Motivación existencial

Ricón para pequeñas reflexiones ahora que las puestas de sol se ven desde los cuarenta...
por Dondo Moreno




lunes, 24 de junio de 2024

Nubes

 Es frecuente dar un paseo por las nubes cuando se va en avión, en las maniobras de despegue y aproximación para el aterrizaje, es una sensación especial, ver al aparato adentrarse entre ese mar de agoldón imaginario.

 Es posible dar un paseo por las nubes en tierra, subiendo a cumbres altas que dejan esa masa que creemos blanda y suave por debajo de nuestros pies; El famoso mar de nubes de la Isla de Tenerife, subiendo por los cuarenta y dos kilómetros de carretera que serpentean por el Parque Nacional de las Cañadas del Teide es un buen ejemplo de ello. 

 Hay ocasiones en que el paseo por la nubes no requiere ni de una ni de otra cosa; puede hacerse a pie de calle, en medio de cualquier trámite de vida corriente, formando parte del día a día. Se puede de hecho vivir en una nube, cuando se ha tenido una experiencia vivificante, enriquecedora que cambia el semblante de las cosas y hace que las  más comunes se vuelvan estupendas, especiales o simplemente maravillosas.

 Nubes de tierra, nubes de calle, de ir a la oficina a las ocho, de trajinar de aquí para allá haciendo cosas sin que te supongan una carga o sacrificio.

 Cuando se está en ese estado, la sensación de estar flutando es constante,dulce y abotagante. Nada ni nadie te saca de contexto. Felicidad que aunque sea efímera, es maravilloso disfrutar.

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