Qué juego dan las conversaciones del desayuno en la oficina. Hoy tocaba hablar de ropa y fondos de armario.Una de mis compañeras hablaba de las ofertas de fuera de temporada y presumía de haberse comprado un abrigo por tan sólo 19 euros.
- Aunque claro, ahora irá al fondo del armario hasta que empiece a hacer mal tiempo...
Fue entonces cuando dejé mi tostada en el plato y tras darle un sorbo a mi café, (pausa dramática en toda regla, como cada vez que voy a hacer una disertación solemne), dije:
- Hoy estamos en alerta por temperaturas extremas y llegaremos a los 40 grados, ¿Esto no se considera mal tiempo?
Y se hizo el silencio. Es evidente que mis compañeras esperaban otro comentario, no una reflexión sobre qué consideramos mal tiempo y por qué sólo lo asociamos al frío o a la lluvia.
Nueve meses de invierno y tres de infierno, dice el refranero, siempre tan sabio; a tenor de lo que significa, deja a las claras que el periodo tradicionalmente asociado al descanso y tiempo libre no es necesariamente un tiempo de clima benigno y agradable. De hecho pocas son las épocas del año en las que gozamos de ese tiempo atmosférico templado que damos por bueno y placentero. Eso desde luego da para más reflexiones si cabe, porque como ya se sabe, lo bueno si breve...
No hay comentarios:
Publicar un comentario