Las cifras oficiales dictan que uno de cada cuatro incendios es provocado. Entre las personas arrestadas acusadas de provocar estos terribles sucesos, se significa que la mayoría responde a perfiles ya identificados, lo que es una manera de decir que son pirómanos habituales.
Es tanto como decir que el 25% de los fuegos tienen razón de ser por la mano del hombre. Esas cifras oficiales chocan con las que defienden los opositores políticos, que hablan de un 80% de intencionalidad.
Y mientras tanto, sigue la batalla sobre que peso tiene el cambio climático en los incendios que se producen y combaten. En medio de la tragedia, se enzarzan en discusiones de intencionalidad electoral. Es soprendente ver cuales son las prioridades de quienes tienen en sus manos la responsablidad de ayudar y combatir esta lacra de todos los veranos.
Me pregunto si algunos son concientes del grado de hartazgo al que están conduciendo a la gente, que no sólo no ve respuestas adecuadas a los hechos que acontecen, que han provocado ver propiedas y casas calcinadas, granjas arrasadas con animales muertos, montes perdidos, que son un seguro de vida para mantener oxígeno y humedad en el entorno, vida natural que es un seguro de vida humana.
Están tensando tanto la cuerda que están alimentando otros fuegos, estos políticos. Si los de siempre no te dan soluciones, buscarás estas fuera, en otras opciones. No hace falta ser politólogo para ver por donde van a ir los tiros. Tanta mediocridad sólo tiene salida por vía de los extremismos.
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