Estampa tan habitual como entrañable, la de un anciano caminando a buen paso para hacer su paseo matutino, agarrando con una mano su bastón y con la otra la radio. Hubo un tiempo en que los transistores de pequeño tamaño tenían su mercado, demandados por personas mayores para emplearlos en la escucha de la radio, del parte, como toda una generación ha llamado al informativo radiofónico.
El otro día dando un paseo por la calle, me encontré a un señor mayor que escuchaba música en una radiofrecuencia, al tiempo que caminaba a buen paso. En vez del habitual aparato a pilas con su antena, me encontré que llevaba consigo un smartphone de última generación al que sin duda había activado la función de radio.
Avances que están para eso, para usarse, aunque no siempre la cabeza acepta los cambios o se muestra hostil a usar artilugios antes impensables. Desde luego siempre hay tiempo para actualizarse, basta con encontrar una buena motivación o argumento para animarse a ello, para llegar a un mismo fin y resultado, aunque con medios muy diferentes.
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