Motivación existencial

Ricón para pequeñas reflexiones ahora que las puestas de sol se ven desde los cuarenta...
por Dondo Moreno




viernes, 31 de julio de 2020

Profesión de riesgo

Ayer viendo el numerito que montó Juan carlos Monedero en un programa de la cadena televisiva Cuatro, en donde afeba el trabajo a una reportera, por considerar que estaba haciendo mal su trabajo por recoger un testimonio que era falso, recordé por qué en numerosos informes es reconocida esta profesión como una profesión de riesgo.

 No solo porque puedan perder la vida en última instancia, por divulgar información que no conviene, ahora además es una profesión cargada de intrusismo extremo, ya que cualqueira que con un smartphone vaya pertrechado, puede sentirse tentado de dilvugar noticias, documentos, testimonios o imágenes in situ, de un hecho a través de la más grande agencia de noticias jamás creada en la historia: las redes sociales.

 No tienen asegurada la vida, tampoco el sustento, y para colmo de males, tampoco tienen credibilidad. No deja de ser sorprendente cómo la política, sea del signo que sea, siempre cargará las tintas contra el periodista, porque este diga algo que no le conviene, no le interesa, o pueda poner en tela de juicio su credibilidad; y es que el cuarto poder siempre será una mosca cojonera, que haga lo que haga solo puede inquietar, molestar y hacer daño.




 

jueves, 30 de julio de 2020

Bucle de calor

 Abres el ojo,

 Como siempre media hora antes

 aunque lo haces aturdido;

 por un momento no sabes dónde estás,

 giras levemente tu cuerpo

 y descubres que tus sábanas parecen 

 más bien un charco.

 Con la cabeza mirando hacia arriba

 entras en un duermevela

 y piensas, pero no sabes en que

 recuerdas cosas, pero no sabes cuáles

 Y suena el despertador.

 Vuelta a empezar

 aparece el bucle de nuevo

 otra vez aturdido,

 otra vez sin saber dónde reposas

 Y sigues en medio de un charco...

 

 Estos calores

 más que transtornar,

 te inhabilitan

 te transportan fuera de ti,

 Te hacen ser otro

 Sacan quizá lo que llevas 

 pero no sabes qué.

 Cosas del sueño

 mundo misterioso 

 verdad no reconocida,

 que el calor aún 

 complica y confunde 

 todavía más.

miércoles, 29 de julio de 2020

De charanga y pandereta

 País de charanga y pandereta. Ya nos lo advirtieron en verso, hace tiempo.

 Esa querencia por lo rancio, que con tanta frecuencia se confunde con castizo, lleva a esta tierra por los derroteros por donde los lleva.

 Por mucho que queramos lo contrario, seguimos siendo un país de cerrado y sacristía, obsesos en no querer mirar afuera y aceptar los cambios que sobrevienen, y seguimos abonados a los mantras y credos, aunque estos se promulguen fuera de los templos. Parece ser consustancial a la condición patria: ser devoto de una opción y defenderla con fruición y actitud cerril. Y buscar acólitos con los que sacarla a paseo, y con los que hacer frente a los que osan dudar de ella. Sin hacer piña no hay convicciones que valgan. Si no escoges tu trinchera eres un raro.  O estás conmigo o estas contra mí, qué clasico.

 Ya no somos devotos de torero alguno, y a María la adoramos a ratos aunque no por eso dejemos de tenerla en su pedestal, cubierta de mantos y joyas para que saquen fotos los turistas; pero seguimos siendo fieles a la afición de tener ídolos, cuya condición meritoria es cuando menos discutible. Abonados a referentes de paja carentes de méritos reales y eficientes. Siempre que prime lo superficial, esa que tan bien casa con el espíritu burlón que nos caracteriza...

Somos y seremos esa España inferior que ora y bosteza,vieja y tahúr, zaragatera y triste...


martes, 28 de julio de 2020

Doctor Simón

 No deja de ser sorprendente el grado de filias y fobias que despierta el epidemiólogo doctor Simón. Una parte de ellas, las que de hecho sólo tendrían que tener cabida, relacionadas a su gestión de la crisis sanitaria llena de muchas sombras, referentes a temas tan elementales como los abastecimientos básicos, o la gestión de los datos, que empañan un currículum brillante, curtido en experiencias en hospitales de campaña en sitio como Mozambique o Burundi ,o aquí en España con la gestión de la crisis del Ébola.  

