imagen y semejanza de los viejos legajos que en su momento encontraron los arqueologos y que son oro en paño. 

Spacey

 La última vez que lo vi actuando en una pantalla fue en un anuncio de coches, haciendo las veces de presidente de su país al tiempo que ensalzaba las virtudes de un vehículo de fabricación francesa. De eso hace ya unos cuantos años.

 Al poco salió el escándalo, la de ser acusado de hasta diez delitos sexuales entre los años dos mil uno y dos mil trece, todos ellos en Reino Unido.

 Ayer, después de muchas sesiones y meses de instrucción, el actor de sesenta y cuatro años ha salido absuelto de todos y cada de los delitos de los que se le acusaba. El jurado, tras más de doce horas de deliberaciones, ha desestimado las pruebas presentadas contra él como elementos inculpatorios.

 Kevin Spacey el depredador sexual, como lo han catalogado algunos, trasladando a la realidad así una de sus caracterizaciones más brillates, la del asesino en serie de Seven, resulta que es un ciudadano que no se salta las normas, más allá de la de ser un ligón promiscuo, como el mismo se ha definido sin pudor alguno. Como sucede en todos los juicios, habrá quien no lo creerá inocente nunca, veridicto tradicional de los juicios populares paralelos. Pasan los años, pero sigue pululando la mojigatería cuando de acusaciones de este calibre se trata.

 Son los tribunales y sus sentencias los que, ajustados a derecho y a la verdad de las evidencias que se aportan, deben condenar o no. El daño al que se ha sometido al interpelado a lo largo de todos estos años, es algo que no podrá ser compensado de ninguna manera, ni siquiera con el veredicto de inocencia que debería permitirle continuar con su vida personal y profesional, huérfana de proyectos, ya que nadie quiere contratar a un acusado de delitos de este calibre.

Cambios

 ...Donde antes iba a derogarse el Sanchismo, ahora emerge la figura de un líder de partido mayoritario que debe facilitar la investidura de la lista más votada.

 Qué cosas tiene la vida.  A la sonada bajada de pantalones de la nueva presidenta extremeña, se une ahora la tibieza con la que se emplea el líder del PP para dirigirse al Presidente del gobierno saliente. El mismo que pide que el más votado gobierne, alimenta gobiernos donde eso no ocurre, como son los casos de Canarias y Extremadura, por citar algunos.

 Incongruencias. Me pregunto cuántos votos han costado algunos de los mensajes contradictorios que ha repartido el principal partido de la oposición en esta campaña. Como siempre ocurre, cuando se quiere estar a todo, al final, no se alcanza nada.

 Harían bien en las filas populares en hacer examen de conciencia política y revisar los errores que han cometido y que han costado los suficientes apoyos como para perder los siete escaños que necesitaban para poder gobernar. También harían bien en preguntarse qué clase de fórmula deberían estudiar para concentrar todo el voto de la derecha en una candidatura. Once millones de votos van a pasar a la oposición por la cabezonería de algunos en votar verde rebotado, en vez de tener claro que con la dispersión siempre se alimenta y da vida al adversario.

Postres

 No hay que dejarse nada para los postres. No por ser dulces entran bien, nada te garantiza que no tengas empacho. 

 Así pensará alguno por la Calle Génova, que después de darse un homenaje con un buen primer plato, quedó  menos satisfecho con el segundo y ha terminado por tener postre que tenía un pastel sin guinda. Sal de frutas para ayudar a hacer la digestión.

 Tan originales podemos llegar a ser, que un prófugo perdido en medio de una batalla judicial que va perdiendo y que le acercaba a la carcel en apenas unos meses, ha visto como sus siete escaños en el Congreso son el pasaporte necesario para su amnistía. No creo que a estas alturas de la película nadie sea tan ingenuo como para creer que no va a haber investidura con los votos o la abstención del enemigo público número uno del Estado.

