lunes, 27 de noviembre de 2023

Febril

 La imaginación vuela, en esa yogurtera que es la cabeza cuando duerme. Sueños que no siempre se recuerdan, pero que ponen de manifiesto que esa parte de nuestro cuerpo nunca descansa.

 La actividad se acrecienta, cuando el cuerpo anda destemplado o cruza el umbral de la subida de temperatura, considerada como normal. Cuantas más décimas, mayor ebullición en la caldera, como si de un experimento de laboratorio de química se tratase.

 Cuántos creadores han recurrido al artificio que producen diferentes sustancias para  encontrar inspiración, por frustración ante la carencia de ideas que plasmar, por simple hábito, sabedores de que en un estado normal, poco o nada tienen que decir. 

Por alguna razón innovamos más cuando somos nosotros un poco menos.

 De ahí la importancia de vivir en un cierto estado febril, que ayude a condimentar nuestra existencia. Es meritorio crear y ponerlo sobre un papel, en un pentagrama o en una sucesión de imágenes, pero es más relevante aún, si ese estado de intensidad, lo aplicamos al día a día. Cualquier actividad es susceptible de ser fuente de creatividad. Cualquiera.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Dimisión

  Estamos de enhorabuena. Esto sí que es una noticia mayúscula. Que una persona dedicada a la política asuma responsabilidades de algún tipo...