Esta última novela publicada por Juan Tallón es un relámpago, un chispazo intenso que se lee en un suspiro.
Comprada el pasado sábado en la Librería Soportales frente a la Catedral de Murcia, me ha acompañado hoy en el comienzo de mi trayecto en tren cercanías hasta la Puerta del Sol, para cuando cambié el tren para continuar mi trayecto con el metro hacia la oficina, ya había leido más de la mitad de sus ciento cincuenta y dos páginas. Bastó retornar a casa por los mismos medios para darle el finiquito y dar pie así, a escribir esta reseña.
Mil cosas, (Editorial Anagrama), cuenta la historia de Anne y Travis, una pareja de padres primerizos que viven las últimas horas en el trabajo antes de comenzar sus vacaciones de verano; atormentados por las altas temperaturas en la ciudad y el ritmo de vida frenético que llevan en sus respectivos oficios, se ven envueltos en una serie de extraños episodios que suben la tensión en vez de apuntar hacia la relajación propia de quien está en puertas de comenzar su periodo vacacional, convirtiendo la trama en un episodio de crecientes nervios que culmina con un final inesperado.
Con un estilo sencillo y directo y una calculada tensión escalonada, Juan Tallón convierte una historia corriente de una pareja normal, en un alegato contra el tren de vida moderno que hace que las personas se vuelvan marionetas movidas por unos hilos alienantes que convierten la existencia en un sinsentido, carente de referencias y de la tranquilidad para disfrutar de la vida.
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