Motivación existencial

Ricón para pequeñas reflexiones ahora que las puestas de sol se ven desde los cuarenta...
por Dondo Moreno




martes, 2 de julio de 2024

Fake news

 Se llama Comité contra la desinformación, principal órgano de control del denominado plan antibulos que pretende activarse desde la Presidencia del Gobierno, para hacer frente a la creciente marea de informaciones no contrastadas lanzadas por medios mayoritariamente digitales, con datos que buscan lanzar andanadas contra personas físicas y jurídicas.

 Estando en la diana los gobiernos, la medida se convierte en una iniciativa que se convierte además en política, con todas las consecuencias que ello conlleva.

 Noticias que apartir de ahora deberán ser contrastadas y en caso de no hacerlo, rectificadas en un plazo no mayor a las veinticuatro horas, so pena de ser llevadas a los tribunales con sus correspondientes querellas. 

 Para ello pretende actuarse con el abrigo  del reglamento europeo de libertad de medios que busca proteger a las redacciones y medios del viejo continente de ingerencias procedentes del poder político y ecónomico.

 No intoxicar a los ciudadanos. Pretensión más que legítima, Saber quien está detrás de cada portal de internet o de cada grupo de presión que activa sus palancas de influencia sobre los medios tradicionales. ¿ Será posible? La tarea se presenta ardua y compleja.

 La mentira forma parte del juego político desde que el mundo es mundo. Ya existían informaciones sin verdad alguna en periodos de la historia como en el Imperio Romano. Hacer pasar por falsos datos que en nada se aproximan a la realidad siempre ha sido una herramienta politica. De confabuladores, la historia está llena.

 El problema ahora es el calado de las noticias y la amplificación que de las mismas se hace a través de la red. Lo que antes llegaba por medios rudimentarios a menos gente, sólo alcanzó el ámbito de informaciones de masas con la irrupción de los medios de comunicación modernos, especialmente radio y televisión. Con la red global, esa capacidad de llegar a potenciales consumidores, crece exponencialmente. El mercado de consumo nunca ha sido tan grande como lo es ahora.

  ¿ Cómo ponerle puertas al campo de internet y las redes sociales, sin caer en tentaciones tales como las de cercenar las libertades de expresión y opinión? Barrera en ocasiones muy fina que hace que el tema sea mucho más complejo de lo que parece.

 Medidas que buscarán limitar la desinformación, pero que no son más que una pequeña parte de lo que puede hacerse. ¿Llegarán reglamentos como este a los institutos demoscópicos y sus encuestas cocinadas,patrocinadas por donantes que buscan crear corrientes de opinión al abrigo de unas sondeos que están manipulados?

 Preocupa el exceso de información y de sobreestímulos de todo tipo; la falta de tiempo material para consumirlos es un peligro; pero preocupa también el afán por tratar de encauzar las informaciones, tutelando a sus consumidores en lo referente a qué tienen que consumir y qué no. Ya somos mayorcitos y libres para creernos lo que estimemos oportuno.

   Preocupa observar a gobiernos que andan más preocupados por ver los efectos que determinadas noticias producen entre el potencial electorado; Síntoma de debilidad, el peor defecto que puede tener aquel que pretende ejercer las tareas ejecutivas. Más que una defensa, es una autodescalificación. 

 

 

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