Motivación existencial

Ricón para pequeñas reflexiones ahora que las puestas de sol se ven desde los cuarenta...
por Dondo Moreno




miércoles, 26 de agosto de 2020

Presidencia vacante

 Aunque no parezca hoy el día, ( todo el mundo habla de un burofax y de las reglas que marca la FIFA para regular de qué modo un jugador puede desvincularse de su equipo), me parece que ayer ocurrió algo en nuestro país lo suficientemente significativo para soslayar el affaire Messi.

 Tras una nueva reunión del Consejo de ministros de los martes, se anunció la comparecencia en rueda de prensa del Presidente del Gobierno. Con la lógica expectación que levantan estos anuncios de última hora, se presentó ante los medios Pedro Sánchez, con el cometido de dar cuenta de la situación de la pandemia en nuestro país como principal y único tema a tratar. Ni las negativas a una posible comparecencia en comisión de investigación en el Congreso del Vice-presindente Iglesias, ni las diferencias en el seno de la coalición con respecto a la cuestión del papel desarrollado por la Ministra de Educación Ceelá, que llega muy tarde y mal a las tareas de coordinación del inicio del nuevo curso escolar, consiguieron desviar la atención, del principal tema: la gestión global de la pandemia y la posible llegada de una segunda oleada de contagios.  

 Con cara de relajado, visiblemente sonriente, con un lenguaje corporal que mostraba incluso por momentos suficiencia, y una amabilidad extrema con los periodistas que formulaban las preguntas después de su alocución, el Presidente del gobierno dejó claras dos cosas: que no estamos como en marzo y abril, y que no va a asumir el mando único mendiante la solicitud de un nuevo estado de alarma. Considera que los datos, aún siendo muy malos, distan mucho de los generados en aquellas fechas, en las que no se realización pruebas PCR, para detectar e intentar prevenir, y en donde la falta de abastecimiento de equipos y material de hospitales y sanitarios, provocaron que se disparase una curva que costó sudores rebajar.

 Ante la inminente llegada de septiembre, mes señalado en el calendario por la incorpación de los alumnos y docentes al curso adadémico, muchos han sido y son los que manifiestan temores por la disparidad de criterios que cada gobierno autonómico señala para cada uno de sus territorios. Es por esto por lo que para muchos, la asunción del mando y de la gestión de la crisis sanitaria debía pasar por devolver las funciones de gestión al gobierno del Estado. Y frente a eso, Sánchez ha vuelto a sacar a la palestra su ya famoso término cogobernanza, declarando que las CCAA tienen transferidas las competencias requeridas y el gobierno ya cumple con su cometido, concediendo aportaciones de dinero a fondo perdido y asistiendo a quien lo requiere con el envío de medios, material e incluso, el ejército para que, además de apagar incendios forestales, ahora también ejerza tareas de rastreadores. Frente a quienes le demandaban recentralización temporal de funciones, Sánchez les ha contestado con el Título VIII de la Constitución.

 Insisto, había tanto en el tono como en las formas expresadas ayer, un tono de regusto, de casi diría venganza, de quien durante varias quincenas ha asumido el peso de la gestión de la crisis, y ahora echa balones fuera y deja la responsabilidad en manos de los gobiernos autonómicos. Como si el desgaste que en aquellas semana sufrieran él y su gobierno, pasase ahora a manos de buena parte de quienes fueron críticos con él, especialmente durante el mes de mayo. Va a ser verdad eso de que en política donde las dan las toman, y que quien ríe ultimo a veces rie mucho mejor, aunque no sabes qué consecuencias traeran esas carcajadas para el común.

 ¿ Irresponsabilidad?, ¿Revancha inoportuna?, ¿ Oportunismo político con la mirada puesta en las encuestas? Sea como fuere la responsabilidad real de la gestión queda ahora en manos de cada territorio. El gobierno se limitará a estar expectante, a actuar cuando se le solicite: quien quiera estado de alarma, que venga a Las Cortes y que lo pida.

Sobre si esto es dejadez o no de funciones, daría para un debate tan largo, que excede los cometidos de este post. Pero para muchos, Sánchez ha iniciado un proceso de dejar vacante la Presidencia, vaciándola de funciones que debería acometer por sel el Jefe de Gobierno de todo el Estado. De forma transitoria será un ejecutivo que no ejecuta, ni lleva la labor de liderazgo en el conjunto del país.Veremos qué vuelta de tuerca sufre todo esto, a tenor de los resultados que dé la gestión en las semanas que se avecinan, seguramente muy complicadas.

 

 


 

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