Hay datos estadísticos que asombran. Más de ochenta mil personas mueren al año en el mundo por mordedura de serpientes.
Tal vez sea porque vivimos en un entorno donde apenas si tenemos cerca animales que puedan resultar peligrosos; en cambio en otros páramos, tener por vecinos a especies potencialmente dañinas es algo habitual. De cuando en cuando nos llegan videos de personas que reciben visitan de caimanes, canguros, serpientes o mapaches rayados. Son las cosas que tiene compartir espacio y acomodo en este lugar al que llamamos Tierra.
Es por todo ello por lo que destacan noticias como la que refiere que un equipo científico liderado por el doctor Jacob Glanville, ha logrado crear un suero que neutraliza el veneno de nada menos que diecinueve de las especies más letales, como la mamba negra o la cobra real, usando para ello los anticuerpos de una persona, un herpetólogo estadounidense que casi muere tras sufrir diferentes mordeduras de estos animales.
El sujeto en cuestión se llama Tim Friede y antes de dedicarse a las serpientes era mecánico en Winsconsin. Desde hace dieciocho años vive dedicado al objetivo de conseguir un antídoto que permita neutralizar las consecuencias de una picadura de estos reptiles, en ocasiones, letal. Para ello ha empleado el camino más directo y complicado, el de autoinmolación, sufriendo voluntariamente al menos docientos ataques con mordedura de estos ofidios, además de autoadministrarse setecientas dosis de veneno que fue incrementando progresivamente.
¿Loco e insensato o héroe y altruista? Desde luego es lo más parecido a donar el cuerpo a la ciencia, pero en vida, no cuando se fallece que es lo habitual. Su sangre y su memoria inmunológica son un tesoro incalculable que ha permitido a este equipo científico de la empresa californiana Centivax, desarrollar un antído único que a buen seguro hará dormir más tranquilos a muchos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario