Es una expresión de uso corriente, que se utiliza para referir la agudeza visual de una persona, capacitación que lo asemeja, salvando las distancias, a una de las joyas de la fauna ibérica: el Lince.
Hoy aparece en los medios publicada la nueva clasificación que este animal tiene en lo relativo a riesgo de desaparición. Durante muchos años la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, (IUCN en sus siglas en inglés), había declarado a este animal en peligro de extinción. Gracias a los programas de cuidado y repoblamiento de la especie,en su hábitat natural, comprendido en zonas de Portugal y España, esta ha pasado de contar con apenas un centenar de ejemplares a tener una colonia que supera los dos mil inquilinos. Cifras aún bajas, pero que deben alegrar a los amantes de la naturaleza y a los ciudadanos en general, acostumbrados a recibir noticias en este sentido que hablan habitualmente de deterioro y muerte.
Felices y dichosos los amantes de la naturaleza y los de la lengua también, que pueden seguir contando, con todo el sentido del mundo con esta expresión, tan extendida como poco lo estaba el culpable de que se utilizase.
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