Porque el placer está en las pequeñas cosas.
Quien podría pensar que pasar un día soleado en una pequeña localidad de algún lugar de centro Europa, ( pueblo con nombre además de explosivo), en medio de un parque con un precioso lago, donde el reclamo es ir a buscar alguno de los siete trols que tiene repartidos por su frondoso bosque.
Definitivamente necesito más menudencias en mi vida, por mucho que la mayoría le otorgue a esa palabra tintes más bien negativos.Lo que tiene poco valor es, en muchas ocasiones, lo que más llena.
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