Autopista en medio de un secarral, te lleva hasta San Roque, antesala de la cuesta abajo que lleva hasta la Línea, puerta de entrada y sin reja.
Ni mono, ni chispa, ni tiendas baratas. Hacía años que no volvía y todo parece haber cogido ese tono decadente en el que no hemos metido de lleno.
Ni con terceras vacunas. Lo de remontar el vuelo va de otra cosa, de coco y de ganas. Antes o después tocará espabilar, hasta en enclaves tan peculiares como este rincón, frontera del Mediterráneo y el Atlántico, antesala del continente negro y colonia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario