viernes, 11 de julio de 2025

Sed de intensidad

 Son días de enhorabuena para los aficionados al ciclismo. La Grand Boucle, está en marcha.

 Días para las gestas y las proezas, las propias de un deporte tan duro que resulta casi inhumano. Días para hacer historia.

 Precisamente buceando en ella, hoy he conocido la de René Pottier, considerado el primer gran escalador del Tour de France; a él le correspondió el honor de ser el primero en vecer una etapa que terminase en alto de montaña, al hacerlo en el Ballon d'Alsace, hace ahora ciento veinte años, en 1905. No fue su única gesta, a día de hoy mantiene la escapada más larga efectuada nunca por un ciclista, concluída con éxito, ganando una etapa después de rodar en solitario 325 kms, nada menos. De otra galaxia.

 Siempre he pensado que para dedicarse profesionalmente a este deporte, además de estar hecho de otra pasta, como comunmente se dice, hay que ser una persona de carácter febril e intenso. Sólo con sed de intensidad, con ese brío correoso que imprime la forma de ser, ese nervio interno, uno puedo proponerse recorrer escenarios por carretera como los que plantea esta prueba deportiva. 

 René acabó sus días por culpa del mal de amores, suicidándose a los 27 años. Intensidad física y emocional que le permitó vadear los obstáculos montañosos más exigentes, pero no las barreras que a veces se encuentra el corazón. Su memoria deportiva y personal cuenta con un monolito de homenaje en lo alto de esa montaña de Alsacia que lo encumbró al olimpo de los ganadores. 

 

 

  

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Sed de intensidad

  Son días de enhorabuena para los aficionados al ciclismo. La Grand Boucle , está en marcha.  Días para las gestas y las proezas, las propi...