Motivación existencial

Ricón para pequeñas reflexiones ahora que las puestas de sol se ven desde los cuarenta...
por Dondo Moreno




lunes, 12 de febrero de 2024

Flemas

 Cada vez es más cierto eso de que las redes sociales las carga el diablo, son una tentación para expresarse y, por supuesto, para desahogarse, pero dejan en cada comentario una huella que con el tiempo puede ser un lastre o un borrón con consecuencias. 

 A algunos les ha costado perder un contrato deportivo profesional, incluso hay quien ha perdido nada menos que un ministerio. La lista es amplia y daría para escribir largo y tendido. Hay que pensarse mucho lo que se dice y en dónde se dice.  

  El último caso llamativo es del del atleta Mo Katir, marroquí afincado en la localidad murciana de Mulas, al que la Unidad Integral de Atletismo (UIA), ha suspendido de manera provisional por razón de haberse registrado hasta en tres ocasiones, fallos de localización en controles antidopaje.

 La suspensión es una medida cautelar y da al acusado la oportunidad de presentar las alegaciones pertinentes en su defensa, aunque varios compañeros de deporte, a través de las redes sociales mayoritariamente,  no han dudado en acusar abiertamente a Katir, considerando correcta la actuación de la UIA, de cuyo rigor nadie duda y solicitando veladamente una sanción por dopaje.

 La reacción del acusado ha sido la de entrar al trapo, en lugar de guardar silencio, confiando en aclarar los hechos; contestanto por el mismo medio, lanzado un grito de victimismo y echando en cara a la gente que le acusa de hacer trampas, de no agradecerle el gesto de competir por España en lugar de su país de nacimiento.

 Consciente del error, no tardó en borrar los comentarios, pero fue en vano; el daño ya estaba hecho.

 Desconozco que hay detrás de las irregularidades de las que se le acusa y por supuesto confío en que encuentre el modo de demostrar su inocencia; es un gran atleta, una de las grandes esperanzas de medalla del atletismo español; su no concurso mermaría las aspiraciones del deporte rey en los juegos del próximo verano en París, pero con todos los respetos, reproches los justos.

 Si compite por España y no por Marruecos es porque lo ha decidido él, no nos está haciendo un favor a nadie, ni ese gesto le blinda de ninguna contingencia. Un poquito de madurez. 

 Igual que se aceptan de buen grado los piropos y los halagos cuando todo viene de cara, también hay que mostrar amplitud de miras y sobre todo tragaderas con las críticas, por muy injustas que sean. Si es inocente, que lo demuestre, oportunidad de ello tendrá. Las flemas y las invectivas que las queme corriendo, que se le da bastante mejor que hablar.

 

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