Motivación existencial

Ricón para pequeñas reflexiones ahora que las puestas de sol se ven desde los cuarenta...
por Dondo Moreno




martes, 7 de julio de 2020

Pararelismos

 Es indudable que para comprender la política es importante hacer referencia al estudio del mensaje que ella conlleva, y para ello es necesario hacer un análisis de la historia, el componente económico y las referencias vitales y de índole filosófica, que son el preámbulo necesario que hay que conocer antes de adentrarse en el estudio de las ideologías, esa concepción del mundo que todos tenemos y con la cual nos posicionamos.

 Una vez hecha esa composición de lugar, llega la parte más interesante si cabe, la de la confrontación de esas ideologías, comparativa enriquecedora que ayuda a entender las posturas de unos y otros, y de paso, a entendernos a nosotros mismos.

 Disponemos de un amplio arco ideológico, tradicionalmente establecido sobre un eje cartesiano en cuyas cooordenadas se establecen los extremos en derecha e izquierda, y centralismo contra nacionalismo. Pueden añadirse más elementos de configuración del mismo, anclados en temas principalmente económicos o relativos a la ecología o los movimientos sociales reivindicativos de derechos de  minorías y colectivos en función de su raza o sexo, si bien la disyuntiva izquierda-derecha presupone la adscripción a unos planteamientos u otros, más liberales o intervencionistas, según sea el caso.

 Con lo arriba expuesto cubriríamos una parte del análisis, el que podríamos mencionar como teórico-ideológico, pero hay más comparativas a ofrecer y con las que poder discernir la aproximación a un lado u otro.

 No menos apasionante es el apartado de las formas y la imagen, esa que comprende las actividades que caracterizan a unos y otros, las puestas en escena, los golpes de efecto, performances en muchos casos, estudiadas al milímetro para causar un impacto visual que ayude a engrosar las listas de acólitos. Es aquí donde el estudio de comportamientos de unos y otros pueden dar lugar a sorpresas, ya que se espera unas formas más calmas y tradionales en unos, y más proclives a la tensión, a la reivindicación explícita, en otros.

 Vale más una imagen que mil palabras, dicen. En este caso, valdrán aún más dos imágenes en vez de una. Las dos muestran a políticos relevantes de la actualidad, y en ambos casos, recurren a una acción que abandona las formas habituales, en aras de alcanzar un golpe de efecto.  

 Imágenes que sirven para sacar conclusiones interesantes. ¿Qué tiene más valor, el fondo o las formas? Lo valioso, en realidad, es el mensaje, llegar al común de forma clara y explícita. La historia esta llena de casos como estos, donde la búsqueda de una foto fija sirviera para relanzar unas consignas o proclamas. De este tipo de golpes de efecto, pocos intentan privarse, y cada día más forman parte del análisis del politólogo en su tarea de trazar mapas de comprensión política recurrentes que expliquen el mundo y su forma de entenderlo.





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