Lunes en la oficina, el comienzo de la semana siempre presagia intensidad, tensión, nervio, carga de trabajo, estrés, o eso parece; sin embargo el lugar en donde trabajo, los lunes son días de silencio, de tranquilidad, de plantas y mesas vacías, de gente teletrabajando desde sus casas.
Es el encanto de poder elegir comenzar la semana evitando el traslado más pesado de toda ella.La pereza de los lunes es universal.
Ocurre lo mismo con los viernes, en que ni siquiera somos pocos, esto es directamente un erial, un desierto.
Los tres días centrales de la semana ocupan todo el espacio de trabajo real, de verse las caras, de estar juntos en el mismo sitio, como se ha hecho toda la vida en las oficinas.
Contrastes si comparo lo que tengo ahora con lo que tuve en mis anteriores empleos; no ir a la oficina un lunes sin mediar causa de fuerza mayor era motivo de sanción. Frente a lo punitivo, la elección. O si, o no, sin que medie imposición. Cómo cambia la película.
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