 Esto si que nos hace excepcionales, observar cómo se cruzan de manera inexorable, intereses estatales con aquellos que son meramente locales. El gobierno de la nación va a estar apoyado por hasta cuatro fuerzas políticas que apoyan en  mayor o menor grado la independencia. Pinta más en España quien menos cree en ella. Paradoja total.

 Este es el dulce de leche agria que los vencedores están degustando. Nunca antes una victoria había sido tan rara, tanto, que no merece el apelativo ni de pírrica. Vencedor segundón, toda una novedad teórica.

 

Resaca

 Resaca de garrafón, doblemente dolorosa y paralizante un lunes por la mañana. Paracetamol y mucho agua para empapar un estómago que sigue como un estropajo.

 Después de una semana de fiesta, la que empezó tras el cara a cara entre los dos candidatos con más posibilidades, el domingo electoral ha arrojado un cubo de agua fría al aspirante, incrédulo al saberse ganador, pero sin suficiencia como para investir un gobierno, según los procedimientos.

 Y eso que han recuperado cuarenta y siete escaños y más de tres millones de votos, perdidos en veleidades naranjas y resabiados de verde, a los que sólo han conseguido rebañar medio  millón de papeletas.

 Sánchez el de las siete vidas, ya le llaman algunos así; habría que preguntarse cuántas de esas vidas son demérito de sus adversarios. No es que lo hayan dejado vivo, es que encima, va a arrogarse la vitola de líder de la excepción iberica, esa misma que igual que baja el precio de la energía, mantiene fuera a la ultraderecha de La Moncloa. 

 Pensábamos que nos iríamos de vacaciones, al fin, pero no. Queda mucha tela que cortar. Áspera y abrupta, así se presume que comience la décimoquinta legislatura, abocada a unos pactos sangrantes, que van a rentabilizar cada voto que ofrezcan sus donantes a la nueva coalición de gobierno.

Fin de campaña

 Por fín. Esto se termina. Esta noche a las doce habrá acabado oficialmente la campaña electoral,la primera en verano, antesala que dilucirá la próxima mayoría de gobierno en la que será la XV legislatura.

 Campaña del barro, de reproches continuos y trapos sucios de mirar al pasado y mentar todo lo rastrero que se pueda mentar. Otro episodio más a sumar en la espiral de tensión en la que se ha convertido la política desde que los extremos tiran de la cuerda y marcan la agenda y los programas.

 Mal nos ha ido en este país cuando las cosas se han ido de madre. Demasiado caliente la sangre, acostumbrada a hacer antes de pensar. Malos tiempos para reclamar templanza y sosiego, ese que cuando se ha extendido ha dado pié a etapas de progreso y avances.

 El domingo tenemos la oportunidad de hablar claro con nuestro voto. Que la mesura vuelva y lo haga pronto. Un buen momento, el mejor de hecho,  es haciéndolo con el sufragio en la urnas.

Salvaje

 Es uno de los grandes valores que tienen para mi las redes sociales. Poder compartir material y ver el que otros comparten contigo. 

 Sigo unas cuantas páginas de fauna salvaje, especialmente en Facebook donde en una, por ejemplo, empleados de un zoológico juegan con cocodrilos de todos los tamaños. Acostumbrados a la presencia humana, se aproximan mansos a recibir un trozo de pollo como golosina, como si fueran mascotas domésticas al uso.

 Quizá porque veo a estos animales en una pose que no es la suya, el otro día me impactó muchísimo ver cómo un cocodrilo gigante enganchaba por la cabeza a un leopardo que se acercó a las aguas de una ciénaga buscando agua para beber. Sorprendido en su intento de hidratarse, en apenas unos segundos se vio arrastrado al fondo de la balsa de agua, donde muy probablemente llegaría ya muerto, después de recibir la tremenda dentellada que a la altura del cuello le impidió poder maniobrar para defenderse. Repentínamente esos reptiles draconianos y mansos volvieron a su auténtica naturaleza, la del estado salvaje que yo estaba obviando con estampas tiernas y dóciles.