 Sin embargo las críticas se ceban con él en otros aspectos, como su indumentaria, más bien desaliñada y repetitiva o su corte de pelo, que le daba apariencia de desaseado. Nada apropiado a priori, para transmitir confianza, más bien al contrario, redundaba en esa sensación de precariedad e improvisación que suelen acompañar cada una de sus comparecencias.  

 Para rematar la faena, su tono de voz, inestable, quebradizo, donde diferentes gallos acompañaban cada alución con la muestra de los datos, alejaba a sus oyentes del grado de confianza que una voz serena y firme podría conceder. 

 Definitivamente la comunicación es uno de los grandes puntos negativos de la gestión de la pandemia. El nombramiento de un portavoz sanitario, alguien con tablas, tal vez un peridista un periodista contrastado y  coordinado con el equipo de trabajo del doctor Simón, podría haber ayudado a generar menos dudas y menos inquietud entre muchos ciudadanos. 

 La última polémica se produjo ayer, en relación a un comentario suyo relativo a las decisiones de los gobiernos de Bélgica y Reino Unido, de desincentivar los viajes a España, tan importantes para el país en esta época del año por lo que representan para la economía. Desde luego habló un epidemiólogo antes que un político, al sincerarse diciendo que les hacían un favor cortando los flujos de entrada de personas, para controlar nuevas y posibles cadenas de contagios. ¿Falta de tacto, simple rigor médico, pura y simple sinceridad? 

 Maniobra de distracción, puede que involuntaria.


 Seguramente nos quede mucho por pasar antes de que alguno de los antídotos que están en fase experimental, nos permita salir del bucle en que nos encontramos. Si continua el Doctor Simón con nosotros en esta fase, no nos faltarán temas de conversación, ni chascarrillos. Es un valor seguro para el gobierno, una pantalla con la que aplacar las críticas de las que se libran otros, responsables últimos. El escudo protector del que se ha dotado el Presidente, es digno de ser comparado con el de la formacíon de tortuga de una legión romana.


 
 


lunes, 27 de julio de 2020

La hora de los hipócritas

 Antes o después tendré que ir a Atenas de visita, quizá sea mi primera gran excursión cuando éstas incertidumbres que limitan los planes de viajes y vacaciones se acaben de una vez. Y tal vez estando allí, in situ, me resulte menos difícil imaginarme que voy montado en tu Seat, camino de la Plaza Sintagma, cruzando los dedos para que el tráfico siempre denso de la capital griega nos permita avanzar. Desde luego que desayunaré en alguna parte un café con un croissant y esperaré a que me invites a tu casa para cenar los ya famosos tomates rellenos que prepara Adrianí.

 Pues sí, ni las lecturas, de Sócrates o Platón, ni los estudios del Partenón que hice en la asignatura de historia del arte, ni siquiera la siempre tentadora belleza de sus costas y playas me han animado tanto a visitar tu país, como leer tus aventuras, querido Costas Jaritos...

  La última entrega de la saga de novelas policíacas que firma Petros Márkaris, vuelve a introducirnos en el complejo mundo de la Grecia moderna, dúramente atacada por las crisis económicas. Empecinado en destilar en sus novelas una suerte de moraleja económico-social, Márkaris nos conduce a través de las investigaciones del Comisario Jaritos, en un serie de asesinatos con coche bomba, donde las víctimas son importantes personajes del mundo empresarial, de la administración griega y de las finanzas locales y europeas. Firmados todos los crímenes bajo pseudónimo, los asesinos hacen llegar los comunicados que explican los atentados a la televisión, para que los divulguen en horario de alta audiencia, escritos en letra de molde y a mano, desconcertando así a un cuerpo de polícía que tendrá que hilar muy fino para intentar destapar una trama tan rocambolesca como justificada en apariencia.

 Con su peculiar estilo directo, simple, carente de adornos, donde frases cortas ayudan a describir la acción para meterse de lleno en ella casi desde la primera página, Márkaris vuelve a firmar otro relato que bien podría ambientarse en cualquier otro país.  Y es que La hora de los hipócritas, (Editorial Tusquets), es una invitación a la reflexión colectiva de las prácticas empresariales, a los distintos modos de fraude que en diferentes niveles pueden llegar a realizarse y los modos de entender la solidaridad ciudadana que a menudo, están exentos de colaboración y sobretodo, de ideales colectivos.






viernes, 24 de julio de 2020

Ex-presidente sin cartera

La XIV legislatura que dio comienzo con las decimoquintas elecciones democráticas celebradas bajo el amparo de la Constitución de 1978, está siendo por muchas razones una legislatura diferente. 

 Diferente porque ha permitido la formación de un gobierno que no fuese monocolor, con ministros vinculados a la lista más votada.

 Diferente porque por primera vez un partido a la izquierda del PSOE ha asumido responsabilidades de gobierno con varios ministros. 

 La coalición, ese invento que tan extendido está en buena parte de las democracias de nuestro entorno, se interpretaba aquí como algo exento de asunción de responsabilidades. A lo sumo se ceñía a la obtención de acuerdos que sustentasen mayorías parlamentarias, pero siempre dejando fuera a estos de la obtención de sillones en el consejo de ministros.

Es un paso más, en la evolución y desarrollo de una democracia que entra en la madurez, con más de cuarenta años a sus espaldas. Se mire por donde se mire es algo positivo siempre, más allá de la consideración que merezcan los resultados de esa coalición de gobierno.

 Pero esta legislatura aporta más novedades:

 Los ministros sin cartera. Presentes en política en Europa desde el siglo XIX, tienen como finalidad realizar funciones especificas designadas en el Consejo de ministros, sin que el responsable tenga que tener un cargo asignado con anterioridad. En muchos países esta figura está regulada y se establece un tope de nombramientos posibles. Es en el Reino Unido donde esta figura es más conocida y evidente por su frecuencia de uso.  

En España como todos los países, hemos tenido infinidad de ellos, pero su figura está menos perfilada y está mucho más diluída, siendo sus funciones menos evidentes, silenciándose sus movimientos y actividades con frecuencia, o derivando sus funciones a cargos en apariencia menores, como los que se recogen bajo el manto de las secretarías de Estado. Ya fuera para buscar vias de comunicación con E.T.A. o para entablar relaciones con agentes sociales en periodos como el de la Reconversión Industrial, en momentos puntuales se ha buscado esta figura aunque se la haya denominado de otras maneras.

 En esta legislatura tenemos en ese aspecto una novedad referente a esto, si bien más que hablar de ministro sin cartera, habría que denominarlo ex-presidente sin cartera. Así es como podría calificarse la figura de Rodríguez Zapatero. La figura del Ex-jefe de gobierno, tan controvertida por sus habituales salidas de tono o comentarios poco afortunados en momentos puntuales, adquiere un perfil diferente en estos tiempos que corren. Por razones tan obvias como estas:

 - Por ejercer de puente entre los dos socios de gobierno. La proximidad de Zapatero a Pablo Iglesias es tan notoria como evidente, poniendo a veces en duda si está más próximo al líder de Unidad Podemos que al Secretario General de su partido, Pedro Sánchez. Las últimas declaraciones aparecidas en lo referente al pacto de gobierno, cuya coalición ve consolidada, son una prueba de ello.

 - En la asignación de carteras. Tras la primera intentona de coalición fallida que desembocó en unas nuevas elecciones en noviembre de dos mil diecinueve, Zapatero sugirió a los mandamases del partido morado que en las negociaciones con el PSOE, solicitasen las carteras relacionadas con el area de trabajo. Hoy Iglesias es vicepresidente segundo y ministro de Derechos Sociales y Agenda 2030, y Yolanda Díaz es Ministra de trabajo.

- En el diseño de la política exterior. En temas como la cuestión de Venezuela, en la que el PSOE ha dado un giro de ciento ochenta grados desde el gobierno. De apoyar incondicionalmente a Guaidó a mantaner una posicóon equidistante y por momentos comprensiva con la administración Maduro, para contento de sus socios de gobierno. 

- En el control interno dentro de las propias filas socialistas, llamando al orden a críticos y poco satisfechos, entre los barones que presiden autonomías, ex altos cargos, y ex-presidentes como González, a los que pide lealtad al proyecto de gobierno.

- Tendiendo nuevas opciones de continuidad. Sugiriendo la incorporación de ministros procedentes de partidos independendistas a un hipotético cambio de gobierno futuro, si hubiera crisis que implicase nombramiento de nuevos ministros.

- Censurando posibles pactos con Ciudadanos, cuya irrupción considera uno de los peores experimentos de la democracia española.

 Nunca antes un ex-presidente había tenido tanta presencia, ni tanta actividad, al menos tan obvia y tan pública; tanta que hay veces que uno echa en falta oir ciertas cosas al Presidente titular. ¿Es una pantalla, una suerte de trabajo sucio que ayude a Sánchez a salir indemne de debates secundarios? No estamos acostumbrados a un liderazgo como el que ejerce el vigente Presidente del gobierno. O tal vez debamos acostumbrarnos a esta suerte de dos por uno que ha salido del pacto que sustenta al actual ejecutivo.

En cualquier caso podemos hablar de un ex-presidente sin cartera. La sombra de Zapatero es muy alargada. El PSOE es rehén de un estilo de gobierno que procede de las dos legislaturas en que ejerció la presidencia. La era del talante sigue vigente ahora como en dos mil cuatro.




jueves, 23 de julio de 2020

59

 Abandonados en el Instituto de medicina legal de Madrid, morgue de la pandemia junto a los ya tristemente famosos Palacios de Hielo de Madrid y Majadahonda, los cincuenta y nueve sin nombre van recibir finalmente sepultura en el Cementerio Sur de Madrid, ese que toda la vida se ha denominado como Cementerio de Carabanchel.

 Más de tres meses sin que nadie reclamara los restos. Murieron solos, esperaron solos, van a tener su sepelio, solos.

 Acongoja. Más que la cifra de muertos, más que la cifra de contagios, más que el sufrimiento de pacientes y sanitarios en hospitales y UCIS saturadas. 

 Asusta pensar en qué grado de deshumanización podemos llegar a instalarnos, aunque lo que de verdad aterra es el pensar que nada de lo que ha pasado servirá para que no vuelvan a repetirse los mismos hechos, aunque sea en diferentes circunstancias. 

 Descansen en paz, ahora sí, los cincuenta y nueve; que la tierra os sea más leve de lo que fue probablemente la vida... y la muerte.

miércoles, 22 de julio de 2020

Mascarillas

 Se me hacía raro salir a la calle con las mascarilla puesta. Miraba uno con cara de sorpresa las noticias en donde salían viandantes por calles de países asiáticos pertrechadas con ellas, pensando en que eran unos exagerados por llevarla, simplemente para tratar de no respirar un aire cargado de polución.

 Lo veía uno como algo distante, como algo que no iba con nosotros. Hasta que de repente nos la han impuesto por razones sanitarias.

 Tanto que ha venido para quedarse y probablemente para mucho.Tanto ella como el gel hidro-alcohólico que amenaza con dejarnos la piel áspera como el esparto. Son ya parte de la indumentaria y de los objetos que uno lleva encima, algo que no puedes olvidarte en casa, como el teléfono o las llaves.

 Se hacía además raro porque no se acostumbraba uno a verse solo media cara. Eso era algo que solo quedaba para los disfraces de carnaval, aunque hubiese un tiempo en que las mascaritas se prohibieron en las denominadas fiestas de invierno, por miedo a que "delincuentes" pasasen desapercibidos. Así se impuso en la dictadura de Primo de Rivera y con Franco, no fue menos.

 Hoy pasar desapercibido es una obligación y una responsabilidad, aunque viendo el tuneo que cada cual hace a su complemento facial, cada vez es más obvio que lo ir de incógnito se puede evitar, incluso con la cara tapada. Quien no lleva el escudo de su equipo de futbol, lleva una bandera, o dibujos de lo más variopintos. Con el tiempo habrá una línea de moda con este nuevo complemento, y veremos a maniquies desfilar con bozal por las pasarelas.

 Yo cada día camino con ella más a gusto, lo reconozco. Me he hecho a la respiración con ella puesta y llevar la mascarilla quirúrgica azul estándar que venden en todas partes me da intimidad, me hace sentir que paso desapecibido. Es... Perfecto.

 Será verdad eso de que se puede hacer de la necesidad, virtud. Será.


martes, 21 de julio de 2020

Beato Oriol

Hace apenas unos días saltaba la noticia, no por menos esperada, impactante, incluso en estos tiempos, donde la atención está dirigida a la salud y al bolsillo, por razones evidentes.

 Haciendo uso de las atribuciones que en materia penitenciaria tiene transferidas la Generalitat, se ha concedido el tercer grado a los condenados por el juicio del procés, siendo esta la última ventaja conseguida por los  denominados presos politics, que ya disfrutaban de un régimen de semi-libertad que entre otras cosas les permitía salir a trabajar a la calle.

 Poco han tardado los integrantes del grupo de héroes de la causa secesionista en hacer la ronda de entrevistas por las radios y televisiones afines al proyecto, destacando especialmente las aparecidas en la televisión pública TV3.

 En ella hemos podido ver a un Jordi Cuixart casi asceta, entregado a las causas etéreas y profundas y a la meditación y el yoga, con un aspecto que se presta a ello donde destaca su barba canosa casi impoluta. A los ex-consellers Romeva y Rull, contando sus experiencias como compañeros de celda, hablando del grado de intimidad que conlleva compartir un puñado de metros cuadrados con otro ser humano sin más mobiliario que una litera y un váter.

 Entrevistas con aire intimista, mostrando la cara más humana de los encarcelados, su sufrimiento en condiciones de privación de libertad. Una vez más el independentismo apela a la emoción, a lo sensible, obviando las causas que han llevado a esa situación. El discurso no cambia: esto va de buenos y malos y, ellos, son las víctimas. Punto.

 Pero sin duda de entre todas las entrevistas, la que se lleva la palma es la ofrecida por el director de la cadena Vicente Sanchís, a Oriol Junqueras, líder de ERC y ex-vice president del Govern.

 En la hora larga de emisión fueron reitaradas las veces en que el interpelado contestó a las preguntas del periodista diciendo que era una buena persona, que era alguien honrado, que eso era algo que sabía todo el mundo. Con un grado de infatilismo que raya en lo estúpido, el ex conseller de economía más inútil de la historia del gobierno catalán se afanaba en mostrar la faceta que mejor se le da, la de interpelar a la sensiblería ñona de un público que masivamente se ha abonado al victimismo para construir un problema de enfrentamiento entre Cataluña y el resto de España.

 Parece como si el afable y campechano Junqueras al que los tres años en prisión no le han sentado del todo mal, ( se le ve tan lustroso como siempre), hiciera méritos para ganarse un puesto en los altares de la patria. No en vano es tradición en su familia ser acusado de rebelión, como bien se encarga de recordar en cuanto tiene la más mínima oportunidad. Egocéntricos de familia. De casta le viene al galgo.

 La iglesia de los acólitos del independentismo catalán ya tiene a su primer candidato a convertirse en beato de los amigos de la estelada, por encima incluso del etéreo Cuixart. Amen.

lunes, 20 de julio de 2020

Pequeñas mujeres rojas

Es este un libro arriesgado, donde ficción y realidad se cruzan para culminar como novela negra la trilogía del detective Arturo Zarco con esta última parte que completa el recorrido iniciado con Black, Black, Black y Un buen detective.

 Mezclar novela nogra con novela política es un riesgo a asumir por parte del creador, más si cabe en estos tiempos en que la sensibilidad sobre ciertos temas está a la orden día, especialmente si estos son relativos a todo lo relacionado con la memoria histórica.

 En Pequeñas mujeres rojas,(Ed. Anagrama), el crimen y la muerte son los protagonistas del relato, en clave de presente y de pasado. En medio de una atmósfera rural, densa, por momentos asfixiante, cargada de rencores e inquinas que pese al paso de los años y las generaciones sucesivas se mantienen intactas en el día a día de una población que vive en un estado de conflicto permanente.

 Con su habitual prosa magistral, llena de matices que ayudan a ambientar el escenario donde transcurre la trama necesariamente lleno de pequeños detalles, Marta Sanz construye este especial homenaje a los miles de víctimas de un conflicto que como bien dice Preston, no deja de estar presente en el día a día de la realidad este país, antes en las trincheras, y ahora en los libros y en las redes sociales.







jueves, 16 de julio de 2020

Finales paralelos

 Lo fueron todo. Abarcaron toda la atención imaginable y eran motivo de orgullo y referencia.

 Los dos eran monarcas, uno por derecho de cuna y asignación, otro por derecho de voto y exaltación popular.

 Hoy en el ocaso de sus existencias, uno y otro están denostados, no son referente para nadie y todos reniegan de su pasado. Son un par de apestados, el simple hecho de ver su nombre cerca, es sinónimo de desgracia, de caer a lo más bajo.

 Los dos están acusados de lo mismo, de haberse enriquecido ilícitamente durante años, aprovechando precisamente sus posiciones preeminentes. Los dos poseen un patrimonio acumulado a lo largo de infinitos años de poder, de cargos públicos ejercidos en olor de multitudes. 

 De ser incontestables, a ser contestados por todos. A uno le derriban estatuas, al otro quieren echarlo de La Zarzuela. Uno dejó de ser molt honorable, al otro quieren retirarle el tratamiento de alteza real. 

