Mañana de lluvia y de villancincos, ganas de fiesta. Calles con sonido de panderetas y fanfarrias, bares de los que salen gritos y sonido de vasos.
Parabienes, muchos, y ganas de pasarlo bien. Vísperas de una nochebuena, que viene cargada de ilusión. Como no hacía en mucho tiempo.
Para reflexionar; parece que nos tienen que venir mal dadas para recapacitar, para dar vía libre a la alegría, para recuperar la ilusión y las ganas. Quizá es lo que nos hiciese falta. A veces hay que darse un buen traspiés para valorar lo que se tiene, y lo que es más importante, para disfrutarlo.
Siguen las zambombas sonando, y gritos de alegría. Esta noche es nochebuena y mañana, Navidad. Esta vez, sí que sí.
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