 Da para reflexionar cómo el visionado continuado de según qué información puede llegar a abotargar nuestras entendederas.  Un cocodrilo nunca será un perro, por más que nos quieran dulcificar su imagen, de animales en cautividad que no maniobran en consonancia con su condición natural.  Con cuántas otras cosas que veo en este tipo de sitios, no me estaré creando una opinión que no se corresponde con la realidad. En guardia siempre con el espíritu crítico, sin él estamos abocados a ser simples marionetas. Como con el alcohol, mejor apostar por el consumo saludable y razonable de las cosas.

 

Fluír

 Es de esas palabras que ahora se oyen mucho, tan necesitados como estamos de encontrar vías de escape  y modos de relajación.

 Hay que fluír, meditando o haciendo yoga, dejando que tu cuerpo y tu mente se deslicen y lo hagan sin plan premeditado.Descargar todo lo malo, o, al menos, intentarlo.

 Cada vez que la oigo o la leo en alguna parte me da que pensar. Cuando me hablan de fluír siempre recuerdo a Heráclito y si famosa frase:  "No es posible bañarse dos veces en el mismo río, porque nuevas aguas corren siempre sobre ti".  

 Eso deja poco margen para la relajación y mucho  para el discurrir. Darle vueltas a las cosas aunque sea de un modo intelectual, sin aplicación directa sobre uno mismo, no parece el camino más próximo a la relajación y al dejarse llevar. Para mí fluír es pensar, es comparar ese río con la vida misma; permanecemos siempre en ella, pero no siempre nos bañan las mismas aguas, que unas veces vienen más limpias y otras menos.Fluír por el río de la vida es adquirir sabiduria, saber interpretar la corriente en cada momento, cuando es manejable y llevadera, o cuando es un torrente que nos arrastra y nos baja sin darnos margen para redirigir la dirección.

 En fin, buscaré otra palabra con la que aplicar los buenos consejos que las prácticas físicas y mentales me traen practicando yoga. En vez de fluír mejor emplearé la palabra abandonarse, especialmente si ello implica dejar la mente en blanco y no pensar. De eso se trata.

A la sombra

 A la sombra.

 Benditas rejas en forma de persianas, que permanacen bajas hasta el ocaso del día, prisión que no es penitencia sino oasis, dejando afuera los inclementes latigazos de un lorenzo cruel.

 Veranos que nos tienen a oscuras, limitando al máximo las salidas, salvo por obligación. Todo se ralentiza, todo se apaga, al son de las chicharras con su soniquete denso y constante.

 Ni leer, ni hacer actividad física alguna, que no sea ponerse en remojo, aquel que tenga donde poder hacerlo. Bajan las pulsaciones. No hay manera de coger el ritmo cotidiano.

 Esto es el verano, lentitud, apatía, cansancio sin cansarse, porque no hay pié para ello. Es el encanto de lo incómodo y atosigante. 

 

La carretera

 ... Sigo en la carretera buscándote, 

al final del camino, te encontraré.

 Aceleré...

 Historias melancólicas, letra de una canción de Julio Iglesias, que por tramos, me acompañana por la A1, camino de vuelta a casa. Carpeta de temas escogida al azar, a través de una aplicación de internet que lanza cada canción a través de mi smartphone. Cada kilómetro acompañado por una historia, un relato de fondo, mientras la mirada sigue hacia delante, deslizando líneas de cal blanca tras los bajos del coche, que transcurre por paisajes, que a fuerza de verlos mucho, pasan de la novedad a la monotonía y de ésta a la indiferencia. 

 Nada como viajar sólo para encerrarse en los pensamientos propios, para darle vueltas a cosas que andan pendientes, para pergeñar retos nuevos.

 No sé si me gusta conducir o no, más si cabe con mi viejo Ford Fiesta, vehículo ya requilia, poco cómodo para grandes o medias distancias. Si sé que me gusta entregarme a mis meditaciones, en medio de la autopista y con la inspiración de la música de fondo, que hace que mi mente salte de un tema a otro, con el horizonte de fondo, móvil como si fuera una película.

