Empecinado en convertir cada una de sus actividades en un evento televisivo, hoy nos hemos despertado con una nueva entrega de las firmas de decretos desde el Despacho Oval, con el ya famoso rotulador de punta gorda que hace que la firma del presidente electo destaque sobremanera, sobre la diminuta letra del documento oficial.
El último de los documentos aprobados es el sueño dorado de los conspiranoicos del mundo entero. Trump ha ordenado desclasificar los archivos sobre los asesinatos de John y Robert Kennedy, además del reverendo Martin Luther King.
En realidad es la parte final de un proceso que ya había iniciado a finales de 2022 Joe Biden, que hizo públicos miles de documentos sobre estos magnicidios; tan sólo un 3% de los mismos, clasificados como secretos, relativos a estos hechos, quedaban bajo custodia estatal.
Se supone que en ese minúsculo número de dosieres y archivos aparecerán datos jugosos, procedentes de la Agencia central de Inteligencia,(CIA) y de la Policía Federal, (FBI), además de la administración militar.
Uno de los grandes misterios de la humanidad debería quedar aclarado después de esto: ¿Quién mató a Kennedy?.
Nos mantedremos expectantes al dictamen final de la verdad, para comprobar si la teoría del golpe de estado orquestado por el Pentágono, tal y como promueven muchos, entre ellos Oliver Stone, tiene razón de ser. La teoría del tirador solitario encarnado en la figura de Lee Harvey Oswald, podría tener las horas contadas.
Como apunte final, me gustaría destacar lo llamativo que resulta que dentro de esta nueva etapa de liberación de secretos oficiales se haya dejado fuera el expediente de Malcom X. La sombra de la Nación del Islam y su predicamento dentro del mundo negro quizá no lo haga conveniente.Estados Unidos y sus siempre irresolutos problemas de integración racial, presentes en la agenda política.
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