lunes, 22 de septiembre de 2025

Enfados

  De repente lo sueltas dices lo que piensas, lo que te molesta y te das cuenta de que sorprendes, porque es una reacción que nadie espera de ti.

 Siempre ponderado, calmo, dócil y manso. De repente un día decides dar un cambio, cerrar ciertos temas, ciertas actividades que no terminan de llenarte y que te apetece cubrir con otras cuestiones. Te haces cargo que eso implicará algunas cosas, como ver menos a determinadas personas, pero lo das por bueno, a fin de cuentas no se acaba el mundo por cambiar.

  Simplemente cambiar. Pero para que tu cambies de repente te das cuentas que tienes que contar con el visto bueno de otras partes.  Lo que es muy sencillo, resulta que no es tan fácil.

 Lo peor es que sientes que la culpa es tuya. Quien mucho cede luego poco puede exigir, ni siquiera a sí mismo.

 Ya se pasará el calentón, el mal rato, el enfado.  Hay ocasiones en que estas cosas tienen que pasar. Es necesario.

 

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