  

Apocalipsis

 Siempre la asocio a donde debe, a esa parte de la Biblia que hace alusión al fin de la existencia, a lomos de esos cuatro jinetes que son una fuente narrativa inagotable.

 De Apocalipsis ha hablado la nueva presidenta extremeña en su investidura, cargando contra la nueva oposición de izquierdas, acostumbrada a llevar la batuta de mando en una tierra que, pese a sus muchos años de gobierno, legislatura tras legistura, no ha abandonado nunca el furgón de cola de la regiones de Europa, ni el dudoso honor de ser  la región más pobre de España.  

 Alegría y no discursos catastrofistas, dice la presidenta Guardiola que necesita esta tierra.  Sin duda los tiros van por su pacto con VOX, aquel del que renegó nada más conocerse el resultado electoral final y del que luego ha tenido que recular en aras de garantizar la mayoría gobernante en la cámara de representantes. 

 Sin duda que lo merecen los moradores de esta tierra de diáspora, volviendo a términos bíblicos, pues como ocurre en otras zonas del país, hay más gente viviendo fuera de Extremadura que dentro de ella. Tal vez algún día sea una especie de tierra prometida, que tenga un líder capaz de generar ilusión y riqueza y así  guiar a su pueblo de vuelta a ella. Tal vez. 

Correos

 Ayer tarde, después de dejar el coche en el parking de un centro comercial, subiendo por las escaleras mecánicas, pasé delante de la estafeta de correos que esta empresa suele tener en todas sus sedes. Habitualmente tranquila y poco concurrida, tenía en cambio a esas horas un larga cola de personas esperando para ser atendidas.

 Con un rápido vistazo a lo que portaban los allí presentes, pude percatarme de que la mayoría de esas personas tenía en sus manos el sobre con la documentación electoral para poder votar. 

 Desbordados, ante las insinuaciones de alguno de los candidatos, sobre si se estaba haciendo lo bastante desde la dirección de Correos, cargo de asignación política,  para atender la oleada de peticiones de voto diferido, ha salido ésta a la palestra para dar explicaciones y para arrojar toda una batería de números, indicando cuántas personas se han contratado como refuerzo del funcionariado, así como la ampliación del horario de atención  al público, hasta las diez de la noche.

 Era de esperar, que la convocatoria de elecciones en periodo estival iba a producir un atasco notable en las instalaciones de un servicio que, no sólo debe atender el voto por correo y su particular burocracia. Quien no hubiera previsto esto, muy ingenuo debía de ser, visto el grado de movilización que hay en determinados sectores, ansiosos de dar su opinión en las urnas sin renunciar a la playa. Es muy probable que la participación registrada el día veintitres tenga unos porcentajes altos, apoyados por la cifra récord de sufragios que se emitirán por correo postal.

 Pese a las insinuaciones, malas previsiones y quejas en general, sirvan estas líneas para agradecer a los funcionarios del oficio postal su dedicación y esfuerzo. Mal pagados y peor reconocidos, cumplirán con su deber del mejor modo posible y ayudarán a que el próximo domingo veintitrés, este país vuelva a tener un gran día, como lo son todos en que somos llamados a las urnas para ofrecer nuestra opinión.

 

Tren versus avión

 Siempre he pensado que el único camino que le queda a la izquierda para remozar y actualizar su ideario, pasa por coger al vuelo los proyectos del ecologismo político. Es el mejor modo de marcar terreno y de diferenciarse de la derecha, especialmente de la más moderada y amable, defendiendo proyectos que por su implicación y repercusiones económicas, echarán para atrás a aquellos.

 Sin duda irá a más y dejará incluso pequeña la Agenda 2030, aprobada en Naciones Unidas y de la que se están haciendo eco todos los gobiernos, en aras de conciliar las esferas económica, social y ambiental, dentro de un marco de desarrollo sostenible.

 Ese es el principal argumento frente a los liberales más ortodoxos, que ven difícil casar las políticas ambientales sin mermar las condiciones de prosperidad que se han de mantener y mejorar, si cabe. Detrás de eso que llaman negacionismo climático, no hay otra cosa que la búsqueda de preservar el status quo existente. Legítimo, sí,  pero quien sabe si irresponsable a medio y largo plazo.

 Propuestas. Muchas. Las que ya se conocen y las que vendrán. La última, la de primar unos medios de transporte sobre otros, eliminando vuelos en aquellos rutas que puedan realizarse por tren en un intervalo de menos de tres horas. Por proximidad, porque contamina menos, se busca limitar el uso del avión.

 En casos como este, los detractores vendrán de todos los rincones del arco ideológico; la comodidad no está reñida con las ideas, menos aún si lo que está en entre dicho son las opciones de ocio. En casos como éste, el ecologismo de izquierdas tendrá que ser más creativo, con propuestas asumibles y aceptadas mayoritariamente, lo que no es el caso en este extremo.  

Debate

 Decisión acertada, apagar la televisión y leer en la que, para más señas, ha venido a ser la primera noche de calor asfixiante. Asistir a debates en los que no se discute, es como ir a ver un partido donde no hay balón con el qué jugar. Para perder el tiempo se me ocurren unas cuantas cosas mejores que hacer.

 Como ya vengo haciendo de un tiempo a esta parte, me alimento del a posteriori, de las crónicas y opiniones que recogen los medios sobre lo acontecido ayer noche. Más allá de quien haya podido convencer más, la mayoría de las opiniones resaltan la falta de calado y de contenido de las dos horas de debate entre los candidatos, los dos de los partidos mayoritarios. Los que van a acabar gobernando.

 Porque todavía hay gente muy ingenua que cree que el bipartidismo ya no existe en este país. El sistema entero, está preparado para que sea así.

 El calendario sigue avanzando, ya queda menos para que el día veintritres, nos den cancha a los que sustentamos esto y dictemos sentencia con nuestras papeletas. Será entonces cuando empiece el verano, de verdad. La gracia de ampliar el curso hasta casi finales de julio tocará a su fin. Además de malos, no dan tregua; qué hemos hecho para merecer unos políticos tan mediocres.

 

 

Dilemas de verano

 Las bicicletas son para el verano. Así lo puso por escrito Fernando Fernán Gómez, en su obra de teatro, que luego fue llevada con gran éxito al cine por Jaime Chávarri.

 ¿ Para qué verano? ¿Para éstos de estos útimos años con temperaturas infernales? Escondidos hasta que la fresca nos saque de nuestros escondrijos. Picos de gasto de luz por cuenta de un aire acondicionado que se gasta a chorros. Vida de roedores, a oscuras o encerrados, con tardes eternas que no caen en su declive hasta las diez.

  

 Inevitable acordarse de la infancia, con esas tarde de siestas eternas y persianas bajadas, encerrados por culpa del Lorenzo inmisericorde, aburridos sin poder salir, sin poder bañarnos por tener guardar las dos horas de digestión, en la playa o la piscina. 

 

 Verano que se asocia a cosas buenas, pero no son pocos los incovenientes.  Cuesta creer que esperemos todo un año  a que lleguen estas fechas, para luego pasarlo mal.

Cacos

 Circular internal. Se ruega encarecidamente a los vecinos que extremen las precauciones en periodo estival. Objetivo, mantener a los cacos extramuros. La cantinela de todos los veranos.

 Amigos de lo ajeno que, para empezar, pueden darse un bañito antes de entrar a esquilmar los bienes de algún infortunado inquilino. Tan baja es la valla que separa el recinto que puede saltarla hasta un perro.

 Está bien pedir y dar consejos, pero antes, procura poner todos los medios de defensa de tus vecinos. Confiemos en el mejor de los métodos de disuasión, el movimiento continuo de vecinos por las zonas comunes.Ventajas de vivir en una comunidad colmena, populosa y siempre concurrida.

 

Herencia

 Cuánto juego da el derecho de sucesiones. Por sí solo es un tema literario de primera magnitud. Por una herencia se hace cualquier cosa, incluso se mata.