 Foto fija de un pasado, que no puede ni debe quedar emponzoñado, por una opacidad de patrimonios que a nadie nunca interesó antes de ahora. Que los jueces aquí, en Andorra o en Suiza, hagan su trabajo y reclamen todo lo que tengan que reclamar, pero que nadie dude que sus procesos, son juicios sumarios colectivos, que tras sus instrucciones está el enjuiciamiento de toda una época de apatía, falta de interés, y falta de control, sobre lo que hacían y tenían quienes lideraban el país. Es un juicio a una etapa entera de la democracia, y a la forma de ver la política de sus ciudadanos, instalados en la creencia de que las obligaciones como ciudadanos empezaban y acababan en ir a votar cada cuatro años. 

 


Resurgimiento

Dónde está el botón de las emociones

ese que activa el espíritu y cambia la tendencia.

Por qué  esa sensacion de apatía,
 
de ánimo apagado,

de poca gana por hacer cosas,

Repentinamente troca en ilusión, en positividad.

Sería maravilloso

que los antiguos tuvieran razón

Y alguna víscera interna fuese la que albergara

el termómetro  de las emociones,

Que solo hiciera falta tratarla

cuando anduviese alicaída.

Misterios.

Que siga la corriente,

que fluya

Y que nos quiten lo animado,

Que de seguir bailando

ya nos encargamos los demás.

miércoles, 15 de julio de 2020

Culpables

Son culpables nuestros jóvenes.

Por vivir al día, porque el verano es para disfrutarlo, porque en cualquier momento nos vuelven a confinar. Carpe diem.

Cabeza de turco, nada hay más patrio que buscar culpables en otro lado, que hacer responsable al otro.

 Sólo los críos salen en manada a la calle, abrevan en las terrazas y se dan abrazos  de reencuentro, después de muchos meses de ausencia, de no verse. También son ellos los que van a sus segundas residencias,  los que organizan bodas y barbacoas, los que hacen cola en las piscinas municipales, los que se pasan por el forro las distancias.

 En pocas partes es más cierto el dicho,  el éxito  tiene muchos padres,  pero el fracaso siempre es huérfano. Aunque a decir verdad, aquí  siempre  encontramos  a un culpable, y casualmente siempre es el otro.

 Genio y figura... Hasta la próxima crisis.

martes, 14 de julio de 2020

Pudimos

  Cada vez se va aproximando más el día, en que el partido morado de los círculos cambie el tiempo verbal del que sirve para identificarse. Un presente que cada día es menos prometedor y que poco a poco va dejando fuera de juego a sus militantes y propuestas.

  Ayer era día de resaca, de revisión de estrategias y de análisis de resultados y como viene siendo habitual poca autocrítica se ha puesto en evidencia, al menos de puertas afuera.

 En dos mil dieciseis, y en conjunción con las denominadas Mareas y otras siglas,  la marca gallega de Podemos, obtuvo catorce escaños, alcanzando la segunda plaza en el Parlamento Gallego de la Calle Horreo, la que otorgaba la distinción de lider de la oposición. Tras el desmantelamiento de las coalición amplia, la suma de Podemos, Anova e IU, no ha dado ni para sumar un mísero escaño, en una camara de representantes donde el porcentaje de corte es mayor que en el resto de los parlamentos autonómicos: un cinco por cierto de los sufragios  totales emitidos, frente al tres del resto.

 Al menos no se ha hecho sangre del candidato, Antón Gomez-Reino, cuyo perfil bajo y poco conocido ha ayudado a consolidar la debacle.

 En Euskadi, donde han corrido mejor suerte, la diputada, senadora y profesora  Miren Gorrotxategi, ha dividido a la mitad los resultados de la hermana de Joxi Zabala, Pili Zabala, que alcanzó hasta once escaños en la cámara vasca de representantes, en la que era la primer aparición de Podemos en el Parlamento de Vitoria. Unos pobres seis escaños, y fuera de cualquier aritmética de pactos posibles, convierten sus representantes a la opción morada en una mera representación testimonial a día de hoy. 

