Kamikaze

  Debían ser cerca de las ocho de la tarde cuando pasé con mi coche por las proximidades del municipio de Las Rozas, circulando por la autopista A6 en dirección hacia Madrid.

 Justo doce horas antes, en ese mismo punto kilométrico, un terrible accidente de tráfico en el que se vieron envueltos dos coches y una moto se saldaba con la cifra de tres fallecidos. Tres víctimas mortales más que contabilizar en una de las operaciones retorno más importantes del país, la de la vuelta a casa después de las vacaciones de agosto.

 Siempre cuando ocurren desgracias de este tipo, se pregunta uno si se podría haber evitado y lamentablemente cabe decir que la respuesta es que sí.

 El impacto vino motivado por el error que cometió uno de los conductores, que al acceder a la vía rápida lo hizo de manera indebida, circulando en sentido contrario al de la carretera por la que transitaba. 

 Un nuevo conductor kamikaze, como habitualmente se les denomina, aunque este iba acompañado en su coche, en lo que es una pauta poco habitual; la Guardia Civil de tráfico estima que el vehículo circuló al menos durante tres kilómetros hasta que se produjo el choque. Muchas dudas despierta este caso:

-  A las ocho de la mañana ya hay luz natural, mejorando con creces la visibilidad.

 - Cómo es posible que dos personas no se dieran cuenta de que circulaban por donde no debían en tres kilómetros, por una autopista en la que es casi imposible transitar sin encontrarse tráfico, a cualquier hora.

- Una vez más asalta la duda de averiguar por qué vía se incorporaron a la autopista, si los accesos están bien señalizados y en muchas ocasiones la maniobra no es obvia ni fácil para hacerla en sentido contrario.

 La investigación preliminar trabaja con la hipótesis del despiste por conducir mientras se mantenía una conversación telefónica.  De confirmase alimentará la llama de los demandantes de prohibir dispositivos de manos libres, así como de la posibilidad de fumar en el coche o encender la radio.

  Dada la acumulación de situaciones similares registradas, especialmente en Madrid y sus accesos, deberían estudiarse medidas a implementar para evitar, en la medida de lo posible sucesos de este calibre, así como no cansarse en concienciar a la población de la importancia de coger el coche sólo cuando se está en condiciones de hacerlo, sin mácula de alcohol o drogas.