 Estos días estamos viendo un nuevo tipo de herencia, denominada universal. Se llama así porque la daría el Estado, a sus hijos menores de veintitres años. Un dinero a fondo perdido para que los beneficiarios inviertan sus emolumentos en formación o en el comienzo de una empresa laboral propia.

 Es, a día de hoy, una propuesta electoral, tan novedosa, que está consiguiendo eclipsar, incluso, los pactos del principal partido de la oposición en ayuntamientos y comunidades para asegurarse sus gobiernos. Que se apunte un tanto el miembro del equipo de  campaña de Sumar que se propuso aportar algo nuevo y que armara ruído; desde luego que lo ha conseguido, seguramente por encima de las expectactivas iniciales.

 Queda por discutir tanto la viabilidad de la medida, como el coste de la misma. En cualquier caso, redunda en esa corriente de opinión en la izquierda que considera que una parte de la renta que tenga cada cual, ha de venir ofrecida por las instituciones, méritos y labores profesionales al margen.

 Hay detrás de esa medida un cambio generacional en toda regla; la vieja meritocracia cada vez pierde más adeptos. Al menos por ahora. Igual algún día, cuando cambiemos de ciclo, cosas como están pierden fuelle o caen en el olvido.

 

Entre Pinto y Valdemoro

 Entre viñedos y uvas, tesoro del buen bebedor de vino. La Comarca de Las Vegas, la auténtica despensa de la comunidad de la Osa Mayor.

 Tajuña, Jarama y Tajo, que riegan y dan brío a estos campos, que no son sinónimo de duda, sino de riqueza, bien representada por unos caldos que siguen en fase de lanzamiento.

 Quien me lo iba a decir a mí, que iba, algún día, a escribir estas lineas entre Pinto y Valdemoro, en la zona oeste, donde el hospital. En balde, moro, te cansas; no insistas en invadir, mejor ven a quedarte, a residir y a aportar y a disfrutar de la tranquilidad  y los servicios que en más de veinticinco años de residencia, fueron pura ficción en el Foro. 

 Que lo que la oferta y la demanda separa, la arteria A4, lo una.

Presidente sin cartera

 Es una figura reconocible en los países anglosajones, la del ministro sin cartera, alguien que asume competencias sin ser titular de ningún departamento en particular.

 En estos días que son la antesala de la campaña electoral, no deja de llamar  la atención el trepidante papel activo que está jugando el ex presidente del gobierno, Jose Luís Rodríguez Zapatero, en defensa del candidato socialista a la reelección, Pedro Sánchez.

 Es una de las varias estrategias que está siguiendo el equipo de gobierno cesante, en su intento de recuperar votos que eviten la derrota el próximo día veintitrés de julio. Ataque a los pactos con la ultraderecha, a la opaca política económica del candito y aspirante, Núñez Feijoo y a la campaña de descrédito que sufre el presidente saliente, en eso que llaman derogar el sanchismo.

 Es en esta útima cuestión donde se está entregando sin reservas el ex-presidente Zapatero; insistiendo en la honradez y limpieza del nuevo candidato, al que no se le ha atribuído ningún caso de corrupción. Justa es la intención y legítimos los esfuerzos, pero muy probablemente los tiros vayan por otros derroteros. Esfuerzos baldíos que no cortan hemorragias.

 La coalición de gobierno y la permanente bicefalia de esta legislatura, han agotado a propios y extraños en un experimento que tan legítimo era como novedoso. Nunca antes un gobierno había tenido ministros de más de un partido, más allá de la inclusión de la figura de los independientes, ocupando ministerios sin estar afiliados. La composición de nuevo gobierno, con carteras carentes de funciones y presupuesto y la falta de sintonía entre los miembros del consejo de ministros, han hecho más mella en la credibilidad del equipo de gobierno saliente que las andanas que determinados sectores puedan cargar contra Sánchez y sus ya ex- ministros. 

