Motivación existencial

Ricón para pequeñas reflexiones ahora que las puestas de sol se ven desde los cuarenta...
por Dondo Moreno




martes, 13 de febrero de 2024

La sociedad del cansancio.

 Nueva entrega del filósofo coreano que piensa y escribe en alemán, Byung- Chul Han, trabajo en el que insiste en buena parte de los argumentos de denuncia que forman parte de su ideario existencial.

 Remarca el paso de la sociedad disciplinaria y de control en la que tanto incidió Focault, a la sociedad del rendimiento, donde la autoexigencia sustituye a la orden externa que obliga y pide actuar. Somos esclavos de cumplir objetivos, una suerte de prometeos modernos en constante movimiento y estado de creación personal, orientados a la obtención de resultados, sin tiempo para reposar, meditar o encontrar espacio para uno mismo. Sociedad donde trabajo y ocio vienen determinados por los mismos objetivos, en los que los jefes somos nosotros mismos, dueños de nuestro tiempo y de cómo lo distribuimos, sometidos a un proceso de mecanización de los actos que nos sume en un profundo estado de cansancio y de frustación, la que se deriva de no alcanzar lo que se pretendía.

 Insiste en argumentos ya destacados por el Sociólogo Bauman, en esa sociedad líquida de usar y tirar donde hay que hacer todo y, lo que es peor, deprisa y sin margen de error.  

 Vivimos una etapa que ha superado el marxismo en todas sus vertientes; sería interesante saber qué pensaría el autor de El Capital, de su percepción de la plusvalía, ahora que el trabajador es dueño de su tiempo y decide cuánto emplea en sus tareas, sin sentir en el gaznate el aliento de ningún jefe impositor y que aplica esas mismas prácticas en su tiempo libre, donde el ocio más parece una tarea que un momento de expansión y desconexión. 

 Trabajo de denuncia y de concienciación que busca humanizar la vida, esa que exponemos como si fuese mercancia en las redes sociales. Lectura para reflexionar y, quien sabe, si para introducir cambios en una existencia donde el reposo no tiene cabida.

 


 

 

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