 Dice J.C. Monedero, que mejor le iría a su formación si se dedicase a construir su propio partido. Lamenta que la nueva tendencia de hacer política, lejos de ser un activo de su agrupación es un ideario del que se  están apropiando otras formaciones del entorno de la izquierda, que antes no querían oír hablar de plurinacionalidades, y que ahora, en cambio recogen votos, lanzando proclamas en esa dirección. Puede que Podemos haya cambiado los aires de una izquierda en este país, pero desde luego, no esta recogiendo los frutos en forma de votos, como tampoco lo hace un anquilosado PSOE, incapaz de conseguir ni un sólo voto de sus socios en el gobierno del Estado, que van a ampliar la base electoral de sus partners nacionalistas e independentitas. La inercia es clara, y la linea de crecimiento es aún elevada, a tenor de las franjas de edades que captan estas siglas. Poca gente joven, por no decir ninguna, pasa a formar parte de los caladeros del partido de la calle Ferraz. El socialismo histórico de este país tiene un gravísimo problema a medio plazo, si las nuevas oleadas de nuevos votantes no cambian el signo de esta disyuntiva.

 Quien será el beneficiario último de esta pugna por la izquierda es algo que está en el aire. Sea como fuere, el voto de izquierdas en clave localista o nacionalista, gana enteros frente a un voto progresista amplio, solidario, que mire a los destinatarios antes que a los territorios. El futuro de la disputa en esta parte del arco ideológico se presenta interesante e impredecible. 


lunes, 13 de julio de 2020

Galicia

En Galicia todo es diferente.

Cuando peor le va al PP en España, allí encuentran los de la gaviota su vergel, una especie de panacea, que le libra de todos sus demonios.

Sin pactar coaliciones absurdas con partidos venidos a menos que se acuerdan ahora del centro.

Permitiéndose pasar de sus votantes más a la derecha, que en el conjunto del territorio gallego apenas si alcanzan el dos por ciento.

Como si de un gurú se tratase, dijo Nuñez Feijoo, que no pactaría con VOX de ninguna de las maneras, y parece que sus palabras han tenido un efecto disuasorio, ¿ Alguien duda que si el candidato hubiera sido otro, los verdes de Abascal no habrían tenido mejor cosecha y representación? La marea verde de los nuevos patriotas de derechas no ha conseguido ni arañar el escudo defensivo de los azules, y eso que han puesto en escena a la principal baza de su artillería, su mejor exponente, Espinosa de los Monteros, cuya implicación full time, ha dejado apenas un saldo de veinte seis mil paupérrimos votos.

Anulados sus potenciales competidores por el voto entre verdes y naranjas, también ha neutralizado posibles riesgos entre los miembros de sus filas.

 Ha dejado fuera de juego, sin cancha ni predicamento a la marquesa del verbo suelto. Cayetana Álvarez de Toledo, no ha pisado el escenario del litigio, porque nadie la esperaba, manteniéndose así sus habituales declaraciones altisonantes silenciadas. Nadie la ha escuchado en dos semanas, y lo que es peor, a nadie le ha preocupado. Y es que cuando se impone una candidata con calzador, de una arribista que un día respira naranja, y otro respira azul, y a quien no le preocupa nada más que su ego personal, antes o despúes la militancia de su agrupación termina por ponerla en su sitio. La renovación del principal partido de la oposición pasa por sacar de contexto a su única diputada por Barcelona.

 Seguramente eclipsar a la portavoz en el Congreso, ha sido solo la base de la contención a nivel partido, en donde el líder nacional ha asumido, el rol de no determinante en la confección de una campaña donde pocas gaviotas se han visto, y menos iniciales se han catado en cada escenario de campaña. Solo el azul creaba sinergias entre candidato y partido. Casado no mandaba, solo acompañaba y alentaba. Génova ha delegado, más por necesidad que por voluntad de hacerlo. La gente, más que votar al PP, ha votado a Feijoo. ¡Touche!

 Anoche, cuando el escrutinio rondaba el noventa y nueve por ciento, salió el candidato vencedor a dar el clásico primer discurso, en olor de multitudes, dándose un baño de masas y máscaras con hilo musical y bajada por escaleras, como las grandes estrellas.

 Cuando una periodista le preguntó quien había ganado, si Feijoo o el PP, el candidato contestó: Ha ganado Galicia.

 Y ya en su atril, en un discurso donde saltaba del gallego al castellano, según la inercia del mensaje, y el destinatario del mismo, se acordó de su padre, de su equipo de trabajo, el mismo que le viene alentando desde dos mil nueve, y de la necesidad de gestionar y de no mirar a quien va lo que se hace. 

 Más que de un fin de campaña y colofón de un candidato vencedor, era un discurso de comienzo de la misma. Tras la cuarta mayoría absoluta, toca asaltar Madrid.

