Motivación existencial

Ricón para pequeñas reflexiones ahora que las puestas de sol se ven desde los cuarenta...
por Dondo Moreno




jueves, 16 de abril de 2020

Cosas de casa

  Me ha venido a la memoria una pequeña anécdota de hace unos cuantos años, en un pub de la calle Príncipe en Madrid, que por cierto, ha cerrado sus puertas hace apenas unas semanas después de muchos años de actividad.

  Es habitual en mi empresa celebrar un evento de equipo trimestral, de esos que se convocan con el único objeto de hacer piña con los compañeros. En aquella ocasión déspues de comer en un restaurante hindú muy próximo, nos acercamos a este local, inmeso de dos plantas, donde nos tomamos el café y un pacharán.

  En esa especie de ronda aleatoria en que se convierten estos actos, en la comida me tocó compartir mesa, mantel y charla con una compañera austríaca y otra venezolana; un voluntariado hecho en La India un año antes y lo divertidas que eran las clases de zumba, se conviertieron en los principales tema de conversación.

 Terminado el convite, nos acercamos al citado pub y esta vez me tocó como vecina de mesa una chica holandesa, menos dotada para la comunicación que mis anteriores contertulias, además de por su carácter introvertido, por su limitación lingüistica que solo le permitía ( y aún hoy le permite, después de llevar mas de diez años viviendo en España y de estar casada con un chileno), comunicarse exclusivamente en inglés. Tras un inicial titubeo resuelto con las clásicas sonrisas de aceptación, el hilo comunicativo tuvo su punto de arranque con un Are you Spaniard, right? 

 Supongo que es inevitable en este tipo de situaciones que salgan a colación las comparaciones entre países, formas de ser, hábitos de alimentición... Por aquellos andurriales transcurría nuestra conversación, que por momentos se refería a comparar quesos holandeses con españoles, cuando de repente mi compañera de cháchara cambió radicalmente de tercio:

- Look at the street, many people walking on Monday... 

A partir de ahí se inició un soliloquio que más bien parecía una disertación de antropología social. Según mi compañera de mesa, los españoles teníamos una especial predilección por la calle, por estar fuera, y que en eso éramos el país europeo más diferente al resto. Como no dejaba de parecerme una obviedad, asentía con la cabeza su disertación cuando, en aras de no peder la costumbre de comparar, me soltó esta consideración.

if you go to Netherlands you can visit whatever flat and You probably will see beautiful living-rooms, bedroms, toiletts... It´s so different here, where most of flats are completely ugly...

 Pues si, me lo había soltado así, sin anestesia ni nada, las casas en España son muy feas si las comparamos con las holandesas. Reconozco que estuve tentado de insistir en sus argumentos, especialmente en lo relativo a su fuente de información, a su muestreo, a cuántas viviendas había visitado para llegar a la conclusión de que porque seamos aquí muy dados a salir, tengamos los pisos hechos unos zorros, pero... a los efectos de la digestión y del pacharán, se sumó la pereza de tratar de rebatir cosas con alguien que se mostraba tan categórica.

 Aquel team event acabó y después  le han sucedido otros muchos con otras muchas personas, y otras tantas conversaciones, la mayoría tan intrascendentes como esta. Tiene gracia que me haya acordado de esto, justo ahora, y me pregunto si no tendría algo de razón esta chica, ahora que le veo defectos por todos lados a mi piso,  que noto que no le vendría mal una manita de pintura y que paso la bayeta a los interruptores de la luz, al tambor de la lavadora o a los marcos de las puertas... Igual es que tengo que pasar más tiempo en casa.

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