Dice uno amigo y compañero, en tono de broma, que debería ser obligatorio poder disponer de alcohol en el trabajo, a cuenta de las botellas con cava y sidra que hay todavía en la oficina, despues de la mini celebración de ayer a medio día.
Igual que muchos bajan a la calle a fumarse un cigarro para relajarse y desconectar en momentos de tensión, por qué no disponer de latas de cerveza u otra cosa en la máquina del área del vending.
Ocurrencias de espíritu navideño, aunque el comentario me lleva a hacer reflexiones de otro tipo.
¿ Por qué hay que recurrir a sustancias de ningún tipo para evadirse, al nivel que sea?
La historia de la humanidad es la historia de sus estupefacientes, drogas de mayor o menor intensidad que han acompañado a generaciones de seres que han encontrado en sus efectos, leves, intensos o psicotrópicos, alteraciones necesarias para hacer más llevadero todo. Es el sumun de la hipocresía y de la incongruencia,menuda mina para reflexionar y escribir sobre ella.
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