viernes, 17 de enero de 2025

Mi balcón

 Hoy he salido al balcón.

 He sentido la necesidad imperiosa de hacerlo, de utilizarlo.

 Cuando lo miro me acuerdo mucho de la pandemia y de lo que hubiera dado por tenerlo en aquellas semanas de infausto recuerdo.

 Entonces vivía en un piso exterior, pero con ventanas solamente. Pasaba horas asomado aprovechando los rayos del sol, sin necesidad de salir a aplaudir a los sanitarios. Aquella oquedad con cristal y persiana que daba al jardín comunitario, era mi válvula de escape, mi conexión con el mundo.

 Entonces que lo necesitaba, no lo tenía, y ahora que está en mi casa, no lo utilizo. Qué hubiera hecho yo cuatro años atrás, si la coronavirus me hubiese pillado viviendo en esta casa. 

 Por eso hoy, como si me hubiera venido una revelación, he sentido la necesidad de salir afuera, de correr la puerta de cristal, de estar un rato en él, pese al frío que impera en la calle.

 Mi balcón me recuerda de la importancia de aprovechar las cosas que tenemos, de no utilizarlas sólo en caso determinados. Mi balcón está ahí siempre y sólo depende de mi, que haga un uso más prunciado de su espacio, su sol y su barandilla con vistas a un patatal y a una via pecuaria.

 


 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Dimisión

  Estamos de enhorabuena. Esto sí que es una noticia mayúscula. Que una persona dedicada a la política asuma responsabilidades de algún tipo...