No es la vecina con su reguetón
n la lavadora que centrifuga,
las que mancillan el silencio de salón.
Hoy es la persiana
la que con insistencia,
golpea una y otra vez sus rodillos
zarandeada por un viento
contundente, así como intenso.
Ventolera de frente frío
borrasca de otoño.
Ya verás que buena cuenta darán de tí
a poco que se deslicen entre las sábanas,
y tu ulular y agitar de hojas
serán una nana que precipite el sueño,
por vericuetos
quien sabe si irrecordables.
Aires nocturnos
limpian el ambiente como el agua
y barren con sus andanadas
los pensamientos retorcidos,
las pasiones innecesarias,
aunque poco viento parece
para tanta inmundicia sin evacuar
como la que florece ahora.
Mala hierba
con tan poca purga,
que más de borrasca
quizá le hiciera falta.
Vientos de noche:
dad sosiego
a todo el que descansa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario