Con la iglesia hemos topado, Sancho...
¿Con la iglesia o con sus acólitos más acendrados y cerriles?
Miro y remiro y por más que miro, no encuentro elemento lesivo, irreverente, irrespetuoso o inapropiado en el ya famoso cartel que anuncia la Semana Santa de Sevilla.
¿Por qué no representa la fe, los valores cristianos, la tradición ni el fervor religioso? Debe ser que sólo hay un camino trazado y que sólo de una manera se puede representar la figura del ungido.
La intolerancia elevada a la máxima expresión, imposible intentar razonar con gente así. No les basta con mostrar su disconformidad, además exigen la retirada del cartel, sólo ellos están en posesión de la verdad, al parecer.
Con cuánta gente así de tozuda, ha de lidiar uno en otros muchos ámbitos de la vida, no sólo el espiritual. Estamos enfermos de intransigencia. Cada vez más.
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