- Hola guapo
- ¿Qué tal, cómo estás?
- Mi madre ha muerto.
Vía whatsapp. Frío como un témpano me quedé, aunque nada comparable a ese calambre que la muerte deja en el alma cuando alguien tan importante se va y se convierte en una sombra permanente.
Apenas unos días antes estuve con ella, como otros tantos viernes, picando algo; me enseñó una foto de una ecografía de su nieto, cuya llegada al mundo está prevista para dentro de tres escasas semanas.
Qué paradojas tiene la vida; cuando una se va, otro llega, perpetuando ese ciclo de la vida con sus cuatro fases, esas que machaconamente nos enseñaron en la E.G.B.
Naces, creces, te reproduces y mueres.
Que tu biznieto siga tu estela y desde donde quiera que te encuentres, lo veas crecer sano y feliz. Que la tierra te sea muy leve. Descansa en paz.
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