Motivación existencial

Ricón para pequeñas reflexiones ahora que las puestas de sol se ven desde los cuarenta...
por Dondo Moreno




martes, 12 de diciembre de 2023

Piazzale Loreto

 Clásica plaza más pensada para el tráfico rodado que para el trasiego pedestre, ubicada en el noreste de la productiva capital de los lombardos. Hasta ella llegué infinidad de veces, caminando por la infinita Corso Buenos Aires, en paseos de escaparates continuos, intercalados con restaurantes de comida pida.

 La primera vez que me aventuré a visitarla, iba con la intriga de saber si habría algún elemento que recordase lo que allí aconteció el veintiocho de abril de mil novecientos cuarenta y cinco. Escaldado de mi frustrante expeciencia en París, apenas un par de años antes,  cuando en el viaje de paso de ecuador de la carrera, obligué a mis compañeros de visita a parar en la estación de metro de La Bastilla, convencido de que vería algunos restos de la antigua prisión militar, tomada por el pueblo en la señalada fecha del catorce de julio de mil setecientos ochenta y nueve. Ingenuo, mi gozo en un pozo.

 Por eso esta vez hice bien en ir sin más expectativa que la de ver el emplazamiento urbano a donde trasladaron los cuerpos de Mussolini y su amante, Clara Petacci desde la aldea de Giulino di Mezzegra  donde, junto a la vía XXIV Maggio, y ante las puertas de Villa Belmonte, fueron fusilados.

 Colgados durante horas en el lugar donde se encontraba una gasolinera, fueron fruto de escarnio durante horas, permitiendo los soldados partisanos que la muchedumbre enfervorecida golpeara la cabeza del caido Duce hasta deformarla por completo. Celebración de la caída del dictador de la manera más salvaje y humillante. Contemplar las fotos que del evento están a la vista en cualquier parte, hace comprender porque Piazzale Loreto no tiene nada que recordar sobre este atroz desenlace. Ajusticiar así a un alimaña, sólo te pone a la altura del mismo.

 Recuerdos que afloran en estos días ahora que algún político local sugiere que el pueblo acabará colgando por los pies al actual presidente del gobierno, por cuenta de la Ley de Amnistía que hoy comienza su tramitación en el Congreso. Desconozco si quien la dijo tenía en mente el episodio final del fascismo en Italia, pero poco han tardado sus detractores en sacar a colación el linchamiento de la plaza milanesa, a modo de comparativa. Grotescos el uno y sus flemas y los otros abonados a la imagen fácil, ahora que lo prima es ser ingenioso en internet y no profundo y documentado en las reflexiones. Dan buena cuenta de cuál es el nivel político y cultural del momento. Para echarse a llorar. 

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