Hay muchas maneras de establecer un vínculo, especialmente en los actos más mundanos.
Aparentemente absortos en la pantalla del móvil, amenizando de ese modo el traslado en transporte público.
La postura les delata, piernas que se cruzan, que se entrelazan, una nueva variante de la desatención amable de los sociólogos, la desatención comprometida.
Uno en frente del otro, se ignoran pero se tocan; aparentan ignorarse pero se sienten. Como una mascota que te roza cuando se sienta a tu lado. Calor, siempre necesario, por mucho que no se reconozca.
Pasan las estaciones y coincidimos en la de apearnos. La pareja sale a la calle, en esta ocasión, cogidos de la mano; el vínculo andando es diferente al de estar sentado.
Hábitos de la vida en red. Generaciones nuevas y sus modos de relacionarse y mostrarte afecto. Diferentes. En el fondo tan iguales.
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