Por cuenta del nombre de dos de los astados incluidos en el cartel de la última tarde de toros de la feria de este año , los festejos taurinos en Gijón pasan a la historia. La alcaldesa ha decidido no renovar el contrato de explotación de la plaza, con fines próximos a la lidia. Otra plaza más que cierra taquillas y destina el coso a otros menesteres.
Nigeriano y Feminista, así se llamaban los dos animales cuya muerte no ha sido en vano. En estos tiempos dados a buscar justificaciones para todo, y con la sensibilidad a flor de piel, hay que ser muy tonto para poner esos nombres a estos pobres animales en una corrida. Todo se junta.
Cualquier excusa era válida, y ha venido por cuenta de unos nombres como podría haberlo hecho por otra cosa. Malos tiempos corren para este espectáculo que en otro tiempo era santo y seña patrio, y hoy es un evento, caduco, trasnochado e incompatible con el creciente sentimiento animalista. En vías de extinción.
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