Víspera de fin de semana.
Lluvia de compañera para recibirlo
Viernes Santo, de una semana de pasión
descafeinada como ninguna.
Ahora no hay que mirar al cielo
para ver si se cancelan o no las procesiones;
hay que mirar a ninguna parte,
porque nadie sabe dónde está el bicho
que nos ha cancelado todas nuestras actividades.
Pasión sin misticismo
Profanos sin asueto
Solo lo verde camina a paso firme
dejando su impronta en parques y arboledas
Y los pájaros, que campan a sus anchas
sorprendidos de verse libres
del gran depredador.
Verde intenso, verde con lleno de vida.
Verde efímero.
No tardara la mano infecta
en volver a aposentar su presencia
guiada por lo cómodo.
Poco o mucho
Esta verde tregua, verá sus días acabar
sin que su inquisidora presencia
aprenda nada de su encierro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario