Motivación existencial

Ricón para pequeñas reflexiones ahora que las puestas de sol se ven desde los cuarenta...
por Dondo Moreno




martes, 4 de julio de 2023

Presidente sin cartera

 Es una figura reconocible en los países anglosajones, la del ministro sin cartera, alguien que asume competencias sin ser titular de ningún departamento en particular.

 En estos días que son la antesala de la campaña electoral, no deja de llamar  la atención el trepidante papel activo que está jugando el ex presidente del gobierno, Jose Luís Rodríguez Zapatero, en defensa del candidato socialista a la reelección, Pedro Sánchez.

 Es una de las varias estrategias que está siguiendo el equipo de gobierno cesante, en su intento de recuperar votos que eviten la derrota el próximo día veintitrés de julio. Ataque a los pactos con la ultraderecha, a la opaca política económica del candito y aspirante, Núñez Feijoo y a la campaña de descrédito que sufre el presidente saliente, en eso que llaman derogar el sanchismo.

 Es en esta útima cuestión donde se está entregando sin reservas el ex-presidente Zapatero; insistiendo en la honradez y limpieza del nuevo candidato, al que no se le ha atribuído ningún caso de corrupción. Justa es la intención y legítimos los esfuerzos, pero muy probablemente los tiros vayan por otros derroteros. Esfuerzos baldíos que no cortan hemorragias.

 La coalición de gobierno y la permanente bicefalia de esta legislatura, han agotado a propios y extraños en un experimento que tan legítimo era como novedoso. Nunca antes un gobierno había tenido ministros de más de un partido, más allá de la inclusión de la figura de los independientes, ocupando ministerios sin estar afiliados. La composición de nuevo gobierno, con carteras carentes de funciones y presupuesto y la falta de sintonía entre los miembros del consejo de ministros, han hecho más mella en la credibilidad del equipo de gobierno saliente que las andanas que determinados sectores puedan cargar contra Sánchez y sus ya ex- ministros. 

 Opiniones para todos los gustos. Mientras el ex-presidente sigue con sus tareas sin oficialidad, pero con el oficio que le dan sus años de actividad institucional. Chico de los recados, que igual que pergeña un acuerdo de gobierno tras la repetición de elecciones y ofrece las competencias de trabajo y empleo a la parte correspondiente en manos de Unidas Podemos, sale en defensa del partido cuando hace falta, o de la honorabilidad de sus miembros y candidatos. Acostumbrados a ver a los ex-inquilinos de La Moncloa en sus pedestales y tribunas de oradores, llama muy poderosamente la atención la actividad sobre el terreno de quien debía estar ya casi retirado de la actividad política y electoral.

 Hay quien piensa que esto no es más que un suma y sigue, que Zapatero en realidad no se ha ido nunca y que su corriente de acción y pensamiento en el PSOE sigue muy viva, actuando desde la sombra cuando ha sido preciso; así lo parece a juzgar por las apariciones que ha realizado a lo largo de estos años de legislatura; asunto más que interesante que, entre otras cosas, ha servido para azuzar el fuego entre familias y sensibilidades dentro de la formación. En todas partes cuecen habas, dice el refrán, más si cabe, en un partido politico, familia donde los enemigos, normalmente suelen estar en casa y no fuera. Quizá el sanchismo deba temer más a los miembros de su partido, especialmente en determinados territorios, donde, sin duda, verían como un alivio ver fuera de los puestos de gobierno al todavía presidente.

 Lealtades. Qué caras se cotizan. Más en tierra de cainitas, como es ésta.

 

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