Alivio

 Francamente es un alivio, la mejor manera de comenzar el día y de terminar la semana, saber que los cinco gobiernos autonómicos encabeados por el PP no contarán con el apoyo en coalición de VOX.

 Que además se hayan marchado por sí mismos, rompiendo de manera unilateral los acuerdos de gobierno lo hace todavía más gratificante.

 Si, soy de los que piensan que hay dos derechas en este país, por mucho que la demagogia socialista trate de confundir con otras valoraciones;  una es bastante más moderada que la otra; ahora sin el lastre de los extremismos que representa el partido de Abascal, Nuñez Feijoó dispondrá de cancha para continuar con sus planteamientos liberales pero respetuosos con los consensos democráticos aceptados por la inmensa mayoría de ciudadanos de este país.

 Votos prestados, más de tres millones, que ahora se reparten entre dos siglas, a tenor de la irrupción en las instituciones de la marca electoral del intoxicador Alvise. Votos que volverán al redil a poco que las huestes populares sean capaces de captar antes a ese voto moderado y amplio, muy molesto con Sánchez y su gestión, que vota mirando para otro lado, o sencillamente no vota, al no sentirse animado con nada de lo que hay. Ese voto tradicionalmente catalogado como útil, está llamado a cambiar el sistema de mayorías, ese río revuelto en que se ha convertido la política estatal y en el que tan bien se le da pescar al actual jefe del ejecutivo.  

 Alivio es , por tanto lo que siento, un alivio tan intenso que invita a dar las gracias al partido que renuncia a sus cargos de colaboración en gobiernos en los que no debería haber entrado. Más preocupados por mantener sus dictados ideológicos que por hacer cosas por los ciudadanos, que se vayan a paseo con esa visión rancia de catecismo, de conservadores que juegan a parecer correctos, cuando en realidad ni aguantan a los maricones, ni a los negros que marcan goles con la selección de fútbol o ganan medallas en atletismo. Que se vayan con sus postulados puristas, clasistas y retrogrados, a otra parte. Son pocos y ahora que ellos sólos han decidido arrinconarse lo serán todavía menos. Agur.