domingo, 23 de marzo de 2025

Futuro

 ¿ Por qué no puedo evitar echar un vistazo a los horóscopos de los periódicos que leo?

 ¿ Por qué dejé el otro día que una amiga que es una estudiosa del tarot, me echara las cartas, si no creo en las prácticas adivinatorias, sean cuales sean éstas? 

 Nada hay menos racional, lógico y objetivo que fiar la suerte de tu futuro a lo que designe el azar puro y duro, sin embargo hay algo de reconfortante en conocer de ante mano lo que te va a suceder, o mejor aún de escuchar aquello que te gustaría que te sucediera, aunque luego no ocurra.

 Es una mezcla de curiosidad, de sugestión, de buscar en esa predicción aleatoria algo que deseas que te suceda. Al final es una manera de canalizar los deseos, las intenciones, las ganas de que ocurran cosas.

 Es algo casi congénito, lo de esperar el diagnóstico de los augurios y que estos sean buenos y positivos. Lo que no dejará nunca de fascinarme es cómo hay personas con grandes responsabiidades, que hacen estas consultas antes de tomar decisiones. Desde tiempos inmemoriales hemos tenido necesidad de adelantarnos, sabedores de que una anticipación así es el camino más rapido para alcanzar una meta. Que no nos falte una buena dosis de Idus de Marzo, aunque no haya leyes físicas que la justifiquen.Sugestión a modo de placebo que no hace daño a nadie.

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