Es la expresión, la frase que más se menciona en estos momentos, después de los acontecimientos vividos hace tan sólo unas horas.
Siempre se ha dicho y hemos pensado que la vida es frágil y que pende de hilos muy finos, sobre los cuales se sustenta nuestra condición y sobre los que construimos nuestros proyectos vitales, con nuestras ilusiones y retos.
Buscando información sobre ello, encuentro que el origen de la expresión (y todas sus variantes) la encontramos en una antiquísima fábula surgida de la mitología romana (los griegos y nórdicos tenían su equivalente), en la que se explica que la vida de cualquier ser humano estaba controlada desde su principio y hasta su fin por tres hermanas hilanderas que eran conocidas como las Parcas, (Moiras para los griegos y Nornas para los escandinavos), cuyos nombres eran Nona, Décima y Morta.
Nona era la que hacía girar la rueca, Décima medía la longitud de lo que debía durar la vida y Morta quien cortaba en el momento en que debía acabar.
Parece que la mitología deberá reacondicionar su alcance y plantearse las actividades de sus hilanderas, máxime si el hilo del que dependemos es uno sólo y está sujeto a veleidades de todo tipo.
La dependencia de todo lo eléctrico nos hace hace poderosos y sofisticados y abre ante nuestros ojos un mundo de posibilidades que parece infinito, pero también cercena y limita nuestras posibilidades en caso de falla. Fiarlo todo a una baza tiene estas cosas. Para reflexionar.
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