Motivación existencial

Ricón para pequeñas reflexiones ahora que las puestas de sol se ven desde los cuarenta...
por Dondo Moreno




viernes, 11 de septiembre de 2020

La carcasa

Carcasa, qué palabra.

Cuando la escucho o leo siempre me viene a la cabeza la imagen de una nuez, como si mi mente tuviese un lapsus, un incidente confuso que asemeja carcasa a cáscara. Son siete letras, con las mismas vocales, el mismo número de ces; tan sólo el orden de la erre y la ese la modifican, cambian la sílaba tónica y transforman una palabra que deja de ser llana para convertirse en esdrújula. Vaya baile por dos letras. Materia pura. A veces los cambios no necesitan de mucho para abrir brecha y hacerse camino.

 Pero el campo semántico denota proximidad. Ambas envuelven, las dos protegen, debajo de ellas encuentras un bien preciado, un fruto, un objeto a cuidar. Son palabras de defensa, de protección, ofrecen recogimiento. Seguridad.

 Y ahora no me preguntes por qué escribo sobre esto, por qué me vienen a la cabeza esa palabra y esas comparaciones. Descúbrelo tu.

 

 

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