Motivación existencial

Ricón para pequeñas reflexiones ahora que las puestas de sol se ven desde los cuarenta...
por Dondo Moreno




viernes, 14 de agosto de 2020

PCR

 Está en boca de todos.

 Aunque casi nadie sabe a qué se refiere. Y eso que, como de costumbre, son siglas que recogen un término anglosajón: Polymerase chain reaction, que traducido vendría a ser, reacción en cadena por polimerasa, con lo cual en puridad tendríamos que hablar aquí de RCP antes que de PCR.

 Los cuentan por miles, pequeñas pruebas o tests que buscan detectar el ARN del virus, análisis de material genético que corren por los laboratorios a chorros, buscando dar seguridad, tranquilidad, y certidumbre a quien lo realiza y recibe el esperado negativo en la prueba.

 Es otro de los elementos nuevos que han venido a instalarse en nuestras rutinas cotidianas. Todos hablamos de mascarillas, de pruebas de PCR, de curvas estadísticas, de metros de separación. Nos estamos conviertiendo en expertos testadores de geles hidroalcohólicos, que ya distinguimos por el olor que desprenden a alcohol puro, mientras nos frotamos las manos. Cuanto más penetrante es el olor, más seguros nos encontramos.

 Elementos de la nueva modernidad. Esa que nos obliga a convivir con un inquilino okupa al que nadie esperaba en casa. Bicho molesto que cada día que pasa amplía la lista de damnificados. Al gremio de hostelería, ahora se suma el de los fumadores, vetados ya en sus inhalaciones en plena calle. Bares cerrados, fumadores enclaustrados, a este paso nos nos van a reconocer en ninguna parte.

  Algo lejano queda ya ese catorce de marzo, fecha en que se dictó el confinamiento, día en que para el ideario popular empezase todo, aunque el virus ya viniera dando guerra desde antes de navidades. Será un fecha emblemática, literaria, propia de tertulias y reflexiones. Otra fecha señalada que adjudicar al mes de marzo, otro recordatorio que sumar al del terrible día once. Se hablará de un antes y un después del confinamiento, como hay un antes y después en otras efemérides. y entre todos esos elemento de recuerdo, tendrán su lugar destacado los PCR, que conceden certificado de pedigrí de salud, y su consecuente efecto placebo. Inmunidad física que otorga seguridad mental.

Y sin fecha de caducidad: Nada mortifica más. Y mientras tanto, sigue el día a día, y como diría la canción. Cómo hemos cambiado, cómo vamos cambiando. Mutación improvisada. Estado de supervivencia constante. Humanidad en estado puro. Así de simple.

 

 

 



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