miércoles, 30 de septiembre de 2020

Quino

 En la primera viñeta aparecía Mafalda, sentada a la mesa delante de un plato de sopa humeante; en la segunda levanta la cabeza y miraba con cara perpleja a la madre que sonriente, seguía sirviendo más sopa.

- Mamá, ¿Sopa en verano?, preguntaba Mafalda. A lo que contestó la madre:

- Si, ¿Verdad que soy original?

 Es uno de esos recuerdos nítidos de niñez, que en no pocos casos están asociados a libros o a cómics, la lectura de esa tira de Mafalda, que fue la primera, y que pronto pasó a formar parte del elenco de personajes de ficción que acompañaban mis tardes de juegos y ocio. Junto a ella estaban  Benito Boniato estudia bachillerato, tira del T.B.O, las andanzas de Rompetechos, las trastadas de Zipi y Zape, las aventuras del Profesor Bacterio con Mortaledo y Filemón, y los casos del detective internacional Roberto Alcázar y Pedrín, donde aprendí mis primeras palabras en inglés.

 Hoy, uno de los creadores de esos universos de ficción, aventuras e imaginación se ha ido, y con el nos deja huérfanos a quienes hemos sido lectores de su humor sensible,tierno e inocente y sobretodo inteligente. Descansa en paz Quino y gracias por tanto.

 

 

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