Motivación existencial

Ricón para pequeñas reflexiones ahora que las puestas de sol se ven desde los cuarenta...
por Dondo Moreno




lunes, 27 de noviembre de 2023

Renacimiento narcisista

 Estamos de enhorabuena, Michel Onfray publica nuevo libro, Las razones del arte, publicado por la editorial Paidós.

  Frente a la visión de quienes piensan que cualquier tiempo pasado fue mejor, Onfray defiende la belleza del arte contemporáneo, ese que a menudo pasa desapercibido o es denostado por encontrarse carente de mérito o simplemente no entender lo que el artista pretende plasmar.

 Pero no sería un trabajo de Onfray si no escondiese detrás una crítica velada de la sociedad actual; para el filósofo francés no somos capaces de entenderlo ni disfrutarlo porque estamos aquejados de una suerte de narcisismo enfermizo en donde la pieza a capturar o degustar somos nosotros mismos y no la obra de arte en cuestión. Sin cambio de orientación en el foco de interés, la transmisión de sensaciones entre obra de arte e individuo se vuelve amorfa o simplemente inexistente.

 Vas a Egipto y te sacas una foto delante de la Esfinge. Luego la paseas a los cuatro vientos, a todo el que quiera verla y el que no, también; presumes de haber estado allí, de haberla visto, pero, ¿De verdad la has disfrutado, degustado, apreciado en toda su esencia?,  ¿ Realmente eres consciente de que la obra de arte es la escultura de piedra y no tú?

 En los tiempos de cámara a carrete, en cuántas fotos no salía nadie. Cierto es que solíamos pedir a alguien que nos fotografiase, pero era menos prioritario salir; entonces si eramos reporteros gráficos circunstanciales, captando imágenes del mundo desde nuestra humilde perspectiva.

 Ahora el foco es otro. Nos creemos el centro del mundo y la prueba de ello son los famosos selfies, instantáneas captadas con la cámara de un teléfono al que hacemos bien en denominar de otros modos: dispositivo, terminal... porque teléfono inteligente, hace tiempo que no lo es. 

 ¿Qué es la belleza, en dónde se encuentra?, ¿Sómos capaces de percibirla fuera de nosotros mismos?  Preguntas interesantes que igual conviene plantearse. En estos tiempos de sobre exposición, donde pretendemos estar en todas partes, gracias al campo infinito de posibilidades que supone internet. 

 Renacimiento digital de última generación, donde el sujeto es el centro. Excesivo.

 

 



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