La ilusión de los comienzos, que allanan caminos pese a las dificultades. Un viaje iniciático, 520 kilómetros de carretera con todos los bártulos a cuestas y mucha compañía por el asfalto, en el fin de semana en que todo el mundo vuelve a casa para iniciar la rutina de otoño. Seis horas para dar carpetazo a un vieja vida y dar la bienvenida a la nueva.
Desde la proximidad tocará tutelar, ayudar, estar pendiente; dejar de estar en la reserva del padrinazgo al que se prestó juramento y compromiso hace casi veinte años. Toca pasar a la acción, ejercer y allanar todo lo que pueda de un camino que se presupone brillante.
Responsabilidad siento y en su justa proporción, una emoción similar a la que experimenta mi sobrina. Bienvenida al Foro y mucha mierda.
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