 Opiniones para todos los gustos. Mientras el ex-presidente sigue con sus tareas sin oficialidad, pero con el oficio que le dan sus años de actividad institucional. Chico de los recados, que igual que pergeña un acuerdo de gobierno tras la repetición de elecciones y ofrece las competencias de trabajo y empleo a la parte correspondiente en manos de Unidas Podemos, sale en defensa del partido cuando hace falta, o de la honorabilidad de sus miembros y candidatos. Acostumbrados a ver a los ex-inquilinos de La Moncloa en sus pedestales y tribunas de oradores, llama muy poderosamente la atención la actividad sobre el terreno de quien debía estar ya casi retirado de la actividad política y electoral.

 Hay quien piensa que esto no es más que un suma y sigue, que Zapatero en realidad no se ha ido nunca y que su corriente de acción y pensamiento en el PSOE sigue muy viva, actuando desde la sombra cuando ha sido preciso; así lo parece a juzgar por las apariciones que ha realizado a lo largo de estos años de legislatura; asunto más que interesante que, entre otras cosas, ha servido para azuzar el fuego entre familias y sensibilidades dentro de la formación. En todas partes cuecen habas, dice el refrán, más si cabe, en un partido politico, familia donde los enemigos, normalmente suelen estar en casa y no fuera. Quizá el sanchismo deba temer más a los miembros de su partido, especialmente en determinados territorios, donde, sin duda, verían como un alivio ver fuera de los puestos de gobierno al todavía presidente.

 Lealtades. Qué caras se cotizan. Más en tierra de cainitas, como es ésta.

 

Chinchetas

 Comenzó el Tour de Francia, con la novedad de hacer rodar las tres primeras etapas por tierras del País Vasco. De las varias denominaciones que tiene esta parte del país: (Euskadi, Euskal Herría o Vascongadas), siempre me quedo con la de Pais Vasco, tal y como salía en aquel atlas escolar de mil novecientos setenta y ocho, donde las comunidades autónomas aún no existían.

 Un lujo, un privilegio y un homenaje, que la organización de la ronda gala dedica a esta tierra tan volcada siempre con el deporte de las bicicletas. Salvo para algunos, que han intentado boicotear el evento sembrando la calzada de tachuelas que han provocado, sólo y afortunadamente, pinchazos en algunos corredores.

 Ya sea por razones políticas o ecológicas, (el ciclismo en carretera goza de muy poca simpatía entre las asociaciones ecologistas), seguro que los discrepantes encuentran mejor forma de expresar su repulsa o contrariedad, sin hacer correr peligro alguno a los deportistas participantes. Las razones que puedan estar detrás, pierden legitimidad alguna por el empleo de estas formas. 

 

Arde Paris

"Detrás de ese incendio que te mueve,

 
No queda ni un invierno, ni un verano,

 
Detrás de ese incendio, dicen, que nadie puede escapar..."

 

Eso dice la canción de Ana Belén, una de las más recientes y curiosamente junto a Agapimu, una de las que más me gustan de una mujer a la que la vejez no le resta ni un ápice de sensualidad y belleza.

 

 Arde París, otra vez, con las calles llenas de una marabunta de gente protentando por la muerte de un joven a a manos de un policía. El final del tiempo gris que la cantante dice dejar de ver en su tema, está lejos de producirse en este nuevo episodio de protestas desaforadas.

 

 La capacidad de movilización del francés medio es un acontecimiento inédito que sociólogos, psicólogos y politólogos intentan explicar en su tiempo y contexto. El éspíritu de Delacroix y La libertad guiando a su pueblo, parece estar marcado a fuego en el ADN de un pueblo belicoso y reivindicativo, que excede las posibilidades de protesta de cualquier otro de su entorno.

 

 Las aguas volverán a su cauce. Hasta nueva orden. Retornarán las razones y argumentos que de cuando en cuando, retrotraen a la ciudad de la luz a los tiempos de La Comuna y sus barricadas. Si lo de genio y figura tiene razón de ser en alguna parte, es aquí.