Abres el ojo,
Como siempre media hora antes
aunque lo haces aturdido;
por un momento no sabes dónde estás,
giras levemente tu cuerpo
y descubres que tus sábanas parecen
más bien un charco.
Con la cabeza mirando hacia arriba
entras en un duermevela
y piensas, pero no sabes en que
recuerdas cosas, pero no sabes cuáles
Y suena el despertador.
Vuelta a empezar
aparece el bucle de nuevo
otra vez aturdido,
otra vez sin saber dónde reposas
Y sigues en medio de un charco...
Estos calores
más que transtornar,
te inhabilitan
te transportan fuera de ti,
Te hacen ser otro
Sacan quizá lo que llevas
pero no sabes qué.
Cosas del sueño
mundo misterioso
verdad no reconocida,
que el calor aún
complica y confunde
todavía más.
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