 Nadie escuchó anoche a Casado, seguramente porque nada tenía que decir, tras una mala noche para él y su forma de ejercer su liderazgo. Es huérfano del éxito de su partido en Galicia, y es responsable del lento declinar de sus siglas en Euskadi, donde la defenestración de Alonso, ha sido pésimamente resuelta, con la coalición España "NO" suma, y la entrega del liderazgo de la candidatura a un dinosaurio como  Iturgaiz, al que da grima escucharle hablar. 

 Salvado por la campana, gracias al rocambolesco giro que le dio las plazas de mando de Madrid en forma de Alcaldía y Comunidad, vuelve a estar en el alero.

 Dos candidatos se postulan a sustituirle. Al patriarca le vienen los embates desde el norte y el sur. Uno desde Andalucía, donde el amable Moreno Bonilla, tiene encandilado a una parte importante de la militancia, por su moderación, su discurso carente de altibajos, y su saber estar, liderando el primer gobierno popular en el territorio más poblado del país, al que solo han tenido acceso, segregando el voto conservador en tres siglas diferentes. Desde Málaga, y con el inestimable apoyo del área metropolitana de Sevilla, que se ha olvidado de su tradicional voto socialista, el Presidente de la Junta de Andalucía, es para muchos el candidato del futuro del PP.

 Desde el norte, y desde anoche, la candidatura de Feijoo, (en este país por alguna razón siempre nos olvidamos del primero apellido de nuestros políticos cuando es uno muy común), es una realidad. Y a diferencia de la del primero, viene cargada de mensajes potentes, más preocupado por el fondo que por las formas amables, y por la naturaleza del mensaje de un partido, escorado hacia el lado de sus militantes más vehementes y, por ahora, tránsfugas hacia otras siglas.

 Quién sabe, pero igual a Casado anoche le hubiera venido mejor una deblacle electoral, y la pérdida del feudo fundador del PP o una mayoría asegurada por los pelos. Por ahora y desde hoy mismo, seguirá sentándose en su poltrona, pero mirando arriba y abajo. Por acción u omisión de sus principales barones que ponen su liderazgo pendiente de un hilo.

jueves, 9 de julio de 2020

Rey emérito

 Salía renqueante, cruzando una puerta que le condujo a un pasillo del Hospital San José, sito en la Calle Cartagena de Madrid, donde un nutrido grupo de periodistas esperaban ansiosos para cazar las primeras impresiones del monarca después de recibir el alta tras su operación de cadera.  

 Apoyado en una muleta, que desde aquella no ha dejador de acompañarle, suplido en ocasiones por un simple bastón, tras dar las gracias a todos cuantos se habían preocupado por su estado de salud, dijo la que es ya una de sus más celebres frases:

 - Lo siento mucho, me he equivocado y no volverá a ocurrir...

Era su cuarta operación en dos años, esta, ocasionada por una fractura de cadera sufrida en el transcurso de un Safari organizado para cazar elefantes en Botswana. Corría el mes de abril de dos mil doce. Aún transcurrieron dos años más, hasta que en junio de dos mil catorce, decidiese abdicar, trasladando las funciones de Jefe del Estado a su hijo, Felipe VI.

 En estos ocho años, desde el affaire del safari que no solo sacudió las conciencias de los ecologistas, la caída a los infiernos del otrora gran referente de la transición, ha sido meteórica. Cuestionadas sus finanzas y negocios, sin apenas datos reales de un patrimonio que siempre ha sido materia reservada en un país, donde todas las normas están pensadas para blindar su figura y evitar preguntas molestas. El distanciamiento entre reyes es, dadas las circunstancias, inevitable, siendo el único cortafuegos posible que permita al monarca vigente mantener una mínima credibilidad ante una ciudadanía cada véz más apática y esquiva ante la figura de la monarquía.

 Da la sensación de que el deterioro de quien lideró la transición a la democracia es imparable. Líos de faldas, separación de facto de la Reina Sofía, que desde hace años vive en Londres, mantenida por los impuestos de todos, cuentas en Suiza de dudosa cuantía y procedencia, pago de comisiones por favores prestados... Terminará Juan Carlos por borrarse del imaginario de un país que hace solo algunos años sentía aprecio sincero por su Rey.

 De cómo reconducir la situación de la Jefatura de Estado, mucho y muy fino habrá de hilarse en los próximos tiempos, o la segunda transición, esta vez encaminada hacia la república, será inevitable. Dos frentes tienen los Borbones abiertos en estos momentos: Uno el padre, con la historia y otro, el hijo con el presente. Pronto deberán comunicarnos a los ciudadanos qué piensan hacer para no borrarse ni de un sitio ni del otro.